Cada mañana tienes que tomar una decisión: ¿Quieres que sea un gran día? Es una decisión diaria porque depende de ti. Tu intención es el factor más importante cuando te planteas como será tu día. Tu felicidad está en tus manos, y no deberías renunciar a ella según los eventos que experimentas durante el día. Tienes el poder de superar cualquier cosa que te suceda, si así lo crees.
Lo primero que tienes que preguntarte cuando te levantas es qué te hará feliz hoy. Planea tu día, pero no te apegues a un resultado específico. Tus expectativas te pueden crear problemas. Si solamente puedes aceptar un resultado, será más difícil que tu día transcurra según tú deseas. Cualquier cosa que se salga de tus planes u horario, te sacará de balance y arruinará tu día. Si estás presente, y tratas de fluir, tomándote las cosas de una en una, sin preocuparte por lo que puede suceder, crearás un día magnífico.
Céntrate en lo importante, en tu actitud, en tu energía, en lo que depende de ti. Asegúrate de que ofreces lo mejor de ti mismo al mundo, incluso cuando las cosas parecen difíciles o incómodas. Tendemos a perder nuestra paz cuando algo sale mal. Surge la ira, el miedo, la frustración, el desengaño, o cualquier otra emoción. Es perfectamente normal reaccionar ante cualquier situación, pero recuerda que también puedes responder de la manera en la que escojas.
Responder implica que puedes escoger, que en cada momento decides cómo piensas y cómo quieres sentirte. Escucha a tus emociones, pero no dejes que te controlen. No pierdas tu poder personal. Está siempre contigo, independientemente de las circunstancias externas. Confía en ti mismo y en tu capacidad para crear una vida que funcione para ti. Cuando puedes imaginarte una forma satisfactoria de vivir, puedes vivirla. Si crees que tienes opciones y oportunidades, las encontrarás a lo largo del camino.
Lo que piensas se hará realidad. Tu imaginación es tan poderosa, que convierte en realidad todo lo que creas con ella. Úsala sabiamente. Imagina lo que quieres que suceda. Visualiza aquello que deseas y lo harás realidad. Es importante desear, pero también mantenerte neutral y entender que las cosas suceden en tiempo divino. Si tú crees que algo puede ser tuyo, te estás abriendo a recibirlo. De ahora en adelante, crea tu día; imagínate tranquilo, fluyendo, y visualiza como todo funciona. ¡Decide ser feliz!
