Rabi Tarf�n dec�a: "Me pregunto si hay
alguien en esta generaci�n que es capaz de aceptar una cr�tica" y
Rabi Eleazar ben Azari� agregaba: "Me pregunto si hay alguien en
esta generaci�n que sepa c�mo criticar".
Con estas m�ximas de la sabidur�a
talm�dica (Arajin 16b) como gu�as, nos gustar�a encabezar estas
breves reflexiones.
No nos dirigimos al rabino Samuel
Levin porque nos hacemos eco de lo escrito en otro tratado
talm�dico (Ievamot 65b) donde se nos recomienda lo siguiente: "As�
como es una mitzv� decir aquello que ser� escuchado, tambi�n es una
mitzv� no decir aquello que no ser� escuchado".
Es as� que cumpliendo con esta
maravilla de nuestros jajamim, de nuestros sabios, no le vamos a
decir al rabino Samuel Levin (porque sabemos que no nos va a
escuchar) que es una l�stima que quien cita tanto a Maim�nides no
respete lo que escribi� el mismo Maim�nides en su Mishn� Tor�
cuando afirma -entre otras tantas ense�anzas- que "quien hace una
cr�tica a otro debe hacerlo en privado, hablando suave y
amablemente con el criticado" (Hiljot Deot 6:7).
Tampoco le vamos a decir al rabino
Samuel Levin (porque sabemos que no nos va a escuchar) que cuando
afirma que "todo puesto de conducci�n tiene que estar a cargo de
los hombres" se olvida que el Talmud (Meguil� 14a) registra 48
profetas varones y 7 profetas mujeres (Sara, Jana, D�bora, Miriam,
Esther, Avigail y Julda) y que el t�tulo de "profetisa"
inequ�vocamente implica "conducci�n". El de rabina, obviamente,
tambi�n.
Tampoco le vamos a decir al rabino
Samuel Levin (porque sabemos que no nos va a escuchar) cuando
afirma que "En nombre de la comunidad, ignoramos totalmente que
representan a la comunidad aquellos que falsifican el t�tulo de
rabino" que no solamente est� ofendiendo a los rabinos del
Movimiento Masort�, sino fundamentalmente a miles y miles de
familias jud�as que en todo el mundo participan de comunidades
lideradas por dichos rabinos "falsificadores de
t�tulos".
Tampoco le vamos a decir al rabino
Samuel Levin (porque sabemos que no nos va a escuchar) cuando
afirma que "los conservadores representan a la asimilaci�n de la
comunidad", que dicho comentario es m�s apropiado para Purim (por
lo jocoso) y muy poco apropiado para la festividad de Sucot que
estamos atravesando.
Es que como bien sabe el rabino, esta
es la fiesta de la unidad del pueblo jud�o, m�s all� de d�nde uno
se ubique. Y en los "arbaat haminim" (las cuatro especies) que
�nicamente juntas conforman el precepto, est�n inclu�dos aquellos
que -como los "aravot" (hojas de sauce)- al no tener ni sabor ni
aroma representan a los que no tienen ni Tor� ni mitzvot. Por ende,
y aunque en su desconocimiento (o prejuicio) as� lo crea en cuanto
a lo que somos los jud�os conservadores, tambi�n debiera dejarnos,
respetuosamente, nuestro lugar.
De cualquier manera lo tenemos, a�n sin su acuerdo. Porque en la
Suc� que creemos, que construimos y que defendemos, hay lugar para
todo jud�o, inclusive para el rabino Samuel
Levin.