Tras años difíciles, el mejor antídoto de los pequeños empresarios fue apostar en la creación de marcas que hoy deslumbran a los mejores sommeliers del país y del mundo.
Sentenciar que los
vinos de la
Región del Biobío pasan por el mejor momento de la historia no es ninguna exageración, ya que hay dos hechos que lo confirman: la postulación del
Valle del Itata como
Patrimonio de la Humanidad ante la
Unesco y la realización del
Primer Concurso Internacional Catad'Or Ancestral Wine Awards 2017 en el
Gran Concepción entre el 1 y 4 de diciembre.
Medallas de oro y plata
Es que los vinos de cepas como país, moscatel de alejandría y cinsault han sorprendido a los más exigentes sommeliers del país y del mundo.
Por ejemplo, en la versión XXII del concurso Catad'Or realizado en Santiago hace unos meses, nueve vinos (incluyendo espumantes) del Valle del Itata fueron premiados con seis medallas de oro y tres de plata, recayendo en las comunas de Coelemu y Ránquil.
Esto fue considerado un hito, ya que hace no pocos años, los malos precios del kilo de uva y los nulos retornos en los procesos de vinificación llevaron a que la zona atravesara una profunda crisis, la cual parece quedar en el olvido.
Clave han sido los centros de acopio instalados por Indap, incrementando los precios y, por ende, conllevando a que este sector productivo no desaparezca y muchos se atrevan a crear igualmente sus marcas: Lucía Torres con su espumante Brutall; Carlos Carrasco con su botella Don Claudio; Olga Carrasco con Magenta; Fabián Mora Reyes con Secano; Luis Lagos Nova con Nüyün y Ronald Vera con Prófugo; Cristián Lagos con Trifulca; Jorge Ruiz con Moscin y Joel Neira con Brutall Moscatel de Alejandría son algunos.
"Tras esto hay una cultura propia, una forma de ser que nos da identidad", señaló la presidenta del Comité Viñatero de Chillán, Magdalena Figueroa, una de las 11 organizaciones que conforman la Mesa Regional del Vino.
Todo esto desencadenó que este jueves 2 de noviembre se desarrolle el lanzamiento del prestigioso Catad'Or en su versión Ancestral Wine Awards 2017 con el apoyo de Indap, Cristalerías Chile y Hotel Radisson.
"Queremos ser un aporte en este resurgimiento de las cepas patrimoniales. Vamos a evaluar y promover estos vinos al más alto nivel posible, porque creemos en la cultura ancestral de elaboración del vino y pensamos que tiene un enorme potencial a nivel nacional e internacional", adelantó el director ejecutivo de Catad'Or, Pablo Ugarte.
A la antigua
El evento con mayor reputación en Latinoamérica premiará con medallas de oro y plata. "Los primeros 5 puntajes entrarán a la carta de vinos del restaurante 1550 de Héctor Riquelme en San Pedro de la Paz. Igualmente, la organización hará contactos para que los ganadores puedan comercializar sus productos en Chile y en el exterior. En la categoría granel los medallistas podrán optar a un subsidio de Indap para reemplazar el envase plástico por botellones de vidrio de un litro y medio", detallaron.
Para el presidente de los Enólogos y Profesionales del Vino de Ñuble, Felipe Neira, los pequeños empresarios quieren seguir creciendo, pero sin perder las tradiciones. "Tenemos parras de más de 200 años, maquinaria muy antigua. Hablamos de 500 años de tradición vitivinícola y de una forma artesanal de hacer vinos. Esta parte es única a nivel mundial donde los cultivos son naturales. El arado es a yegua, la poda completamente a mano y la vendimia también, no existen muchas maquinarias en el área vitícola".
Lo mismo opinó el director regional de Indap, Andrés Castillo. "La viticultura no es solo producción, hay un trasfondo cultural y de estilo de vida en este valle".