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#EDITORIAL

Este nuevo número de #Conectadxs nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los temas que afectan al mundo del trabajo en la Argentina y el mundo, a saber: digitalización, género, tecnología, jornada laboral, formas de resistencia al avance del capitalismo voraz, entre otros.

Para FES Argentina es un orgullo presentar en esta entrega una herramienta cuyo uso fortalecerá a las organizaciones sindicales y sociales en su capacidad de comunicarse con quienes representan: se trata de una app. Como sabemos, la combinación de internet y el acceso masivo a smartphones abrió el camino al capitalismo de vigilancia para anticipar comportamientos de las personas consumidoras y trabajadoras y promover un uso individualizado de las TIC; en este contexto, quizás el gran desafío sindical sea apropiarse de las tecnologías digitales para reconstruir identidades y solidaridades colectivas.  

Así, de manera gratuita y colaborativa, damos a conocer la aplicación Unión Plataform: un canal de comunicación entre la organización y sus afiliados y afiliadas, un ámbito de intercambio de información que llega a todas y cada una de las personas. Un espacio para trabajar la información y detectar las necesidades, una herramienta más para construir el trabajo del futuro, con instituciones capaces de orientar y apropiarse de los procesos de innovación que afectan nuestras vidas de manera integral.



Svenja Blanke

Directora FES Argentina

Mónica Sladogna

Coordinadora Proyecto Laboral-Sindical


La importancia de la reconversión en un entorno digital: Unión Platform, una app sobre derechos laborales

“Uno de los desafíos más grandes de esta época —la pandemia lo ha demostrado claramente— es la digitalización y su impacto en el mundo laboral. Por ello, necesitamos nuevas formas de comunicación, usar la tecnología en favor de los intereses de los trabajadores y las trabajadoras y pensar nuevas formas de organización. Sin sindicatos no es posible la democracia social” (Svenja Blanke, representante de la FES Argentina)


El nuevo capitalismo requiere nuevas estrategias, las resistencias y modos de enfrentar los desafíos venideros deben estar acompañados de nuevos métodos y perspectivas; perpetuarse en prácticas tradicionales puede no ser suficiente a la hora de organizarse en un contexto que parece girar cada vez más hacia un ecosistema digital. Atendiendo a esta problemática, y con el objetivo de acercar y facilitar el encuentro entre las nuevas tecnologías, los sindicatos y los trabajadores y las trabajadoras, desde la Fundación Friedrich Ebert Siftung (FES) en la Argentina desarrollamos Union Platform, una app gratuita y especialmente diseñada para que organizaciones sindicales y sociales de distinto nivel tengan una herramienta de comunicación ágil y permanente con las personas representadas o afiliadas. 


¿Cómo surgió la idea?


“Detectamos una demanda no resuelta de organización en los medios y las formas de comunicación con que contaban las organizaciones sindicales. La pandemia materializó la necesidad de buscar nuevas estrategias comunicativas. Y de un tiempo a esta parte han aparecido medios que han diversificado los canales de comunicación de las organizaciones con quienes representan y creemos que deben ser utilizados en pos de la organización” (Mónica Sladogna, FES Argentina).


La aplicación fue desarrollada en software libre junto a The Feminist Tech, en el marco del proyecto SinDigital, con el objetivo de favorecer la inclusión digital, acortar brechas y generar diversidad en sistemas.


“El objetivo inmediato de la app es fortalecer a las organizaciones sindicales y sociales frente al avance de la digitalización, y en este sentido creemos que les va a permitir ordenar y concentrar la información, y aportar efectividad en términos de acceso a la información”, comentó Sladogna.


Entre otras funciones, Unión Plataform permite iniciar procesos de afiliación o registración, denunciar incidencias laborales, difundir noticias de interés y hacer circular información relevante, por ejemplo, llamados y resoluciones de asambleas, concursos o convocatorias, entre otras cuestiones. 


Si querés probar la app o conocer más sobre ella, hacé click acá 


 

La susceptible masculinidad de los algoritmos

La bautizada cuarta revolución industrial se presenta como una tierra de oportunidades; bajo el amparo de las nuevas tecnologías, el mundo que se avecina se publicita desregulado, veloz, integrador e igualitario. Sin embargo, parte de estas promesas, sino todas, parecen no tener asidero. Una de las problemáticas que se arrastran del ahora viejo capitalismo industrial es la brecha de género ligada a la tecnología en general y los trabajos STEM en particular (STEM es el acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering y Mathematics [ciencia, tecnología, ingeniería, matemática])


La Unión General de Trabajadores de España, presentó hace unos días el informe “Mujer & Tecnología” que da cuenta de cómo las lógicas sexistas de los viejos ámbitos de trabajo se repiten en el nuevo escenario laboral. El informe evidencia cómo seis de cada siete empresas en España no cuenta con mujeres profesionales en las áreas vinculadas a informática y tecnologías. Generalmente esto se explica por las desigualdades estructurales producto de lo que se conoce como la “brecha digital de género”, que no es más que las diferencias de acceso y usos de herramientas informáticas entre hombres y mujeres. Las variables que dificultan el acceso pueden ser diversas: zona de residencia, capital socioeconómico, edad, etc. Las deficiencias estructurales iniciales conllevan y perpetúan las desigualdades en el mundo del trabajo ya que sin acceso es difícil incorporar conocimientos y habilidades tempranas para un desarrollo posterior. 


Según el “Estudio exploratorio sobre brechas digitales de género en población adolescente en Perú” elaborado por la ONG Hiperderecho junto con Unicef, 25% de las adolescentes peruanas deben pedir prestado dispositivos móviles para poder acceder a las clases virtuales, este dato ejemplifica parte del hito inaugural de la brecha de género digital, a lo que se suma el llamado “sesgo cultural”, que tiene que ver con las disposiciones y expectativas sociales y culturales respecto a las trayectorias de hombres y mujeres: este es otro de los factores restrictivos que explican el fenómeno de la brecha. 


Aún, y sin embargo, el informe busca dar con más variables que sirvan para entender las causas que configuran los resultados, por eso intenta desandar el periplo que recorren las mujeres desde su egreso universitario hasta el ingreso al mundo laboral: un 60% de las egresadas universitarias son mujeres, de ellas un porcentaje considerablemente menor egresa de las carreras vinculadas a informática y desarrollo de software, recordemos que además suelen ser ambientes educativos en los cuales el género masculino tiene una abrumadora predominancia tanto dentro del alumnado como del cuerpo docente, esto tiene un doble efecto en el campo: por un lado, se vuelve un escenario hostil para las mujeres y, como consecuencia de ello, produce una vacancia en relación a las referentes femeninas en el área. 


Se evidencia una continuidad respecto a los estadios anteriores cuando el estudio se aboca al desarrollo de las mujeres en los empleos STEM: la representación femenina no llega al 20%. Una de cada tres empresas españolas tiene a una tecnóloga trabajando entre sus filas y solo 6% de las empresas alcanza la paridad de género en puestos tecnológicos.


Asimismo, es pertinente preguntarse: ¿cuáles son las condiciones laborales que se le ofrecen a las mujeres para volver el mercado atractivo? No resulta sorpresivo encontrar en el informe “Mujer & Tecnología” que el primer sueldo que se les ofrece a las mujeres en el sector es inferior al de los varones, y que al doble de hombres, en comparación con las mujeres, se les ofrece salarios por encima de los 2000 euros, además de que estos reciben un 7% más de ofertas de contratos fijos. Pero aquí no se agotan las disparidades, puesto que el 40% de las empleadas en el sector afirman que fueron víctimas de algún tipo de discriminación por género y el 8% lo fue de acoso sexual. Las condiciones y el ambiente laboral no solo son restrictivos, sino que también se vuelven expulsivos para las mujeres. 


Uno de los datos más resonantes y significativos del informe da cuenta de que el sector de desarrollo de la inteligencia artificial (AI), área en crecimiento y expansión constantes y que despierta grandes expectativas de cara al futuro, cuenta con representantes mujeres en nada más ni nada menos que un 0,5%. De nuevo, 0,5%. Ni siquiera podemos hablar de sub-representación, debemos decir que las mujeres están totalmente invisibilizadas. La ausencia de mujeres genera otro fenómeno llamativo que agudiza la disparidad de género y es que las IA también reproducen un sesgo de género que se replica una y otra vez. Por ejemplo, hace unos meses Amazon fue noticia porque el algoritmo creado por la empresa para seleccionar personal operaba con fuertes sesgos de género paralizando a las candidatas que incluían en sus CV palabras en femenino como, por ejemplo, ingeniera, abogada, científica. Bajo estos parámetros de “selección”, el acceso a los puestos ofrecidos eran exclusividad de los hombres. Si el sesgo fue intencional o no lo fue no vuelve menos preocupante la situación. 


Del informe se desprende que es esencial crear y aplicar políticas que corrijan estas desigualdades, porque el mundo del trabajo está volcando a sectores vedados para las mujeres, sosteniendo y multiplicando las desigualdades que se perpetúan una y otra vez, así se llame capitalismo industrial o capitalismo 4.0.


Los expedientes secretos de Uber

Si vivís en Ciudad de Buenos Aires y te parás en cualquier esquina céntrica notarás que de un tiempo a esta parte hubo un cambio significativo en el ecosistema de transportes, es común escuchar, ver y hasta decir: “No hay más taxis”. ¿Qué pasó con los taxis? ¿Se volvieron un negocio insostenible? ¿Cómo se explica la extinción de uno de los medios de transporte más importantes e icónicos de la Ciudad? La entrada de Uber al país (junto con otras empresas de similar prestación) es lo que explica la modificación del mapa de transportes de la Ciudad; con su arribo comienzan a desplegarse una serie de prácticas y estrategias que servirán para entender cómo funcionan las plataformas y qué contextos son ideales para su desarrollo.  


Uber se enmarca en lo que el académico canadiense Nick Srnicek define como “plataformas austeras”: aquellas infraestructuras digitales que permiten que dos o más grupos interactúen sin producir ningún bien físico ni brindar un servicio directo. Uber se fundó en 2009 en San Francisco, Estados Unidos, desde sus inicios se dedica a poner en contacto a conductores o conductoras y viajeros o viajeras que van hacia la misma dirección, sin contratos, regulaciones ni seguros. Desde ese entonces aceitó su sistema y se expandió hacia otras ciudades del globo alcanzando a unas 900 en la actualidad, augurando unir ofertas y demandas bajo el amparo de un mundo que busca permanentemente soluciones pragmáticas y veloces. ¿Pero cómo llegó Uber a tener un crecimiento exponencial en tan poco tiempo? La primera respuesta tentativa es: a la fuerza. Muchas de las políticas que Uber implementa para abrir nuevos mercados se sospechaban, se suponían o se rumoreaban, pero, hace unas semanas, Frank Mac Gann filtró unos 124.000 documentos de la empresa, datados en el periodo 2013-2015, que no solo confirman las sospechas sino que dan cuenta de que sus prácticas a la hora de ejercer presión iban más allá de lo imaginado. Por cierto, Mac Gann era uno de los encargados de hacer lobby para Uber. Sí, Uber tenía lobistas. 


A través de los documentos filtrados puede verse cómo Uber destinaba buena parte de su presupuesto y recursos a llevar adelante estrategias de lobby que implicaban pagos a intelectuales (que incluían el aporte de datos) con el fin de que realizaran escritos favorables a la empresa. Además de organizar mitines y reuniones con funcionarios de primer nivel, como Joe Biden o Emmanuel Macron, o directamente contratar como lobistas a expolíticos de alto rango con agendas y contactos importantes además de habilidades y astucias para moverse en esas esferas de poder. 


En el marco de las prácticas reprobables de Uber podemos mencionar la no entrega de documentación a la policía. Cada vez que esta ingresaba a las oficinas con fines de allanamiento la empresa obturaba el acceso a las computadoras a través de un botón de bloqueo llamado “Kill Switch”. Pero esto no es todo, también hacían espionaje, sabían qué personalidades del mundo de la política usaban la aplicación y amenazaban con divulgar la lista si se ponían trabas para la llegada de la empresa a determinadas ciudades, esta práctica la llevaban adelante mediante un dispositivo bautizado bajo el nombre “good view”. 


El modus operandi de la empresa era tan pragmático como imponente, en principio intentaban desembarcar legalmente, estableciendo acuerdos y solicitando permisos, si estos eran denegados o se le solicitaba requisitos que no querían cumplir, simplemente ingresaba a la fuerza. ¿Cómo era esto posible? Por la dificultad de encuadrar a Uber bajo un marco jurídico claro. Como dijimos, Uber no es una empresa de transporte sino una plataforma que conecta pasajeros y pasajeras con conductores y conductoras. 


Uber llegó a la Argentina en 2015, para ese entonces desde la empresa vislumbraron un territorio atractivo para ingresar en América Latina, la reciente victoria de Mauricio Macri fue un factor fundamental, las promesas desreguladoras, un posicionamiento promercado, y la idea de insertar al país en el mundo parecían maridar perfectamente con su discurso. El accionar de Uber fue similar al que aplicaba en todo el mundo, primero intentó por la vía legal y luego con lobby, aprietes, amenazas y búsquedas de los intersticios jurídicos brumosos para sacar provecho. Por supuesto, encontraron resistencias, el gremio de los taxistas enseguida elevó la voz y se quejó de las facilidades con las que operaba la empresa. Pronto los conductores y las conductoras de Uber comenzaron a ser perseguidos, amedrentados y sufrieron distintos ataques, ante esto el posicionamiento de la empresa, que se conoció gracias a la filtración, fue que esos ataques eran redituables porque la colocaba en un lugar de víctima, la publicitaba y, además, despertaba un imaginario que implicaba una suerte de contienda: “lo viejo versus lo nuevo”, “Por eso muchas veces estos “choques” eran alentados desde los altos mandos de la empresa.  


“Uber files” permite tomar dimensión de las tretas que realizan empresas que se venden por fuera de las lógicas de lo que denominan viejo capitalismo, proponiendo la libertad de elección entre individuos sin que existan mediadores. Sin embargo, bajo ese maquillaje de honestidad liberal, ejercen prácticas intimidatorias, no respetan leyes ni reglamentaciones, desconocen derechos de los trabajadores y las trabajadoras (a quienes no llaman como tales), regulan tarifas arbitrariamente, evaden impuestos, fugan divisas y generan efectos de incomodidad en sus competidores que, desamparados de la protección jurídica, ven cómo su sector pierde clientes, cómo los gremios pierden afiliados y migran a una plataforma que más pronto que tarde seguirá ajustando gastos y precarizado personas trabajadoras para disponer de mayores márgenes de ganancia.  


Trabajadores y trabajadoras del mundo, ¡conectáos!

La digitalización del trabajo produjo una conmoción del entorno laboral que la pandemia se encargó de acelerar. Pasamos súbitamente de compartir una buena cantidad de tiempo y espacios con otros y otras a encontrarnos trabajando de manera remota en nuestros hogares, participando en red y utilizando nuevas herramientas para el desarrollo laboral. Los conceptos de trabajo, trabajador/a, espacio laboral y tiempo de trabajo se reconfiguraron. El territorio se volvió digital, los cuerpos se esfumaron y la individualización de los trabajadores y las trabajadoras que comenzó en la década del 70 con el proceso neoliberal se intensificó. 


Este contexto se presenta hostil para la organización y el desarrollo de la actividad sindical en tanto que repercute en la interacción diaria entre trabajadores y trabajadoras y obliga a buscar nuevos canales de comunicación para contrarrestar las propuestas individualizantes que no hacen más que erosionar los derechos laborales. La digitalización crea un campo nuevo de acción que debe ser tomado por los trabajadores, las trabajadoras y los sindicatos antes de que las corporaciones se manejen a sus anchas y puedan llevar adelante reformas que sean perjudiciales para ellos y ellas. 


Uno de los reclamos recurrentes de los sindicatos es el derecho de acceso digital al lugar del trabajo, es decir, que las empresas les permitan utilizar las plataformas con las que cuenta, y les brinden los datos e información de los trabajadores y las trabajadoras para poder establecer una comunicación fluida.


En este sentido, hace días se dio un caso paradigmático en Alemania, cuyo gobierno federal estaba planificando políticas que propiciaran el desarrollo sindical en el entorno digital; sin embargo, en el sector de la industria química se anticiparon a la normativa. La patronal BAVC y el sindicato IG BCE acordaron un convenio mediante el cual la industria químico-farmacéutica garantiza el acceso al derecho digital para que los sindicatos puedan comunicarse con las 580.000 personas trabajadoras que se desempeñan en el rubro. 


El acuerdo establece que el sindicato puede recurrir a los canales de comunicación de la empresa ya creados o en uso sin que las empresas tengan que invertir en nuevas tecnologías de información. 


Desde IG BCE celebraron esta apertura que promueve una comunicación moderna y digital, y que no solo da acceso a los sindicatos, sino que además permite que los trabajadores y las trabajadoras del sector se informen respecto de las novedades. Asimismo, según la patronal BAVC, el acuerdo es importante porque evita caer en fragmentaciones entre el personal, es decir, entre quienes pueden acceder a la información y quienes no, lo cual podría ser perjudicial para la empresa. 


Si bien este fue un importante avance, no deja de acotarse solo a un sector del amplio mundo del trabajo, es urgente y primordial que se constituya una legislación federal que permita y potencie la articulación entre trabajadores, trabajadoras y sindicatos en el nuevo entorno digital. Asimismo es su tarea exigir que se faciliten canales que permitan una comunicación sindical accesible para todos y todas. 


En dos tweets

Día de entrenamiento

Parece que no hay práctica ni disciplina que no esté mediada por la tecnología. Allí donde hay vida hay un aparato mediando. Hace unos días Google sacó un nuevo juguete al mercado de IA, un entrenador de entrevistas llamado Interview WarmUp. ¿Qué hace esta IA? Brinda una serie de opciones para que elijas a qué trabajo te gustaría postularte, una vez seleccionado, comienza una suerte de simulacro de entrevista laboral mediante preguntas aleatorias que tenés que ir contestando mediante voz; la IA pasa a texto las respuestas para que luego las revises y corrijas si lo creés necesario. La intención de la IA es que llegues a las entrevistas laborales reales con algo de entrenamiento y sin nervios. De momento solo está disponible para lengua inglesa y, según informaron desde la empresa, la IA no registra ni guardará las respuestas una vez que finalices la sesión. (guiño guiño). 

Efecto tequila

Donde hubo días movidos fue en México, más precisamente en Telmex, ya que el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana decidió, luego de 37 años, una huelga dirigida contra el magnate Carlos Slim debido a violaciones al convenio colectivo de trabajo y al incumplimiento en la creación de nuevas plazas laborales. Además, las trabajadoras y los trabajadores denuncian que la empresa ha iniciado un proceso de subcontratación, prohibido en el país desde 2021. Parte de los reclamos del sindicato radican en que las utilidades de Telmex son derivadas a empresas satélites, socavando así el buen funcionamiento de la empresa. 

Recomendaciones al pasar

Ya que estamos en la librería, te recomendamos 24/7 capitalismo tardío y el fin del sueño, un librazo de Jonathan Crary editado en 2013. Conjuga investigación y análisis acerca de cómo el mercado comienza a avanzar sobre zonas que hasta entonces parecían inaccesibles, desde iluminar artificialmente buena parte de Siberia hasta inmiscuirse en el territorio del sueño a través de distintas estrategias. Así, el tiempo se vuelve difuso, ininterrumpido, sin matices, al igual que los individuos. “24/7” es la anticipación de un mundo que va camino hacia la ruina, porque es un mundo en el que no se puede imaginar. 

También el caracol es una editorial que tiene un hermoso catálogo de literatura japonesa, en el cual podemos encontrar un libro titulado “Bajo un cielo oscuro cargado de nieve”, una antología de literatura proletaria japonesa. El estudio preliminar de Miguel Sardegna que abre la edición sirve para contextualizar perfectamente las condiciones político-sociales en las que los autores y las autoras japoneses publicaban. El Partido Comunista japonés fue prohibido hacia la década del 30, y sus afiliados perseguidos, por lo que la actividad política era muy difícil de llevarse a cabo, Yoshiki Hayama, Denji Kuroshima, Tappei Kataoka, Takiji Kobayashi, Yuriko Miyamoto y Kensaku Shimaki eligieron el camino de la literatura como una forma de protesta ante el régimen y de apoyo a los trabajadores y trabajadoras que no tenían voz. 

Esperamos que te haya gustado este número, seguramente pronto tendrás más noticias nuestras. Si querés recomendarnos o suscribirte podés hacerlo a través de este link

¡Adiós! Hasta en el próximo número de #CONECTADXS.

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