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Christmas 2023


The promise of the Nativity: A Christmas message


My siblings in in Christ:


May you and yours have a blessed Christmas and New Year.


In Charles Dickens’ A Christmas Carol, the Ghost of Christmas Past shows Scrooge scenes of his childhood. The movie versions we love capture the sights but usually not the smells. “He was conscious of a thousand odors floating in the air,” Dickens writes, “each one connected with a thousand thoughts, and hopes, and joys, and cares long, long forgotten.”


So too with most of us. While I have been around Christmas decorations all month, I didn’t get a good whiff of pine needles until the evening of the third Sunday of Advent, from the boughs encircling the baptismal font at St. John’s Cathedral. Bending down to smell again, I was briefly back as a little boy with my tiny family at the Eastern Market in Detroit, looking for a Christmas tree, anxiously understanding how important it was to holiday success that the tree be just right, the ideal tree, the best tree ever, our limited finances permitting.


Thousands of thoughts, hopes, joys, and cares – hundreds of thousands, millions, if we’re counting for a whole diocesan community. Wanting to make Christmas perfect, or never having had a perfect Christmas. Looking forward to being with those we love, or conscious mainly of those we’ve lost. Praying for peace on earth, yet finding that peace seems scarcer than ever. Wanting the Child to be safe, while knowing that children are dying daily in a terrible war in the land of His birth.

In all, Christ is our pastor and advocate, our counselor and pioneer. Advent and Christmas twin the promise of the Nativity, God with us, with Christ’s return in majesty to inaugurate God’s realm of justice, peace, righteousness, and love. In the work we do together in mission and parish, in the diocese and Episcopal Church-wide, we help make straight the Savior’s path. May all the sights and smells of this season, all the fellowship, comfort, and joy, fortify and embolden us to continue our community’s shared work of glorifying God and caring for God’s people.


Yours in the name of the baby born at Bethlehem to save the world.


The Rt. Rev. John Harvey Taylor

VII Bishop of Los Angeles

Navidad 2023


La promesa de la Natividad: un mensaje navideño


Mis hermanos y hermanas en Cristo:

 

Es mi deseo que tanto ustedes como sus seres queridos tengan una muy bendita Navidad y Año Nuevo.

 

En el Cuento de Una Canción de Navidad de Charles Dickens, el Fantasma de las Navidades Pasadas le enseña a Scrooge escenas de su niñez. La versión en película que tanto amamos logra captar lo que vemos, pero no los aromas. Dickens escribe, “Estaba consciente de los mil olores que flotaban en el aire, cada uno de ellos se conectaban con miles de pensamientos, y esperanzas, y gozos y preocupaciones que hace mucho tiempo había olvidado.”

 

Esto nos pasa también a la mayoría de nosotros. Aunque casi durante todo el mes, he estado rodeado de adornos de Navidad, no había sentido el olor de pino hasta esta tarde del tercer Domingo de Adviento, cuando sentí el olor que venía de las ramas que circulaban la fuente bautismal en la Catedral de San Juan. Al inclinarme para olerlo de nuevo, el aroma me transportó de manera breve a cuando era un pequeño niño en mi pequeña familia en el Mercado del Este en Detroit, mientras buscábamos un árbol de Navidad, entendiendo de manera ansiosa lo importante que era conseguir el árbol perfecto para la Fiesta Navideña, debía ser el árbol ideal, el mejor árbol de todos, que nuestras finanzas limitadas pudieran costear.

 

Miles de pensamientos, esperanzas, gozos, y preocupaciones – cientos de miles, millones, si contamos a toda la comunidad diocesana. Queriendo tener la Navidad perfecta o que nunca han tenido la Navidad perfecta. Deseando estar junto a los seres amados, o mayormente conscientes de los seres que hemos perdido. Orando por paz en la tierra más, sin embargo, descubriendo que la paz parece estar más escasa que nunca. Deseando que el Niño esté a salvo, sabiendo al mismo tiempo que niños y niñas mueren diariamente en una guerra terrible en la tierra de Su nacimiento.

En todo, Cristo es nuestro pastor y defensor, nuestro consejero y pionero. Juntos, el Adviento y la Navidad nos traen la promesa del Nacimiento, de Dios con nosotros, con el retorno en su majestad para inaugurar el reino de justicia, paz, rectitud y amor de Dios. En el trabajo misionero y congregacional que hacemos juntos, tanto en la diócesis como en toda la Iglesia Episcopal, ayudamos a enderezar el camino del Salvador. Que todos los aromas y lo que nuestros ojos vean esta temporada, todo el compañerismo, consuelo, y gozo, nos fortalezca y nos aliente para continuar nuestro trabajo común de glorificar a Dios y cuidar del pueblo de Dios en todas nuestras comunidades.

 

Suyo en el nombre del bebé que nació en Belén para salvar al mundo.


El Rvdmo. John Harvey Taylor

VII Obispo de Los Ángeles