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Estimados Catequistas y Coordinadores de Formación en la Fe:
Hoy me parece importante destacar la vocación del catequista, su espiritualidad y su labor como agente de pastoral.
La catequesis, que significa "eco" consiste en la educación formal y progresiva de la fe que tiene un principio, un desarrollo y nunca termina, siendo de caracter permanente. Esto implica que sea Jesús y su Iglesia quien llame y se requiere una respuesta positiva del que recibe la invitación. Este llamado pide:
1º) Fidelidad a Jesús Resucitado, a su Palabra (CEC 75.100) tanto escrita (Sagrada Escritura), como oral (Tradición viva a través de la Sucesión Apostólica de los Obispos, que se remonta a la Comunidad Apostólica formada por Jesús y los Apóstoles). La inteligencia de esta Palabra crece cuando los fieles la leen, estudian y contemplan en forma orante, y cuando la proclaman los Obispos, que por la Sucesión Apostólica poseen el carisma de la verdad (CEC 94).
2º) Fidelidad al ser humano. Es decir, asumir y purificar los valores de la cultura, de la religiosidad popular (CEC 1674-1676.1679). Hay que saber descubrir la ausencia o presencia de Dios en lo cotidiano de nuestra vida: trabajo, estudio, familia, etc.
3º) Conversión y crecimiento. Es el proceso de seguimiento de Jesús, de su imitación, y del crecimiento en la santidad personal. El cristianismo es una Persona, y esa Persona es Jesús.
4º) La catequesis tiene que ser integradora. Es decir, conocer la Palabra de Dios y saber anunciarla, celebrarla en la liturgia, principalmente en la Eucaristía, los demás sacramentos, y la Liturgia de las Horas, y dar testimonio de ella en la vida cotidiana y en la cultura actual.
6º) Y todo esto dentro de una metodología ordenada (Puebla 1009)
En la actualidad, el uso de Internet,es el nuevo foro (lugar) de evangelización, de cuyas páginas virtuales debe aparecer también el rostro adorable de Jesús, sabiendo buscar y navegar por páginas de edificación cristiana, y sabiendo hacer también aportes a las mismas, como lo propuso San Juan Pablo II.
Esta vocación nos recuerda que la formacion en la fe es permanente, es decir, comienza en la infancia hasta la ancianidad, pues el crecimiento y proceso de union con Dios es ilimitado.
Por eso, en nuestra arquidiócesis hemos adoptado el nombre de Formación Permanente.
Vivamos nuestra vocación y llevemos a mas personas a un encuentro personal con Jesús, nuestro Señor y Salvador, no solo con programas, sino también con nuestro testimonio de vida y oración.
Carlos Carrillo
Director del departamento de Formación Permanente
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