In the midst of a viral pandemic that targets the respiratory system and has disproportionately harmed black communities, “I can’t breathe” – some of George Floyd’s last words – remind us once again that his murder by a police officer in broad daylight is a symptom of a system of White Supremacy. We believe that anti-worker and White Supremacy forces are deeply intertwined. The labor movement, however, is not immune from the forces of White Supremacy and we must always be vigilant in preventing systems of Black oppression from being replicated within our ranks. As fellow members of the labor movement, our fight must go hand in hand with the fight against White Supremacy in and outside of our workplaces and union halls.

Such acts of solidarity are already happening. Last week, members of the Minneapolis Amalgamated Transit Union (ATU 1005) refused to cooperate with police requests to transport arrested demonstrators to prison on public buses. New York bus drivers followed suit, refusing police attempts to force them to drive arrested protesters to jail. These actions speak volumes to the role workers can play in combating police brutality and other forms of injustice. 

MassCOSH fully stands behind the leadership of Black people in their fight against racist police executions and other forms of institutionalized oppression. For over 40 years, MassCOSH has supported workers fighting for justice and is humbled to be part of a movement that seeks to raise the voices of Black and Brown people. We are taking this historic moment to deepen our commitment to healthy work and healthy communities free from systems of racism. We will continue our work to end the injustice faced by Black workers and other workers of Color, immigrant workers, young workers, low-wage workers, in the workplace and in our communities. Together we can bring about a world of justice by building worker power and solidarity with all workers and we invite you to join us.
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En medio de una pandemia viral que ataca al sistema respiratorio y ha dañado desproporcionadamente a las comunidades negras, "No puedo respirar" - algunas de las últimas palabras de George Floyd - nos recuerdan una vez más que su asesinato por un policía a plena luz del día es un síntoma de un sistema de Supremacía Blanca. Creemos que las fuerzas antiobreras y de la Supremacía Blanca están profundamente entrelazadas. Sin embargo, el movimiento laboral no es inmune a las fuerzas de Supremacía Blanca. Siempre tenemos que quedarnos atentos para no dejar que la opresión anti-negra reproduzca en nuestras filas. Como miembros del movimiento laboral, nuestra lucha debe ir de la mano con la lucha contra la Supremacía Blanca dentro y fuera de nuestros lugares de trabajo y las salas de unión. 
 
Ya están ocurriendo tales actos de solidaridad. La semana pasada, miembros de la Unión de Tránsito Amalgamada de Minneapolis (ATU 1005) negaron cooperar con las órdenes de la policía de transportar a los manifestantes arrestados a la prisión en autobuses públicos. Los conductores de autobuses de Nueva York siguieron el ejemplo, rechazando los intentos de la policía de obligarles a llevar a la cárcel a los manifestantes arrestados. Estas acciones dicen mucho del rol que los trabajadores pueden desempeñar en la lucha contra la violencia policial y otras formas de injusticia.

MassCOSH permanece firmemente detrás del liderazgo del movimiento negro en su lucha contra las ejecuciones policiales racistas y otras formas de opresión institucionalizada. Por más de 40 años, MassCOSH ha apoyado a los trabajadores que luchan por la justicia y nos sentimos honrados de ser parte de un movimiento que busca elevar las voces de los negros y los morenos. Estamos aprovechando este momento histórico para profundizar nuestro compromiso con el trabajo sano y las comunidades sanas y libres de sistemas de racismo. Continuaremos nuestro trabajo para poner fin a la injusticia que enfrentan los trabajadores negros y otros trabajadores de color, los trabajadores inmigrantes, los trabajadores jóvenes, los trabajadores de bajos salarios, en el lugar de trabajo y en nuestras comunidades. Juntos podemos construir un mundo justo mediante la fuerza colectiva y la solidaridad con todos los trabajadores, y les invitamos a que se unan al esfuerzo con nosotros.