Los bebés y niños pequeños ciegos o con discapacidad visual aprenden a conocer su entorno y a situarse en el espacio cuando empiezan a moverse y explorar. Los profesores formados en orientación y movilidad ayudan a la familia a fomentar el movimiento intencionado del niño, le enseñan a conocer las partes del cuerpo, le introducen conceptos de dirección y le ayudan a utilizar un dispositivo de movilidad temprana, como un juguete para empujar o un bastón pequeño.
«Un bastón es una extensión de los brazos del niño. Permite al niño tocar, golpear o arañar diferentes superficies de su entorno y escuchar los sonidos que emiten», explica Janet Anderson, especialista en orientación y movilidad de A Shared Vision.
El bastón también proporciona a las manos del niño información táctil y auditiva. Este conocimiento les ayudará a orientarse en la escuela, al aire libre y en zonas desconocidas.
El bastón debe introducirse en casa antes de que el niño empiece a andar. «Así, su hijo puede explorar la forma del bastón, hacer ruido con él o jugar con él. Usar un bastón es divertido», dice Janet. Usted y su hijo pueden jugar a dar golpecitos y arañar objetos o superficies de la casa, describir los distintos sonidos y texturas y adivinar de qué objetos se trata.
Cuando su hijo tenga más movilidad, usted y su especialista en orientación y movilidad pueden ayudarle a practicar los desplazamientos con bastón por su casa. Aprenderá puntos de referencia importantes, como el frigorífico, las puertas o las escaleras.
ÉSTAS son algunas de las formas en que usted y su hijo pueden practicar el viaje por su casa, simplemente eligiendo una ruta, tocando o golpeando los puntos de referencia a lo largo del camino y etiquetándolos con una narración.
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