Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, Adonai habló claramente sobre luchar desde un lugar de descanso, pero no quise escuchar porque tenía una mezcla de emociones – dolor, enojo, impacto, especialmente porque niños fueron llevados como rehenes a Gaza - ¡¿cómo puede ser posible este pogromo en el tiempo moderno?! Así que me lance en frenesí de ayuda humanitaria y a visitar soldados en el frente para bendecirlos con abrazos y bandanas del salmo 91. Mientras ayudaba a una familia a evacuar, de camino a casa al aeropuerto, hubo explosiones en el cielo sobre Tel Aviv, así que pasamos parte del viaje en tren literalmente de rodillas...
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