The Episcopal Diocese of Los Angeles
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Drink This, All of You
A word from the Bishop’s Commission on Liturgy and Music

March 11, 2022

As Episcopalians adapt to a world that includes COVID for the foreseeable future, gathering at the table to receive bread and wine made holy remains a source of strength and inspiration, as it has from the earliest days of the Church.

We gather at the Holy Table at which Christ is host. Though the prayer book directions note: "Opportunity is always to be given to every communicant to receive the consecrated Bread and Wine separately," and that "the Sacrament may be received in both kinds simultaneously," receiving Communion in one kind only – as we have done recently during the pandemic – has precedent at other times in our history, whether out of convenience or necessity.

While receiving in one kind only (the consecrated Bread) continues to be an option in the Diocese of Los Angeles, effective on Palm Sunday (April 10, 2022), Bishop Taylor, acting on our recommendation, has approved the option of returning to the prayer book-preferred option of receiving both the consecrated Bread and Wine – which can be done in any of the following ways, in no particular order of preference, as our missions and parishes may deem best:

Option One: After the Breaking of the Bread, using the flagon of consecrated wine to fill small, individual chalices (cups) and distributing them to the people in the manner customary for the parish (by lay persons, deacons, or priests).

Option Two: After the Breaking of the Bread, using the flagon of consecrated wine to fill small, household (individual or family) chalices (cups), brought forward by individuals or family groups (filled by lay persons, deacons, or priests as is customary for the distribution for the parish).

Option Three: Having the communion minister intinct the wafer and place it in the communicant’s hand.

Option Four: Receiving directly from a common chalice with a non-porous surface (silver or similar metal), assuming a wine with a high alcohol content (such as typical communion port wines) and carefully wiping and turning the chalice between communicants.

NOTE: For public health reasons, the bishop does not approve (BCP, p. 408) receiving the consecrated Bread and Wine simultaneously by the formerly common method of intinction that involved communicants receiving bread in their hands and dipping it in a common chalice with their fingers.

Yours in Christ,

The Rev. Michelle Baker-Wright
The Rev. Randall Day
The Rev. Canon Susan Russell
The Rev. Kay Sylvester
for the Bishop’s Commission on Liturgy and Music
Beban todos de él
Un comunicado de la Comisión del Obispo de Liturgia y Música

11 de marzo del 2022

A medida que los episcopales nos adaptamos a un mundo que incluye al COVID en un futuro cercano, el congregarnos alrededor del altar para recibir el pan y el vino hecho santo continúa siendo una fuente de fortaleza e inspiración, de la misma manera que lo fue en los primeros días de la Iglesia. 

Nos congregamos en la Santa Mesa en la que Cristo es el anfitrión. Aunque las rúbricas del libro de oración Común dicen: "Siempre debe darse la oportunidad a todo comulgante para recibir separadamente el Pan y el Vino consagrados," y que “puede recibirse el Sacramento en ambas especies simultáneamente," el recibir la Comunión en una sola especie – como lo hemos estado haciendo recientemente durante la pandemia – tiene precedente en otros tiempos de nuestra historia, ya sea debido a necesidad o conveniencia. 

Mientras que el recibir una sola especie (el Pan consagrado) continúa siendo una opción en la Diócesis de Los Ángeles, a partir del Domingo de Ramos (10 de abril del 2022), el Obispo Taylor, actuando con nuestra recomendación, ha autorizado la opción de regresar a la forma preferida del libro de oración común de recibir tanto el Pan y el Vino consagrados – el cual puede hacerse en cualquiera de las siguientes opciones, las cuales no tienen ningún orden o preferencia particular, sino como nuestras misiones y parroquias consideren que sea la mejor forma de hacerlo: 

Opción Uno: Después de la Fracción del Pan, utilizando el flagón de vino consagrado para llenar copas individuales pequeñas y distribuirlas a la congregación de la forma que la parroquia tradicionalmente lo hace (por laicos, diáconos o sacerdotes.)

Opción Dos: Después de la Fracción del Pan, utilizando el flagón de vino consagrado para llenar copas pequeñas por núcleo familiar (individual o familia) cálices (copas), que cada familia trae ante el altar para ser (llenados por laicos, diáconos o sacerdotes como sea tradicional para la distribución en la parroquia).

Opción Tres: Que el ministro que está ofreciendo la comunión lo haga por intinción, colocando la hostia en la mano del comulgante. 

Opción Cuatro: Recibir directo de un cáliz común, hecho de un material no permeable (de plata o de un metal similar), asumiendo que el vino tiene un grado alto de alcohol (tal como lo tienen los vinos típicos de comunión) y limpiando y girando el cáliz de manera cuidadosa entre cada comulgante.

NOTA: Debido a razones de salud pública, el obispo no autoriza (LOC, p. 329) el recibir el Pan y Vino consagrados de manera simultánea por método de intinción que conllevaba que los comulgantes recibieran el pan en sus manos y lo metieran con sus dedos en el cáliz común.

Suyos en Cristo,

La Reverenda Michelle Baker-Wright
El Reverendo Randall Day
La Reverenda Canóniga Susan Russell
La Reverenda Kay Sylvester
Miembros de la Comisión de Liturgia y Música del Obispo