“Desde el primer día que llegué a Altea, fui adoptado como un valenciano más y quedé enamorado de su gente, sus rincones y su historia. Me sentí como en casa, una casa que me sirvió de refugio cada vez que necesitaba escapar a desconectar o huía de las grandes urbes para reencontrarme conmigo mismo. Un hogar que me hacía sentir protegido y desde el que me asomaba a contemplar la pausada belleza que alberga la millor terreta del mon.
Así nació “Desde mi ventana”, un paseo por los maravillosos parajes de esta tierra que es abrazada por la fuente de vida que me vio nacer en muchas facetas: el mar Mediterráneo. Una ventana que nos alegra la vista atrofiada e incluso cegada tras los confinamientos y cierres al que nos hemos visto obligados”.