Facebook  Youtube  

NOVIEMBRE 2025 CARTA


Sabemos que Dios es amor y entendemos que el reino de Dios fue establecido por su amor. Lo podemos ver a través de la escritura en Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.


Es evidente que el amor de Dios para nosotros fue inmenso que dio a su hijo unigénito para nuestra salvación para que aquel que crea en él sea salvo.  No hay ninguna duda de su amor por nosotros. Ahora que sabemos que el amor de Dios por nosotros es innegable, la pregunta es: ¿lo amamos nosotros y cuánto lo amamos? Jesús dice: «Si me amas, guarda mi palabra». Juan 14:15 Y también dijo: «Amen a su prójimo como a ustedes mismos Marcos 12:31 y ámense los unos a los otros». Juan 13:34


Lo que nos distingue a nosotros como creyentes es la medida del amor de Dios que caminemos. La palabra de Dios nos dice, que el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones. Romanos 5:5 Este derramamiento es un depósito del amor de Dios en nuestros corazones, y por esta razón podemos caminar en amor.  Pero para caminar en ese amor primero hay que recibirlo y cuando lo recibimos y estamos establecidos en él, podemos caminar en amor unos con otros.  No podemos extender ese amor si primero no lo hemos recibido. 


Cuando vemos el estado de la iglesia (el cuerpo de Cristo) sabemos donde estamos respecto al amor de Dios.  En la iglesia se habla mucho del amor de Dios hacia nosotros, pero no tanto de amarnos los unos a los otros. Cuando alguien realmente recibe el amor de Dios, ama a los demás. Hay evidencia en nuestro comportamiento hacia los demás cuando vivimos en ese amor, siempre queriendo lo mejor para los demás. Todo lo que hacemos lo hacemos por amor a Dios y por la causa de la obra de Dios. 


Es necesario hablar de este tema, porque es importante para nosotros.  


Para que la iglesia de Cristo camine en el poder de Dios, es necesario entender que el fundamento de la iglesia fue constituido por amor. Cuando la iglesia de Cristo pueda comprender este amor del padre hacia nosotros podemos caminar en amor unos con otros.  


Como dije en el principio, lo que nos distingue como creyentes, es como nos amemos unos hacia otros.  Si el amor de Dios está arraigado en nuestros corazones esto produce fruto en nuestras vidas y siempre va haber la evidencia, que es el producto en acción que somos discípulos de Jesus, porque él dijo que por nuestro amor del uno hacia al otro, el mundo sabrá que somos sus discípulos. John 13:35


Si viviéramos en amor, no habría tanta división, celos, envidia, manipulación, control, fornicación, adulterio ni toda clase de maldad e injusticia en las iglesias (el cuerpo de Cristo). Vemos que cuando suceden estas cosas, el amor no está arraigado en quienes las practican. 


Porque cuando un creyente está establecido por amor no toma ventaja del prójimo de ninguna manera. Cuando el amor de Dios está establecido en un creyente, siempre el amor nos conlleva a hacer el bien en todo momento.  


Es importante ver donde estamos como iglesia, así podemos examinarnos para que Dios haga su perfecta voluntad a través de nosotros.  Así podemos a Dios moverse a través de nosotros y tocar vidas.  Fue por amor y siempre será a través del amor.  

Nuestros Enlaces

Para obtener información sobre nuestro ministerio, envíenos

un correo electrónico a info@lighofvictoryministries.org


También puede comunicarse con nosotros al

832-769-6044 o por mensaje de texto.