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DICIEMBRE 2023 CARTA MENSUAL
La gracia de Dios es tan poderosa que solo cuando la entendemos, podemos recibirla, abrazarla y experimentarla en nuestras vidas. No podemos negar el poder de la gracia de Dios para nosotros porque es el poder de Dios el que nos sostiene en tiempos de necesidad.
Pablo, el siervo de Dios, vivió como creyente, un verdadero apóstol y siervo de Dios predicando el evangelio. Debido a esto, sufrió persecuciones, y en un momento de debilidad le pidió al Señor que le quitara el dolor que le fue dado a él, un aguijón en su carne, esto por causa de la persecución, insultos, dificultades y angustia. Él clamándole al Padre para que le quitara eso de Él, y el Señor le respondió en 2 Corintios 12: 9 (amplificado) Pero él me dijo que mi gracia (mi favor y la amabilidad y la misericordia) es suficiente para ti [suficiente contra cualquier peligro y te permite soportar el problema]; porque mi fuerza y poder se hacen perfectas (cumplido y completa) y se muestran más efectivas en [su] debilidad. Por lo tanto, más con gusto gloria en mis debilidades y enfermedades, para que la fuerza y el poder de Cristo (el Mesías) puedan descansar (sí, ¡puede lanzar una tienda de campaña y habitar) sobre mí!
Este siervo de Dios experimentó esta gracia cuando estaba en ese mismo momento de necesidad. Este hombre Pablo, que le había dado su vida al Señor, tuvo un verdadero encuentro con Él. Antes perseguía a la iglesia, y ahora un siervo. Podemos ver cómo entregó su vida al Señor. Se convirtió en un verdadero siervo (un apóstol).
Esto fue lo que Pablo confesó y sabemos que solo podía lograrlo por la gracia de Dios. Ya no vivía para sí mismo. Declaró esto en Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Cuando ponemos nuestra confianza en el Señor, esta es la seguridad, de que la gracia de Dios nos sostendrá. Nos ayudará en tiempos de dificultad como lo experimento Pablo. ¡Créalo, la gracia de Dios es suficiente para usted, tal como lo fue para Pablo!
He visto que cuando las cosas se ponen difíciles, algunos tiran la toalla. Este es un gran error. Nuestra confianza siempre debe estar en el Señor, abrazando su gracia que nos sostiene y nos mantiene a seguir la voluntad del Padre, pase lo que pase. ¡Su gracia es suficiente para nosotros!
Otra cosa que debemos tener claro es que lo que le sucedió a Pablo no fue por causa del pecado en su vida, sino porque era un verdadero siervo del Señor.
En el tiempo en que vivimos hoy, algunos solo buscan vivir para sí mismos y no pagan el precio de las cosas del reino. ¡Sí, hay un precio que pagar, negarse a sí mismo! No solo estamos salvos para vivir para nosotros mismos, sino para vivir para quien nos salvó.
La verdad de la Palabra de Dios siempre nos confronta. Cuando el Señor trae su palabra, él sabe lo que necesitamos y dónde estamos. Nos ama tanto que quiere que alineemos nuestras vidas con su palabra.
Nuestro Padre envió a su Hijo unigénito para traernos salvación, no para que continuemos viviendo como el viejo hombre, pero que caminemos en nuestra nueva naturaleza, como hijos e hijas. Para vivir una vida transformada, debemos dejar que la Palabra de Dios penetre nuestros corazones. Es por eso que es importante que cuando la palabra se predique a través de un verdadero siervo de Dios, la recibamos en nuestros corazones, para que pueda dar fruto en nuestras vidas. No la rechaces, abrázala, para que pueda traer beneficio a tu vida.
2 Timoteo 4:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.
Muchos han endurecido sus corazones y no recibirán la verdadera doctrina apostólica; Solo buscarán lo que quieren escuchar. Deja que la verdad de la Palabra de Dios te libere, para que puedas correr la carrera que tu Padre Celestial ha diseñado para ti. No importa lo que debas pasar durante tu caminar con el Señor, ¡Su gracia es suficiente para ti!
He entendido que la gracia de Dios es suficiente para mí. Aquí es de donde obtengo mi fuerza para seguir sirviendo al Señor. Agradezco a mi Padre Celestial por su gracia en mi vida.
Gracias Padre por tu gracia divina; Es tan maravilloso para mí. Puedo decirte que, si no fuera por su gracia, no sabría dónde estaría, y debido a esa maravillosa gracia que puedo testificar.
Tener esto en tu corazón, así como las gracias de Dios fue suficiente para Pablo, también es suficiente para ti.
Oro al Señor que te dé un verdadero entendimiento de su gracia, para que puedas caminar en ella, fortaleciéndote en tiempos de necesidad.
¡Amor y Bendiciones!
Vimarie Montaño
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