Hoy, me gustaría compartir algunas ideas sobre un aspecto integral de la cultura de nuestra escuela que fomenta un sentido de comunidad, espiritualidad y conexión: la tradición de asistir semanalmente a todas las misas escolares en nuestras parroquias de apoyo. Esta práctica no solo se alinea con los respectivos días festivos de cada parroquia, sino que también juega un papel crucial en fortalecer los vínculos entre nuestros estudiantes, sus familias y la comunidad religiosa en general.
Uno de los beneficios más importantes de esta peregrinación mensual es la oportunidad única que brinda a nuestros estudiantes de ser testigos de la diversidad y riqueza de las parroquias que nos apoyan. Ver el vibrante tapiz de tradiciones, matices arquitectónicos y expresiones espirituales dentro de la Misa católica enriquece la comprensión de la fe de nuestros estudiantes y amplía sus perspectivas.
La conexión entre nuestra comunidad escolar y las parroquias que la apoyan es una vía de doble sentido. Nuestra presencia en la Misa semanal permite a los feligreses ser testigos del entusiasmo, la energía y la reverencia genuina que nuestros estudiantes aportan a la experiencia de adoración. Este intercambio mutuo fomenta un profundo sentido de unidad y propósito compartido que va más allá de los muros de nuestra escuela y se extiende al corazón de las parroquias que nos apoyan.
Animo a todos los miembros de nuestra comunidad escolar a participar activamente en estas Misas semanales. Aceptar esta tradición no solo fortalece nuestros vínculos con las parroquias que nos apoyan, sino que también refuerza los valores de compasión, comunidad y respeto que se encuentran en el centro de la misión de nuestra escuela. Únase a nosotros mañana por la mañana en la Misa para toda la escuela a las 9 a.m. en St. Elizabeth Ann Seton.
Que las bendiciones de estas experiencias compartidas continúen transformándonos en una comunidad que refleje el amor y la gracia de nuestra fe católica.
Les deseo a todos un año académico bendecido y satisfactorio.
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