CARTA MENSUAL NOVIEMBRE 2018

Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Vemos en Juan 14:15, Jesús está diciendo, esta es la prueba que alguien tiene una relación personal conmigo y me ama, este guarda mis mandamientos.

De acuerdo con nuestro Señor Jesús, no es solo decir te amo, sino es en obedecerle y guardar diligentemente su Palabra.

El versículo 21 nos dice lo que sucede cuando alguien tiene una verdadera relación con Jesús. Una verdadera relación es guardar su palabra. 

Juan 14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Amar a Jesús es más que emociones, pero es tener Sus mandamientos y guardarlos. Como resultado, somos amados por el Padre y Jesús. Jesús promete manifestarse en la vida del individuo. La autorrevelación de Jesús en la vida de un creyente, es su presencia, poder, autoridad, señales y maravillas. Veremos este tipo de manifestación de Jesús, como la evidencia de la obediencia, caminando con Él, y obedeciendo Su Palabra.

Estamos hablando de una relación real con el Señor, o también podemos decir una amistad íntima.

Veamos cuál es el estándar o calificación para ser amigos de Jesús.

Juan 15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

No dejes tu primer amor, sigue amando a Jesús. Recuerda, amar a Jesús es obedecerle. 

Mateo 7:21-22 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

Escuche lo que el Señor está diciendo: "obediencia no es legalismo". Si alguien dice tener una relación real con Cristo, debe obedecer su Palabra.  

Cuando el Señor dice, arrepiéntete, Él está diciendo que regrese a la comunión que alguna vez tuviste antes con Él, y que se perdió por desobediencia. Recuerde, el arrepentimiento no es simplemente decir que lo siento, sino que el verdadero arrepentimiento es detenerse y alejarse completamente del pecado.

Es hora de restaurar tu relación con Jesús. No intentes impresionar a otros con expresiones externas, rituales y falsas expresión de amor. Lo que Dios requiere es una sincera obediencia y compromiso. El propósito de Jesús en nuestra vida es ser glorificado, para que Él se manifieste en nosotros para que el mundo lo vea.

¡Avivamiento viene!