Cada día de escuela cuenta en la vida académica de un niño. El Centro Nacional de Estadísticas Educativas tiene un mensaje claro: un día escolar perdido es una oportunidad perdida para que los estudiantes aprendan. La eficacia docente es el determinante más fuerte del éxito de los estudiantes en relación con la escuela, pero la ausencia crónica de los alumnos reduce incluso la capacidad del mejor maestro para brindar oportunidades de aprendizaje.
Se ha demostrado que los estudiantes que asisten a la escuela con regularidad alcanzan niveles más altos que los estudiantes que no asisten regularmente. Esta relación entre asistencia y rendimiento puede aparecer temprano en la carrera escolar de un niño. Un estudio reciente que analizó a niños pequeños determinó que el ausentismo en el jardín de infantes se asociaba con resultados negativos en el primer grado, tales como un mayor ausentismo en los años siguientes y un menor rendimiento en lectura, matemáticas y conocimientos generales.
La baja asistencia también tiene serias implicaciones para los resultados posteriores. Se ha descubierto que quienes abandonan la escuela secundaria exhiben un historial de comportamientos negativos, incluidos altos niveles de ausentismo a lo largo de su infancia, en tasas más altas que los graduados de la escuela secundaria. ¡Hagamos nuestro mejor esfuerzo para hacer de la asistencia a la escuela una prioridad!
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