¡Generación de víboras!, ¿quién os enseñó a huir de la ira venidera? (Lucas 3:7)
Ésta no es la manera recomendada para comenzar un discurso en el cual quiere convencer a sus oyentes. No hay humor autocrítico. No hay una broma con que comenzar para calmar y unificar al público.
Tampoco es una manera favorable para que la congregación tenga un humor bueno para el domingo de Gaudete (regocijo) — el tercer domingo de Adviento cuando encendemos la vela rosada y cuando celebramos el regocijo.
Pero, claro, esto es lo que requiere Juan. No podía hacer otra cosa. Fue convencido de la singularidad de su mensaje.
Con Juan había solamente un imperativo: ¡Arrepentíos! Y seguía con determinación:
“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: ‘Tenemos a Abraham por padre’, porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Además, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa al fuego.” (Lucas 3:8-9)
Cuando le preguntaron, Juan era muy específico acerca de lo que deben de hacer los que se arrepienten.
Los que tienen dos túnicas y mucha comida: Compartan con los necesitados. Los publicanos: No recolecten más dinero que la cantidad prescrita para Ud. Los soldados: No extorsionen. (Lucas 3:10-14)
Todo esto es para preparar a sus oyentes para el bautismo “ . . . por uno más poderoso que yo, . . .quien . . . os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” (Lucas 3:16)
Según Lucas, así Juan “. . . anunciaba las buenas nuevas al pueblo” y fue encarcelado por su enemigo Herodes. (Lucas 3:18-20)
Y es aquí donde la experiencia de regocijo para Juan seguramente empezó a tener efecto. Pregúntese a Ud. mismo: ¿Qué le hace más alegre que el dar de sí mismo — aún a gran costo personal — por una causa que lo sobrevivirá? ¿Qué podría hacer la vida más alegre y más significativa que el aceptar “la libertad y el poder que Dios les da para resistir el mal, la injusticia, y la opresión en cualquier forma en que se presenten?” (Voto bautismal de los metodistas unidos)
Leah Tutu dijo de su esposo Desmond cuando estaba en la cárcel por protestar apartheid: “Prefiero verlo contento en la cárcel que deprimido afuera.”
Juan llamó que personas vivieran vidas de justicia económica en el corrupto Imperio Romano. Juan bautizó para que el pueblo estuviera listo para Jesús — el renegado rabino del Reino de Dios quien prometió volcar ese imperio por traer buena nuevas a los pobres y poner en libertad a los cautivos. (Lucas 4:18) Juan sabía los iba a ocurrir. Juan y Jesús fueron encarcelados y ejecutados.
La beatitud de Jesús fue para ellos y para nosotros:
Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros. (Mateo 5:11, 12)