Este domingo en la Cuaresma de ordinario se dedica a la tentación de Jesús, y un llamado al ayuno. Mi ex-profesor Fred Gealy tenía un pensamiento sabio en el tema.
El ayuno, siguiendo un régimen para perder peso tiene sentido para unos de nosotros, pero el rehusar comida por razones religiosas nos parece a los que somos seguidores de Pablo como una obra de la ley. Todo esto de ayuno y de dejar de hacer cosas y de obedecer ciertas leyes de la iglesia pueden hacernos mejores personas en la iglesia, pero no nos hace necesariamente mejores cristianos.*
Hablando de hacernos mejores cristianos, acabamos de pasar por una reunión intensa en San Luís donde se ofreció oración tras oración. Se ofrecían palabras sabias, el pan fue partido, y había una muestra exterior de belleza en el culto como cientos de personas se reunieron de todas partes del mundo.
Pero entonce la iglesia regresó al mismo rollo – se puso las manos al negocio – y partió con una iglesia dividida. No estoy seguro que nos hizo mejores cristianos, pero quién soy yo para juzgar – no estaba allá. Pero tengo otra observación sobre todo esto. Ya sé cuán difícil fue para nuestra obispa y muchos en nuestra delegación. Y a causa de ellos,
me siento optimista
. Quizás es porque he estado aquí por un buen rato, y he visto una o dos cosas.
Soy tejano transplantado, y como estudiante joven en Perkins, experimenté una clase de locura, pero aquella vez trataba con la ira sobre el dejar que cinco estudiantes negros asistieran a la escuela.** Los padres gritaron, “¿Dónde duermen y comen – ciertamente no en los dormitorios.” Uno de los estudiantes era Cecil Williams, de Glide Memorial Church de California.
Me siento optimista
. Quizás es porque era parte de la lucha semi amargo del movimiento de Derechos Humanos como vimos el martirio, dolor, y personas advirtiendo que esto dividiría nuestra iglesia. De esa lucha, nosotros en Iowa dimos la bienvenida al primero obispo negro sirviendo en una conferencia casi completamente blanca. Sí que había temor y presentimiento. Pero el Obispo James S. Thomas estaba con nosotros durante doce años, y éramos una Iglesia mejor a causa de él.
Algunos dirán que esta vez es diferente. Pues, el cambio siempre es diferente, llenado con miedo, temor, y presentimiento. Sigo diciéndoles a jóvenes lo que Pablo dijo cuando su barco fue agarrado en la tormenta y estaba al punto de deshacerse: “La gente preguntó, “Debemos abandonar el barco?” Pablo dijo, “No, quédense con el bardo.” ¡Y así lo hicieron! Y nosotros también nos quedaremos, muchos de nosotros.
Cuando Jesús bajó de la montaña de tentación, donde había ayunado por cuarenta días, tenía hambre. Encontró al mismo mundo, las misma leyes rígidas existían para decidir quién es digno. Jesús comenzó a crear signos de una nueva edad, un nuevo comienzo. Y ésa es nuestra tarea: crear los signos que señalan una manera nueva y diferente para vivir, para amar, para dar la bienvenida al extranjero. Y como recuerdo yo, lo que Jesús comenzó, las puertas de Hades todavía no han sobrevenido.
Sí, me siento optimista, y he aquí el por qué:
El domingo, la Icono-class (de la escuela dominical) se reunirá, un grupo de personas que dan la bienvenida a todos, no hay prueba de fuego requisito. El martes, la Grace Free Clinic con personal del hospital Broadlawns dará la bienvenida a todos los que se encuentran enfermos y quebrantados – una comida caliente será proveída y se puede encontrar un abrigo caliente si se lo necesita. Un aconsejador de salud mental estará de servicio el miércoles, y el fin de la semana la gente se reunirá para el servicio de culto. Esta congregación decidió hace mucho años y tomaron un voto para ser buenos vecinos.
Ahora éste es el asunto: cada iglesia deber ver lo que pasó la semana pasada como llamada de despertador. Como buena política, toda religión verdadera es local. Vayan a crear signos de un nuevo día, y ¡por el amor de Dios!, den la bienvenida al extranjero – y por favor, sin prueba de fuego.
En la próxima Conferencia Anual, habré asistido a 63 sesiones, y sí tengo planes para asistir. Y de verdad he visto una o dos cosas – ¡Que Dios tenga compasión de esta vieja iglesia nuestra!
¡Me siento optimista!
Estamos en la Cuaresma y reportes ya llegan sobre lo que ocurrió en San Luís.
Jan y yo fuimos a Oxford, Inglaterra. Nunca había estado allá y parte de mi deseo para ir era para visitar la Iglesia Santa María [St. Mary’s Church] donde Juan Wesley dio su gran sermón “Por Gracia has sido salvado por fe.” La vieja iglesia estaba en reparaciones pero el acomodador no permitió entrar. En el púlpito había un anuncio pequeño que dio la fecha y dijo que esta iglesia sí era donde Juan Wesley dio su gran sermón. Después de ese sermón, que regañó a casi toda la facultad, el Acomodador pidió que Wesley le diera sus apuntes al Decano. Wesley vio esto como providencial. Dijo que ahora todas personas tendrán que leer el sermón, algunos más de una vez. Si Wesley simplemente hubiera publicado el sermón, pocos lo habrían visto. Y eso fue la última vez que era invitado a predicate en la Iglesia de Santa María.
Todos sabemos de la conversión de Wesley en 1738 – la experiencia emocionante. Pero la conversión verdadera ocurrió el próximo año 1739 cuando decidió hacerse predicador de la calle. La Iglesia en aquella época era reservada para los adinerados. La clase baja no tenía la bienvenida. De verdad, el acomodador llevaba un bastón metal para causar que los pobres y los impuros hicieran camino para la nobleza.
En su diario Wesley reporta que se había hecho un hombre vil – salió a predicar a los impuros, los que recibían la bienvenida; a los mineros del carbón, a los pobres, a las mujeres, a los que habían recibido los pecados de otros. Inmediatamente la respuesta fue enorme. Todos que se sentían juzgados y poco gratos a causa de cosas fuera de su control creían que tenía amigo. Lo demás es historia.
Menciono esto el primer domingo en la Cuaresma a causa de lo que ocurrió en San Luís.
Estaba seguro de que personas inteligentes nos avanzarían. Pero no pudimos tener la tracción que necesitábamos porque hacemos doctrinas antiguas sagrada e invariables.
En Oxford, el acomodador pidió disculpas por las reparaciones en el edificio. Entonces dijo: “No se lo digan a nadie, pero pagamos por las reparaciones con dinero de la lotería.” Yo dije que diríamos que es divinidad práctica y a eso el acomodador sonrió.
*Gealy, Fred,
Let Us Break Bread Together, Communion Meditations for the Church Year, Abingdon Press, New York, Nashville, p. 48.
**Cunninggim, Merrimon,
Perkins Led the Way, la historia de cómo un seminario no se rindió a los temores de aquel tiempo y se abrió a todos.