El poeta T.S. Eliot dijo una vez que hay tres cosas sobre que vale la pena escribir: el sexo, la política, y la teología. He reflexionado sobre esto como partes de mis oraciones para la Conferencia General.
Sexo
, como yo lo he experimentado, es un don biológico maravilloso, un misterio divino, y la parte más privada de mi vida. En nuestros comienzos no tuvimos control sobre quién íbamos a ser como seres sexuales. Era simplemente algo que ocurrió, no como conducta aprendida, es lo que es. Y debe ser la forma más privada de revelación que puede ocurrir entre dos personas. Algunos atarían a la silla y lo golpearían con una manga de goma para sacar una confesión o una definición. “Que el Señor tenga piedad.”
Política:
Un amigo cínico me dijo que en el primer día de la creación dos criaturas se encontraron en la borde de la jungla, de una vez por todas para decidir quién sería
comido
y quién
comería
. Pero una vista metodista de la política – o el ser político – es la manera en que ordenamos nuestras vidas para ser unos con otros en comunidad. Buena política asume que ambos los débiles y los fuertes tienen obligaciones de estar unos con los otros. Walter Brueggemann nos acuerda de cuántas veces la palabra pequeña “con” es usada en las escrituras. Adán está con Eva, no sobre o debajo de ella, sino en relación. Esta palabra pequeña se usa siempre para dejar relaciones iguales. Es algo como cuando decimos Emanuel,
Dios con nosotros
, no sobre, sino
con
. La política correcta transforma a nuestras relaciones en buena vecindad. De verdad caminaremos unos con otros, caminaremos agarrados de las manos, armados con los grandes ingredientes de Pablo – fe, esperanza, y amor, con el amor saliendo victorioso.
Teología
es el descubrimiento y el dar nombre al misterio que nos da vida. De verdad no encontramos a Dios, ¡Dios nos encuentra a nosotros! Y sé que hay uno más cerca a mí que yo estoy a mí mismo. En éste vivimos, nos movemos, y somos. Cuando aprendí a enfocarme en Jesús, el misterio divino me fue revelado. Jesús es el foco de atención que me deja ver y conocer la bondad y la misericordia de Dios en toda la creación – en cada alma. De verdad, en Jesús descubro que mi vida es incompleta sin personas con quienes puedo compartir la vida. La teología es una manera de ver, de conocer, una manera relacional de estar en el mundo con sí mismo y con otros.
La Conferencia General reciente ha sido una prueba de nuestra madurez en tal fe.
Un poco de salmo me ha ayudado como nos hemos acercado a este momento en la vida de la Iglesia. El Salmista nos acuerda que “El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.”
Una cosa sé con certeza, no importa cómo seguirán saliendo las cosas: aquí en Iowa, congregaciones locales seguirán adorando, enseñando y siendo enseñados, y actuando las tareas diarias de ser buenos prójimos. Quizás es maravillar a las acciones de algunos que quieren representar el amor puro de Dios por perseguir selectivamente a otros. Y es saber que hemos de pararnos
con
los perseguidos.
Y la iglesia a la cual asisto tiene el nombre
Gracia
, así que de verdad no tenemos otra opción que alcanzar a otros para ofrecer el amor ilimitado de Cristo a nuestro prójimo. Y de ser acordado que todos son nuestro prójimo. Gracias a Dios.