“Dios ha puesto en mi corazón cómo las personas están hambrientas de Su Palabra y quieren aprender. Necesitamos más personas que hablen y enseñen la Palabra”.
-- Kenneth Finley
Eso es exactamente lo que Ken ha hecho. Cada vez que tiene la oportunidad, le está hablando a alguien acerca de Jesús, una vez incluso bajo una lluvia torrencial. También atrajo a los niños dondequiera que fuera y usó ese don para ministrarles.