31 de enero de 2024
Querido amado,
Ha amanecido un nuevo año y con él, para muchos de nosotros, llegó una ola de frío que nos convenció de que nunca querríamos vivir en Alaska.
Al regresar a Denver después de nuestra peregrinación a la Casa Romero a Guatemala y El Salvador, nos abofetearon con una temperatura de -3 grados (un cambio de 100 grados desde donde estábamos). Un mensaje en mi texto decía: "Si alguna vez dijiste '¡Haré eso cuando el infierno se congele!', ¡Estás programado que lo hagas mañana!".
¡Mucho que hacer! Espero que hayas disfrutado de tus actividades en el interior este mes y hayas logrado todas esas tareas que estaban esperando esa oportunidad para obligarte a terminar.
Al viajar por el país estos últimos meses, he salido una vez más inspirado por las amorosas comunidades católicas ecuménicas que conforman lo que somos: comunidades de personas abiertas y amorosas que se preocupan mucho unos por otros, por aquellos que sufren exclusión, los que están en las calles y los refugiados e inmigrantes que esperan la bienvenida oficial a nuestro país. Todos estamos agobiados por nuestras divisiones políticas y religiosas y oramos especialmente por la paz en Gaza y Ucrania.
Cuando pienso en la división, este mes experimentamos el dolor y la pérdida asociados con las comunidades de Todos los Santos y Hermanas. Thea Bowman que han decidido dejar nuestra Comunión.
En estos meses previos a nuestro Santo Sínodo, esperamos comprometernos plenamente a escuchar profundamente a la Santa Sabiduría y cómo ella nos llama a ser, cómo organizarnos y cómo servir mejor al mundo en estos días que se nos han dado.
Tu Hermano en la Viña....
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