OCTUBRE 2021 CARTA MENSUAL
Como creyentes en algún momento de nuestra vida cristiana, hemos recibido una profecía. Algunos de ellas aún no se han cumplido. El Espíritu Santo quiere que les diga que pueden usar esas profecías como armas contra el enemigo, declarándolas contra las mentiras del diablo.
Ahora vayamos a la palabra de Dios donde el apóstol Pablo le recuerda a Timoteo la palabra profética que le fue dada en 1 Timoteo 1:18.
1 Timoteo 1:18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia
Vemos claramente que Pablo exhortó a Timoteo a usar la palabra profética como un arma, para librar la buena guerra. Todos sabemos que pasamos por cosas en la vida en nuestro caminar con el Señor. Quizás, Timoteo estaba en medio de una guerra espiritual, y Pablo básicamente le dijo a Timoteo, mira, tienes un arma, la palabra profética que te fue dada previamente. Úselo contra cualquier oposición a la que te enfrentes.
La palabra profética que recibimos puede usarse como un medio de aliento en tiempos difíciles.
La promesa de Dios o Rhema, palabra hablada o dada, esta promesa, que el Espíritu Santo trae a nuestro corazón y mente de la palabra de Dios, cuando enfrentamos pruebas y tribulaciones. Que la promesa de Dios en ese momento se convierta en Rhema para ti; esta es un arma en el Espíritu que puedes usar, porque es la palabra de Dios. Lo mismo es cierto, con la verdadera palabra profética, puedes usarla como un arma en el Espíritu.
Efesios 6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios
Hebreos 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
De la misma manera, que confesamos la palabra de Dios, debemos confesar y declarar la palabra profética que hemos recibido que aún no se ha cumplido. Sucederá en nuestras vidas. ¡Ten Animo!
