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Iniciamos el mes de octubre con el corazón sacudido por la diversidad de noticias que nos llegan de todos lados. El mundo es testigo de las atrocidades que siguen dando en Gaza, Ucrania y otras partes del mundo. A nivel nacional, continúan las detenciones y deportaciones de muchos hermanos y hermanas que en un momento habían decidido venir a este país en busca de un mejor futuro. Por momentos pareciera que el trato misericordioso y comprensivo entre naciones y pueblos es un asunto para historietas de fantasía…
En medio de todo esto, seguimos siendo llamados a ser mensajeros de la esperanza. Ciertamente no es fácil cuando las circunstancias que nos rodean nos invitan al desánimo y escepticismo. En este sentido, el Papa León XIV en su mensaje del 1 de octubre nos invita a dejarnos impactar por el ejemplo del Jesús resucitado. Dice el Papa: "cuando nos recuperamos de un trauma causado por los demás, a menudo la primera reacción es la rabia, el deseo de hacer pagar a alguien lo que hemos sufrido. En cambio, el Resucitado no actúa de este modo". Es más, "Cuando emerge de los abismos de la muerte, Jesús no se toma ninguna venganza. No regresa con gestos de potencia, sino que manifiesta con mansedumbre la alegría de un amor más grande que cualquier herida y más fuerte que cualquier traición". Ese mismo Jesús, sopla el Espíritu sobre sus apóstoles y los envía a una misión reconciliadora.
El Papa finaliza su mensaje diciendo que "el centro de la misión de la Iglesia no consiste en administrar un poder sobre los demás, sino en comunicar la alegría de quien ha sido amado justamente cuando no se lo merecía. Es la fuerza que ha hecho nacer y crecer la comunidad cristiana: hombres y mujeres que han descubierto la belleza de volver a la vida para poder donarla a los demás".
En medio de los problemas que nos aquejan, busquemos y sigamos a ese Jesús que nos anima a dar lo mejor de nosotros a través las actitudes y acciones de muchos de nuestros hermanos y hermanas que en su diario vivir no se dejan intimidar por las adversidades y ponen lo mejor de sí mismos para demostrar con palabras y acciones que en vez de quejarse por que existen tinieblas, hacen su mejor esfuerzo para encender luces.
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