Mis hermanos y hermanas en Cristo:
Les escribo para agradecer a nuestra familia diocesana por la intensidad y la fidelidad de sus oraciones esta semana por las víctimas del tiroteo en Monterey Park y el Condado de San Mateo, por sus respectivas familias y amigos, y por todos los miembros de la comunidad asiático-americana y de las islas del Pacífico.
Por supuesto nuestros pensamientos rápidamente se enfocan en las personas de la Iglesia Episcopal San Gabriel en Monterey Park. Ninguno de sus miembros se vio directamente afectado, pero algunos de ellos viven cerca de donde aconteció el tiroteo o han visitado el lugar. Los líderes de la Iglesia decidieron continuar con sus horarios de adoración programados para el domingo por la mañana. La sacerdote encargada, la Rvda. Canóniga Ada Wong-Nagata, la guardián mayor Anne Cheng, y yo nos hemos mantenido en contacto. Favor de mantenerlas a ellas, a toda la parroquia y a la comunidad de Alhambra en sus oraciones donde héroes de la comunidad desarmaron al tirador en el segundo sitio, y a lo largo del Valle de San Gabriel, donde miembros de la comunidad asiático-americana y de las islas del Pacífico (AAPI según sus siglas en inglés) se vieron particularmente conmovidos por la violencia que sucedió en la celebración de la llegada del año nuevo chino.
En un ámbito más general, de la misma manera que el asesinato de ocho personas en Atlanta en marzo del 2021 y uno en la Iglesia de Laguna Woods en mayo del 2022, los ataques de esta semana han provocado ansiedad y trauma entre nuestros vecinos que han experimentado actos e insultos racistas durante toda su vida y que se empeoraron al ser utilizados tanto ellos como China como chivos expiatorios, por parte de miembros de alto nivel del gobierno de los Estados Unidos durante la pandemia. El saber la identidad étnica del tirador tanto del sábado como del lunes no mitiga el dolor de nuestras hermanas y hermanos del AAPI. Más bien lo empeora.
Los hechos distintos de las diferentes balaceras masivas no cambian el trabajo que tenemos que hacer. En nuestra nación, comunidades, e Iglesias, la forma de actuar es como siempre ha sido. Manteniendo curiosidad y siendo abiertos a las relaciones con el pueblo de Dios en toda su diversidad y diferencia, entendimiento que la comunidad amada es una comunidad plural, que encarna todo el rostro de Dios. Prestando atención y actuando cuando alguien en nuestros círculos de relaciones se encuentra cayendo en las sombras del temor, la soledad y el odio. Abogando por leyes de sentido común que dificulten el acceso a armas de fuego a personas perturbadas.
Y, en estos días, estando de luto y ofreciendo nuestro testimonio. La Iglesia de Nuestro Salvador en San Gabriel le invita a una vigilia de oración el domingo, 29 de enero a las 4p.m. La Rvda. Katherine Feng predicará. El servicio incluirá una “Letanía tras un tiroteo masivo” por los Obispos Unidos en Contra de la Violencia con Armas de Fuego. Para leer más sobre los Obispos Unidos:
https://bishopsagainstgunviolence.org.
Oh Dios, tú nos hiciste a tu propia imagen, y nos redimiste por Jesús tu Hijo: Mira, en tu compasión, a toda la familia humana; quita el odio y la arrogancia que nos corrompe el corazón; derrumba las barreras que nos separan; únenos en vínculos de amor; y actúa a través de nuestra lucha y confusión a fin de cumplir tus propósitos en la tierra, para que a su debido tiempo todas las naciones y razas te sirvan en armonía alrededor de tu trono celestial; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
— Libro de Oración Común, p. 705
Suyo en el amor de Cristo,
El Rvdmo. John Harvey Taylor
VII Obispo de Los Ángeles