gráfico por
©Deposit Photos
|
|
T12.4 [29] 39
¿Acaso podrías
reconocer
un encuentro santo
7
si lo percibes simplemente como un encuentro con tu
propio
pasado?
40
Pues en ese caso no te estarías encontrando con nadie
8
, y el
compartir
de la salvación
9
—
que hace que el encuentro sea santo
— quedaría excluido de tu mirada.
41
El Espíritu Santo te enseña que cuando te encuentras con alguien siempre te encuentras
contigo Mismo
10
, y el encuentro es santo porque
Tú
11
lo eres.
42
En cambio, el ego te enseña que en esos encuentros siempre te encuentras con tu
pasado
y, como tus sueños no
eran
santos, el futuro
tampoco
lo será y el presente no tiene sentido.
UCSM TEXTO CH 12,
IV LA CURACIÓN Y EL TIEMPO
|
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 140
Puede decirse que la salvación
1
es lo único que cura
2
.
|
L140.1 1
La palabra "cura" no puede aplicarse a ningún remedio que el mundo considere beneficioso.
2
Lo que el mundo percibe como un remedio terapéutico es sólo aquello que hace que el cuerpo se sienta "mejor".
3
Pero cuando trata de curar a la mente, el mundo no la considera como algo separado del cuerpo, dentro del cual cree que ella existe.
4
Por lo tanto, sus medios de curación tienen que substituir una ilusión por otra.
5
Una creencia en la enfermedad adopta otra forma, y de esta manera, ahora el paciente percibe que se siente restablecido
3
.
|
|
1
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
2
Curar
(o
curación
como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y el espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra mente al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver
T2.3 [69], T4.5 [66] 56, T4.9 [106], T5.1 [1]-[2], T5.2 [5] 1, T5.3 [18], T19.2
3
La
enfermedad
de todas las enfermedades, cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es la separación de Dios y todas las secuelas que ésta trajo consigo. Además, se quiere creer que Dios no tuvo ni tiene nada que ver con ella, ni con la hechura del tiempo y del espacio y todo lo que estos contienen, ni con lo que ocurre a diario en el Cosmos, ya que nuestra verdadera Realidad —como las Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, que verdaderamente somos— es la de ser el Hijo único de Dios, en el eterno Presente de Su Unicidad. En cambio, cuando pensamos con el ego —que es lo que hacemos habitualmente— creemos que nuestra realidad es todo lo que percibimos con él, incluyendo las cosas aparentemente buenas y malas, y dentro de las malas, las enfermedades psíquicas y físicas, y finalmente la muerte. Ver
T2.1 [17], T6.6.3 [94] 69), T8.9 [88] 63, T9.11, L136, M5.2 11, M5.3.3 25
|
|
L E C C I Ó N 140
Puede decirse que la salvación
1
es lo único que cura
2
.
pár
2-5
|
|
L140.2 6
Pero no se ha curado.
7
Sencillamente soñó que estaba enfermo y en el sueño encontró una fórmula mágica para curarse.
8
Sin embargo, al no haber despertado del sueño, su mente continúa en el mismo estado que antes.
9
Él no ha visto la luz que lo podría despertar y poner fin a su sueño.
10
¿Qué diferencia establece el contenido de un sueño en la Realidad?
11
Ninguna, pues o uno está dormido o despierto.
12
Entre los dos no hay nada.
L140.3 13
Los sueños felices que el Espíritu Santo ofrece son diferentes del soñar del mundo, donde lo único que uno puede hacer es soñar que está despierto.
14
Los sueños que el perdón permite a la mente percibir no inducen a otra forma de sueño, de manera que el soñador sueñe otro sueño.
15
Sus sueños felices son emisarios del amanecer de la Verdad en la mente.
16
Ellos conducen del sueño a un suave despertar, de tal manera que los sueños se desvanecen.
17
Y así, curan por toda Eternidad.
L140.4 18
El Redimir cura con toda seguridad, y cura toda enfermedad
4
.
19
Pues la mente que comprende que la enfermedad no es sino un sueño, no se deja engañar por ninguna de las formas que el sueño pueda adoptar.
20
Donde no hay culpa no puede haber enfermedad, pues ésta no es sino otra forma de culpa.
21
El Redimir no cura a los enfermos
5
, pues eso no es curar.
22
Pero sí elimina la culpa que hacía posible la enfermedad
6
.
23
Y eso, ciertamente es curar.
24
Pues ahora la enfermedad
7
ha desaparecido, sin que quede nada adonde pueda regresar.
L140.5 25
¡Que la paz sea con ustedes que han sido curados en Dios y no en sueños inútiles!
26
Pues la curación tiene que venir de la santidad, y la santidad no puede encontrarse allí donde se aprecia el pecado.
27
Dios mora en templos santos.
28
No se Le permite la entrada donde el pecado ha hecho acto de presencia.
29
No obstante, no hay ningún Lugar
8
en el Que Dios no esté.
30
Por lo tanto, el pecado no tiene un sitio donde poder ocultarse de Su beneficencia.
31
No hay lugar en el que la santidad esté ausente, ni ningún sitio donde el pecado y la enfermedad puedan morar.
|
4
… de la mente
5
… según el ego, es decir, enfermos de la separación y sus secuelas
6
… de la mente
7
… de creer que todo esto aquí es real,
8
… en el Cielo, la única Realidad que existe,
|
L E C C I Ó N 140
Puede decirse que la salvación
1
es lo único que cura
2
.
pár
6-9
|
L140.6 32
El pensamiento que cura es éste:
33
No hace distinciones entre irrealidades.
34
Tampoco trata de curar lo que no está realmente enfermo, porque no concibe que ahí haya necesidad de curar.
35
Este pensamiento no es magia.
36
Sencillamente, llama a la Verdad
9
, la Cual no puede fallar de curar y lo va hacer eternamente
10
.
37
No es éste un pensamiento que juzga una ilusión por su tamaño, su aparente gravedad, o por cualquier cosa que esté relacionada con la forma en la que se manifiesta.
38
Sencillamente, se concentra en lo que es
11
, y sabe que ninguna ilusión puede ser real.
L140.7 39
No tratemos hoy de curar lo que no puede enfermar
12
.
40
La curación debe procurarse, pero sólo para el sitio donde se encuentra la enfermedad
13
, para entonces aplicarla a lo que está enfermo
14
, de manera que se pueda curar.
41
Ninguno de los remedios que el mundo suministra puede realmente producir cambio alguno en nada;
42
en cambio, la mente que lleva sus ilusiones ante la Verdad sí cambia realmente.
43
No hay otro cambio que éste.
44
Pues, ¿cómo puede una ilusión diferir de otra más que en atributos que no tienen substancia, realidad, núcleo, ni nada que sea verdaderamente diferente?
L140.8 45
Hoy nos proponemos cambiar nuestra forma de pensar con respecto a lo que constituye la fuente de la enfermedad
15
, pues estamos buscando una cura para todas las ilusiones, no otro alternar entre las curas.
46
Hoy vamos a tratar de encontrar la fuente de la curación
16
, la cual se encuentra en nuestras mentes porque Nuestro Padre La ubicó ahí para nosotros.
47
No está más alejada de nosotros que nosotros de nosotros mismos.
48
Ella está tan cerca de nosotros como lo nuestros propios pensamientos, tan cerca que es imposible que La podamos perder de vista.
49
Sólo necesitamos buscarla y con toda seguridad La encontraremos.
L140.9 50
Hoy no nos dejaremos engañar por lo que a nosotros nos parezca estar enfermo.
51
Hoy iremos más allá de las apariencias hasta llegar a la fuente de la curación
17
, de la que nada está exento.
52
Tendremos éxito en la medida en que nos demos cuenta de que nunca puede existir una distinción válida entre lo falso y lo que es igualmente falso.
53
En esto no hay gradación ni creencia alguna de que lo que no existe pueda ser más cierto en algunas de sus formas que en otras.
54
Todas las ilusiones son falsas, y se pueden curar precisamente porque no son verdaderas.
|
9
... "la Verdad" aquí es sinónimo del Espíritu Santo, Que es la Respuesta de Dios a la separación.
10
… en la Unicidad en la Que no hay nada que "curar", pués sólo hay Amor y la paz y la alegría que trae consigo…
11
… real
12
… la mente del Hijo de Dios que realmente es Una con la Mente única de Dios
13
… en la mente
14
… los pensamientos que creen que el tiempo y el espacio y todo lo que sucede en ellos es real,
15
… de la separación y todas sus secuelas,
16
… el Espíritu Santo, la Respuesta de Dios a la enfermedad de la separación,
17
… el Espíritu Santo en nosotros,
|
L E C C I Ó N 140
Puede decirse que la salvación
1
es lo único que cura
2
.
pár
10-14
|
L140.10 55
Así pues, dejamos a un lado nuestros amuletos, nuestros talismanes y medicamentos, así como nuestras encantaciones y trucos mágicos
18
, cualquiera que sea la forma que adopten.
56
Vamos a aquietarnos y a ponernos a escuchar de la voz
19
que cura, la cual curará todos los males
20
como si se tratara de uno solo, restaurando así la cordura del Hijo de Dios.
57
Ninguna otra voz sino ésta puede curar.
58
Hoy escucharemos una sola Voz, la Cual nos habla de la Verdad, en la Que toda ilusión termina, y la paz retorna a la eterna y apacible Morada de Dios.
L140.11 59
Al comenzar el día, nos despertamos oyéndolo y dejaremos que nos hable durante cinco minutos, al igual que al terminar el día, cuando Lo escucharemos nuevamente durante otros cinco minutos, antes de irnos a dormir.
60
Nuestra única preparación consistirá en dejar de lado los pensamientos que constituyan una interferencia, no uno por uno, sino todos a la vez.
61
Pues todos son lo mismo.
62
No hace falta hacer distinciones entre ellos y demorar así el momento en que podamos oír a Nuestro Padre hablarnos.
63
Lo oímos ahora.
64
Hoy vamos a Él.
L140.12 65
Sin nada en nuestras manos a que aferrarnos, y elevando nuestros corazones y mentes alertas, oramos:
L140.13 66
La salvación es lo único que cura.
67
¡Padre! háblanos
21
, para que nos podamos curar.
L140.14 68
Y sentiremos la salvación cubrirnos con una suave protección y con una paz tan profunda que ninguna ilusión podrá perturbar nuestras mentes ni ofrecernos pruebas de que es real.
69
Esto es lo que aprenderemos hoy.
70
Cada hora repetiremos nuestra plegaria de curación, y cuando el reloj marque la hora, dedicaremos un minuto a oír la respuesta a nuestra plegaria, que se nos dará mientras esperamos en silencio y con alegría.
71
Hoy es el día en que nos llega la curación.
72
Hoy es el día en que a la separación le llega su fin y en el que recordamos Quién somos realmente.
|
18
La
magia
, según el
Curso
y cuando pensamos con el ego, es todo lo que percibimos por medio de nuestros sentidos y que tratamos de comprender mediante nuestro raciocinio, memoria y el sentido común que nos trae la experiencia de cada día. Pero esa realidad tiene que ser irreal, simplemente porque un Dios de Amor no la pudo haber creado. En efecto, el
Curso
añade que Dios, en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, creó únicamente nuestras Almas, Una en Cristo, Su Hijo único. No creó nada más. Por tanto, si queremos creer en un Dios perfecto y eterno, también tendremos que creer no sólo que lo que percibimos aquí tiene que ser magia o ilusión, sino que lo que no percibimos con nuestro sentidos pero experimentamos internamente durante algunos instantes santos en el mundo real, cuando hemos perdonando totalmente al otro, es el reflejo aquí de Nuestra verdadera y eterna Realidad. Ver
T1.1.14 [14], T23.3 [30] 70, T2.3 [62]
19
... del Espíritu Santo,
20
… de la mente separada: En minúscula, la
mente
representa nuestra mente aquí, en la separación, y puede estar acertada o equivocada dependiendo de la voz que escuche. El
Curso
la describe como si tuviese dos partes: el espíritu (o mente acertada) y el ego. El espíritu es la parte que aún puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, cuando pensamos, percibimos, perdonamos y extendemos milagros con Él. El ego es la parte que piensa según la evolución, es completamente ilusoria y sólo hacedora de ilusiones. Ver
T30.4 [43], T6.5 [46] 11, T6.5 [48]
21
… por medio de Tu Respuesta a nuestra separación de Ti: El
Espíritu Santo
.
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
12
EL PROBLEMA DE LA CULPA
T12.4
LA CURACIÓN Y EL TIEMPO
|
T12.4 [23] 1
Y ahora, la razón por la que tienes miedo de este
Curso
debería serte evidente.
2
Pues éste es un
Curso
sobre el Amor, ya que se trata de
Ti
1
.
3
Se te ha dicho que tu función en este mundo es curar
2
, y que Tu Función en el Cielo es crear
3
.
4
El ego te enseña que tu función en la tierra es destruir, y que no tienes
ninguna
en el Cielo.
5
De esta manera, el ego quiere destruirte aquí y enterrarte aquí, no dejándote otra herencia que el polvo del cual él cree que fuiste hecho.
6
Mientras el ego se encuentre razonablemente satisfecho contigo —de acuerdo con su forma de razonar— te ofrecerá el olvido.
7
Pero cuando se torne abiertamente salvaje, te ofrecerá el infierno.
T12.4 [24] 8
No obstante, ni el olvido ni el infierno te resultan tan inaceptables como el Cielo.
9
Pues según tu definición, el Cielo
es
el infierno y el olvido, y crees que el
verdadero
Cielo es la mayor amenaza que
podrías
experimentar.
10
Pues infierno y olvido son ideas que
tú
inventaste, y estás resuelto a
demostrar
su realidad
con el fin de establecer la tuya
.
11
Si
se pone
en duda la realidad del infierno y del olvido, crees que se pone en duda la
tuya
.
12
Pues crees que los
ataques
constituyen tu realidad y que tu
destrucción
es la prueba final de
que tenías razón
.
|
|
1
Ti
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas es Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios. En minúscula,
ti
, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver
T8.4 [20], 29 T23
2
Curar
(o
curación
como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y el espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra mente al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver
T2.3 [69], T4.5 [66] 56, T4.9 [106], T5.1 [1]-[2], T5.2 [5] 1, T5.3 [18], T19.2
3
… como las Almas eternas y perfectas que realmente somos, amarnos entre nosotros y, como Uno en Cristo, el Hijo de Dios, amar a Dios y ser amado por Él en una armonía sin fin.
|
T12.4
LA CURACIÓN Y EL TIEMPO
pár 25-29
|
T12.4 [25] 13
Dadas las circunstancias, ¿no hubiera sido
más deseable
que estuvieras equivocado, aun dejando de lado el hecho de que, en efecto, lo
estabas
?
14
Aunque tal vez se podría argumentar que la muerte sugiere que antes
hubo
vida, nadie sostendría que eso prueba que
hay
vida.
15
Incluso la vida
anterior
a la muerte, que ésta parece convalidar, hubiese sido totalmente inútil si tenía necesariamente que terminar en muerte, además de
necesitar
a ésta para probar que
existió
.
16
Cuestionas el Cielo, pero
no
cuestionas
esto
.
17
No obstante, podrías curar y curarte
4
si
lo cuestionaras
.
18
Y aunque no sabes lo que es el Cielo, ¿no sería Éste más deseable que la muerte?
19
Has sido tan selectivo con lo que pones en duda como con lo que percibes.
20
Una mente abierta es mucho más sincera al tratar esto.
T12.4 [26] 21
El ego tiene una extraña noción del tiempo, y podrías muy bien empezar tu cuestionamiento con esa noción.
22
El ego invierte fuertemente en el pasado y, en última instancia, cree que el pasado es el
único
aspecto significativo del tiempo.
23
Recuerda que dijimos que el énfasis que el ego pone en la culpa le permite asegurar su propia continuidad, al
hacer que el futuro sea igual al pasado
,
eludiendo
de esa manera el presente.
24
La noción de
pagar por
el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el
factor determinante
del futuro,
convirtiéndolos
así en eventos continuos,
sin
la intervención del presente.
25
Pues el ego utiliza el presente
sólo
como una breve transición
hacia
el futuro, en la que lleva el pasado
al
futuro,
al interpretar el presente en términos del pasado.
T12.4 [27] 26
El "
este momento
" no significa nada para el ego.
27
El presente tan sólo le recuerda
viejas
heridas, y reacciona ante él
como si fuera
el pasado.
28
El ego no puede tolerar
liberarse
del pasado y, aunque el pasado ya no existe, él trata de preservar la
imagen
de éste respondiendo
como si
fuese el presente.
29
Por consiguiente dictamina cómo han de ser las reacciones hacia los que te encuentras
ahora
, tomando como punto de referencia el
pasado
, empañándoles así su realidad
presente
.
30
En efecto, si
sigues
los dictados del ego reaccionarás ante tus hermanos como si fuesen
otras personas
, y esto seguramente te impedirá percibirlos
como realmente son
5
.
31
Y recibirás mensajes de ellos provenientes de tu propio pasado porque, al hacerlo real en el presente, te estás prohibiendo a ti mismo
dejar que desaparezca
.
32
De este modo, te
niegas
a ti mismo el mensaje de liberación que cada hermano te ofrece en
este momento
.
T12.4 [28] 33
Precisamente, es de las oscuras figuras del pasado de lo que tienes que
escapar
.
34
Pues no son reales
6
y, por consiguiente no pueden ejercer ningún dominio sobre
ti
a menos que las lleves
contigo
.
35
Ellas contienen las manchas de dolor que hay en las mentes de todos ustedes, las cuales te incitan a atacar en el presente como represalia por un pasado que ya no existe.
36
Y esta decisión te ocasionará dolor en el futuro
.
37
A menos que aprendas que el dolor que se sufrió en el
pasado
es una ilusión, estarás optando por un futuro de ilusiones y desperdiciando las múltiples oportunidades de liberarte que
podrías
encontrar en el presente.
38
El ego quiere
mantener
vivas tus pesadillas e
impedir
que despiertes y entiendas que
pertenecen
al pasado.
T12.4 [29] 39
¿Acaso podrías
reconocer
un encuentro santo
7
si lo percibes simplemente como un encuentro con tu
propio
pasado?
40
Pues en ese caso no te estarías encontrando con nadie
8
, y el
compartir
de la salvación
9
—
que hace que el encuentro sea santo
— quedaría excluido de tu mirada.
41
El Espíritu Santo te enseña que cuando te encuentras con alguien siempre te encuentras
contigo Mismo
10
, y el encuentro es santo porque
Tú
11
lo eres.
42
En cambio, el ego te enseña que en esos encuentros siempre te encuentras con tu
pasado
y, como tus sueños no
eran
santos, el futuro
tampoco
lo será y el presente no tiene sentido.
43
Es evidente que la percepción que el Espíritu Santo tiene del tiempo es exactamente opuesta a la del ego.
44
La razón
12
es igualmente clara, pues ellos perciben la
meta
del tiempo en forma diametralmente opuesta.
|
4
… de la separación de Dios y de los demás
5
… Almas perfectas y eternas igual a ti, todas Uno en Cristo, el Hijo de Dios.
6
… porque no fueron creadas por Dios,
7
Santidad
, con mayúscula, es la experiencia de perfecto Amor o Espíritu Santo que compartimos —como Almas— entre nosotros y con Dios en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula,
santidad
es el reflejo aquí de ese Amor compartido. Ver
L36, L37, L39
8
… con ningún Hijo de Dios, ningún Cristo,
9
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
LTe.2 (-L231)
10
… con el Yo de Cristo,
11
… como Cristo,
12
Razón
, con mayúscula es: i) en la eterna Unicidad, el Pensamiento de Amor de Dios o Espíritu Santo que Dios comparte con nosotros como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo; ii) aquí, es nuestro pensar con el Espíritu Santo que quiere ser el reflejo de ese eterno Pensamiento de Amor por medio del perdón y la extensión de milagros; y iii) a veces, es sinónimo del Espíritu Santo. En minúscula,
razón
se refiere a nuestro pensar con el ego que se basa en la racionalidad y el sentido común que derivamos de la percepción de las causas y efectos de las leyes de este mundo. Ver
T21.6, T21.7, T22.4
|
|
T12.4
LA CURACIÓN Y EL TIEMPO
pár 30-32
|
|
T12.4 [30] 45
El Espíritu Santo interpreta que el
propósito
del tiempo es lograr que su necesidad se vuelva
innecesaria
.
46
Por consiguiente, considera que la función del tiempo es temporal, siendo útil únicamente a Su función docente, la cual, por definición, es temporal.
47
Por tanto,
hace
énfasis en el
único
aspecto del tiempo que
puede
ser extendido hasta el infinito, ya que
este momento
es la aproximación más cercana a la Eternidad que este mundo ofrece.
48
Es en la
realidad
13
de este momento, sin pasado
ni
futuro, donde radica el comienzo de la apreciación de la Eternidad.
49
Pues sólo este momento está
aquí
, y
ofrece
las oportunidades para que tengan lugar los encuentros santos en los que se puede encontrar la salvación.
T12.4 [31] 50
Por su parte, el ego considera que la función del tiempo es extenderse a sí mismo
tomando el lugar
de la Eternidad, pues, al igual que el Espíritu Santo, el ego considera que la meta del tiempo es la suya.
51
Para el ego, y
bajo su
dirección, la continuidad entre pasado y futuro es el único propósito que percibe para el tiempo, y excluye el presente de manera que ninguna brecha pueda tener lugar en
su propia
continuidad.
52
Por consiguiente,
su
continuidad quiere
mantenerte
en el tiempo, mientras que el Espíritu Santo quiere liberarte
de
él.
53
Es
Su
interpretación de los medios para alcanzar la salvación la que tienes que aprender a aceptar, si quieres compartir Su meta de salvación
para
ti.
T12.4 [32] 54
Tú también vas a interpretar la función del tiempo tal como interpretes tus propios medios de salvación.
55
Si aceptas que tu función en el mundo del tiempo
es curar
, estarás subrayando
únicamente
el aspecto del tiempo en el que la curación se pueda dar.
56
Pues la curación
no
se
puede
lograr en el pasado, y
tiene
necesariamente que realizarse en el presente
14
para
liberar
el
futuro
.
57
Esta
interpretación enlaza el futuro con el
presente
, y
extiende el presente
en vez de extender el pasado.
58
Pero si interpretas tu función como la de
destruir
, estarás perdiendo de vista al presente y te aferrarás al pasado,
a fin de asegurarte un futuro destructivo
.
59
Y el tiempo
será
tal como tú lo interpretes, pues,
de por sí
,
no es nada
.
|
|
13
La
Realidad
, con mayúscula, significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Uno en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula,
realidad
significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo y perdonamos y extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual de esta realidad, la cual el
Curso
denomina
mundo real
, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver
T3.6 [50] 82, T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
14
El
instante santo
es aquí, la experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios y de todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— Uno en Su Hijo; por consiguiente, el instante santo no puede ser para ti solo; puede durar desde una fracción de segundo hasta minutos y horas, y se inicia cuando dejas de lado tu identificación con el ego y su realidad, e invitas al Espíritu Santo a pensar contigo en tu espíritu, la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios. En ese presente, en el que temporalmente no hay pasado ni futuro y, por tanto, estamos momentáneamente libres de culpa, preparas tu mente con todos los medios que te ofrece el
Curso
, para que por medio del perdón y de la extensión de milagros, llegues a ver a Cristo en el otro y en ti mismo; y lo harás tantas veces como sea necesario hasta que experimentes y conciencies que al ser su Alma y La tuya realmente Uno en la Eternidad, Allá no hay nada que perdonar, aunque aquí, aparentemente sí, y de acuerdo a las propias normas del mundo. El instante santo se expresa plenamente en la relación santa, y cuando ésta comienza, la meta de la relación pasa a ser exactamente lo opuesto de la relación especial que era antes, por eso es imposible que el instante santo llegue a cualquiera de los dos sin el otro y, además, les va a llegar a ambos con que lo pida uno de los dos. Nuestra meta es tratar de convertir cada situación en un instante santo, de manera que nuestras vidas se vuelvan un instante santo permanente en el que, además, ponemos nuestro futuro en las Manos de Dios. Ver
T15.5 a T15.9
|
|
Un Curso sobre Milagros – Preliminares
COMPRAR:
or COMPRAR aquí en la tienda CIMS:
|
|
COURSE IN MIRACLES SOCIETY
(Sin ánimo de lucro
)
Donar
|
En la actualidad, todos los proyectos CIMS están respaldados por donaciones de tiempo libre, talento y dinero. Si desea apoyar alguna de las actividades de la Sociedad de alguna manera, no dude en ponerse en contacto.
Debido al carácter internacional de CIMS, Internet es nuestro principal medio de comunicación y colaboración.
Para hacer una donación deducible de impuestos en apoyo de las lecciones diarias, haga clic aquí.
Además, por medio de su testamento u otro plan de sucesión, puede nombrar "Curso en la Sociedad de Milagros" como el beneficiario de una parte de su sucesión, o de activos particulares en su sucesión. De esta manera, está honrando a sus seres queridos y al mismo tiempo brinda un apoyo crítico a la extensión de LOVE.
|
|
SHARE THE BLESSING of UCSM!
|
|
|
|
|
|
|