Un Curso Sobre Milagros
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Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.
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Un Curso Sobre Milagros
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Libro de Lecciones
P A R T E 1
L E C C I Ó N 8
Mi mente1 está absorta en
pensamientos del pasado.
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L8.1 1 Esta idea es —por supuesto— la razón por la que ves únicamente el pasado. 2 Nadie ve realmente nada. 3 Lo único que ve son sus pensamientos proyectados2 hacia fuera. 4 La preocupación de la mente por el pasado es la causa del concepto equivocado acerca del tiempo del que adolece tu mirar. 5 Tu mente3 no puede captar el presente, que es el único tiempo que realmente existe4. 6 Por consiguiente, no puede comprender qué es el tiempo ni, de hecho, comprender ninguna otra cosa.
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1 … cuando pienso con el ego,
2 La proyección, en el eterno Presente de la Unicidad, es de Dios y de Su único Hijo, que proyectan Amor Uno al Otro, y al hacerlo, se extienden Uno en el Otro. En cambio, aquí, cuando pensamos, actuamos y percibimos con el ego, la proyección es de la individualidad que necesita sobrevivir en el mundo de la evolución y escasez, proyectando espontáneamente ese pensamiento egocéntrico y defensivo hacia todo lo de afuera, incluyendo a los demás. Esta proyección también mantiene vigente nuestra separación de Dios. Pero el Curso nos enseña que podemos ver al mundo de otra manera y, para ello, primero tenemos que decidir pensar con el Espíritu Santo, aceptar el Redimir para nosotros mismos, perdonar, extender milagros y entablar relaciones santas para multiplicar las ocasiones de salvar a nuestros hermanos. Al hacerlo, proyectaremos hacia los demás el pensar de Amor del Espíritu Santo y, por medio de nuestra visión de Cristo, nos extenderemos en los demás que, ahora —en nuestra mente— serán uno con nosotros, reflejando así, aquí, la eterna Unicidad de Dios, donde realmente estamos todos, como Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios Quien es Uno con Su Padre y Creador. Ver T2.1, T2.2 [23] y [25], T6.3, T7.9, T10.2
3 … pensando con el ego y su razón, lógica y sentido común,
4 El instante santo, aquí, en tu fuero interno, es la experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios, en la que tu Alma quiere unirse al Alma del otro, a quien estás tratando de perdonar. El proceso se inicia cuando ordenas a tu cerebro aquietarse, de manera que, durante ese instante, pares el continuo diálogo interno de tu "yo", "yo", "yo". Luego, en el silencio que sigue, te liberas tanto de la culpa y su pasado como del miedo que trae la inseguridad del futuro. Cuando logras perdonarlo, las dos Almas se unen en la experiencia de Cristo en el mundo real, experiencia en la que todas las Almas —por ser igualmente perfectas y eternas— se unifican en la única Alma que realmente existe: La del Hijo único de Dios, que realmente somos nosotros. Por eso, el instante santo no puede ser para ti solo. Eso va a permitir a los impulsos amorosos del Espíritu Santo emerger a tu consciente, los cuales, en forma de milagros, vas a querer extender a la(s) persona(s) que has perdonado. Ver T15.5 a T15.9, L106, L109, L125, L157, L182, L189
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L8.2 7 El único pensamiento completamente verdadero que uno puede tener sobre el pasado es que no está aquí. 8 Por lo tanto, pensar sobre el pasado es pensar en ilusiones5. 9 Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente conlleva visualizar el pasado o prever el futuro. 10 De hecho, la mente está en blanco cuando lo hace ya que no está pensando realmente en nada6.
L8.3 11 El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar tu mente para que reconozca cuándo no está realmente pensando en absoluto. 12 Mientras tu mente se siga preocupando por ideas irreflexivas, la Verdad7 permanecerá bloqueada. 13 Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino hacia la visión8.
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5 Ilusión o fantasía es todo lo "hecho" por nuestro ego primario, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver T8.5 [41], T16
6 … que tenga que ver con nuestra verdadera Realidad, con mayúscula, significa la infinita y eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula, realidad significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez que hicimos, realidad en la que habitualmente creemos, percibimos, pensamos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, estudiamos y aplicamos el Curso, podemos trascender esta realidad en nuestro fuero interno, ingresando al mundo real, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
7 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse, en un instante santo del mundo real en nuestro fuero interno, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haberlo visto con la visión de Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. Sus condiciones son querer creer que: 1) Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) Dios no creó más nada. 3) Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. 4) En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29
8 La visión de Cristo es, en un instante santo en mi fuero interno, la que mira más allá del cuerpo de la persona que quiero perdonar y, cuando logro acceder al mundo real, ve su Alma perfecta y eterna, Una con La mía, en la experiencia de Cristo, nuestra verdadera Identidad. Basado en esa experiencia, cada vez que decida pensar con el Espíritu Santo, es decir, pensar con mi mente acertada, voy a percibir el mundo de otra manera, en la que, en mi fuero interno, no hay nada que no justifique perdonar completamente, extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo y unirme a esa y otras personas, en relaciones santas. Ver T11.7, T12.5 [42]
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L8.4 14 Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. 15 Esto se debe a que en realidad no puedes ver nada, y así es más fácil reconocer que, por muy vívidamente que puedas visualizar un pensamiento, no estás viendo nada. 16 Con el menor esfuerzo posible, busca en tu mente durante más o menos el minuto habitual, examinando simplemente los pensamientos que encuentres allí. 17 Identifica cada uno de ellos por la figura central o el tema que contenga, y luego pasa al siguiente. 18 Da inicio a la práctica diciendo:
L8.5 19 Parece que estoy pensando sobre ____.
L8.6 20 Luego, nombra específicamente cada uno de tus pensamientos, como por ejemplo:
L8.7 21 Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],
L8.8 22 y así sucesivamente, concluyendo al final del período de búsqueda mental con:
L8.9 23 Pero mi mente se preocupa por pensamientos del pasado.
L8.10 24 Esto puede hacerse cuatro o cinco veces a lo largo del día, a menos que te irrite. 25 Si te resulta dificultoso, tres o cuatro veces será suficiente. 26 No obstante, tal vez te ayude incluir en la búsqueda mental en sí tu irritación, o cualquier emoción a la que pueda inducir la idea de hoy.
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Un Curso Sobre Milagros
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Texto
Capítulo 1
LOS MILAGROS
T1.1 PRINCIPIOS DE LOS MILAGROS 1 pár 71-81
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T1.1.44 [71] 1 Los milagros surgen de un estado mental milagroso. 2 Al ser único, este estado mental alcanza a cualquiera, aun sin que lo concientice el mismo que extiende milagros. 3 La naturaleza impersonal del milagro se debe a que el Redimir1 es uno solo, y une a todas las creaciones2 con Su Creador.
T1.1.45 [72] 1 El milagro es una expresión de haber concienciado internamente a Cristo, y de la aceptación de Su Redimir. 2 Entonces, la mente se encuentra en estado de gracia3 y, naturalmente, da la bienvenida tanto al Huésped Que lleva en su fuero interno4 como al desconocido que está afuera. 3 Al incorporar al desconocido a tu fuero interno5, éste se convierte en tu hermano.
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1 El Redimir, siempre con mayúscula, es el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que queremos creer que nunca nos hemos separado. La 1ª etapa comienza cuando, frente al caos existencial regido por las leyes de la evolución y la escasez y el miedo que experimento a diario, conciencio que anhelo vivir de otra manera que un cuerpo, separado de los demás cuerpos, que lleva una vida sin otro significado que el de sobrevivir lo mejor y lo más largo posible. La 2ª etapa consiste en observar que frente al especialismo habitual de mi ego, a veces, también me llegan impulsos compasivos, de compartir y de amistad desinteresada. 3ª etapa: Sin otras pruebas que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, debo decidir si quiero creer que éstos tienen origen divino o, más bien, que son un error de la evolución. Si me decido por la evolución, mi motivación para convertir esos impulsos en hechos concretos me vendrá de la ética que adopte. 4ª etapa. En cambio, si mediante un acto de fe, acepto que su origen pueda ser divino, también querré creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que mi Alma está unificada con todas las demás Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios. Este querer creer debería motivarme a pensar cada vez más con el Espíritu Santo, y cada vez menos con mi ego. En la última y 5ª etapa, el Espíritu Santo me enseñará cómo no juzgar, perdonar y extender milagros y, así, en instantes santos en mi fuero interno, accederé a la visión de Cristo en el mundo real, que es la meta de nuestro viaje. Ver T2.3, T2.5, T3.3, T5.3, T5.4, T13.9, T14.5, T15.3, T25 [86-87], L139, M28
2 Las creaciones, aquí, en minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son las que producimos —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios, en el Cielo. Y, cuando pensamos con el ego —según el Curso— no "creamos" sino que "hacemos," de acuerdo con las leyes de este mundo. Ver T2.1 [5], T14.4 [36], T30.3 [35], LTe.11 (- L321) Ver T1.1.24 [27], T1.1.44 [71], T14.5 [45]
3 El Estado de Gracia (o Gracia), con mayúscula, es nuestro Estado natural de perfectas paz y alegría en el eterno Presente de la Unicidad de Dios, en La que todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— estamos unificados como Uno en Cristo, Su único Hijo. En minúscula, estado de gracia (o gracia), aquí: 1) es el reflejo de ese eterno Estado natural de paz y alegría que experimentamos en nuestro fuero interno, cuando dejamos de juzgar, perdonamos y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo; 2) es la respuesta que restaura 2.1) todas las memorias que la mente que duerme había olvidado y, 2.2) toda la certeza acerca del significado del Amor; 3) es la aceptación del Amor de Dios en un mundo donde aparentemente se odia y se tiene miedo. Ver T3.3 [24], T7.12 [108], L168
4 … al Espíritu Santo…
5 … como Cristo…
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T1.1 PRINCIPIOS DE LOS MILAGROS
pár 73-77
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T1.1.46 [73] 1 Un milagro nunca se pierde. 2 Puede conmover a muchas personas que ni siquiera conoces, y producir cambios inimaginables en situaciones que ni siquiera conciencias.
T1.1.46 [74] 3 Eso no debe preocuparte. 4 El milagro6 siempre te bendecirá. 5 Los milagros que no se te ha pedido que extiendas no han perdido su valor. 6 Siguen siendo expresiones de tu propio estado de gracia, pero el acto relacionado con el milagro debería ser controlado por Cristo, dada Su completa concienciación del plan en su totalidad. 7 La naturaleza impersonal de la mente7 dispuesta a extender milagros asegura tu gracia, pero únicamente Cristo está en posición de conocer dónde puede dotarse la gracia.
T1.1.47 [75] 1 Una mente dispuesta a extender milagros es una mente que está preparada para extenderlos. 2 Estar preparado significa que todo el tiempo deberías mantener tus percepciones en forma acertada, de manera de estar todo el tiempo preparado, deseoso y capaz de extender milagros. 3 Lo esencial en cuanto a "escucha, aprende y actúa" es lo siguiente: 4 debes estar preparado para escuchar, dispuesto a aprender y ser capaz de hacerlo. 5 Sólo el último paso es involuntario, porque se trata de la extensión de milagros que debe ser controlada por Cristo. 6 Los otros dos pasos —que son los aspectos voluntarios de la mente que piensa en milagros— son responsabilidad tuya.
T1.1.48 [76] 1 El asombro reverencial no es una respuesta apropiada ante un milagro.
T1.1.48 [77] 2 La revelación8 es literalmente inexpresable porque es una experiencia de inexpresable Amor. 3 El asombro reverencial debería reservarse únicamente para la revelación, a la que se puede aplicar perfecta y acertadamente. 4 No es una reacción apropiada hacia los milagros, porque un estado de asombro reverencial es un estado de adoración. 5 Ello implica que uno de rango inferior está postrado ante uno de rango superior. 6 Esto se da únicamente cuando un Alma está postrada ante Su Creador. 7 Las Almas son Creaciones perfectas y experimentan asombro reverencial únicamente ante la Presencia del Creador de la Perfección.
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6 … sin importar a quien y como lo extiendas
7 … es decir, desinteresada, quiere simplemente dar sin esperar nada a cambio…
8 Ver T1.1.28-50, T2.3 [71], T3.1 [3], L158.2, L169.4
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T1.1 PRINCIPIOS DE LOS MILAGROS
pár 78-81
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T1.1.48 [78] 8 En cambio, el milagro es un gesto de Amor entre iguales. 9 Los que son iguales no deben sentir asombro reverencial los unos por los otros, pues el asombro reverencial implica desigualdad. 10 Por consiguiente, sería una reacción inapropiada de ti hacia mí. 11 Un hermano mayor merece respeto por su mayor experiencia y una razonable obediencia, debido a su mayor sabiduría. 12 También merece Amor por ser un hermano, y también dedicación si es dedicado. 13 Es únicamente mi dedicación por ti lo que me hace merecedor de la tuya. 14 No hay nada en mí que tú no puedas alcanzar. 15 No tengo nada que no provenga de Dios. 16 La principal diferencia entre nosotros, por ahora, estriba en que yo no poseo nada más. 17 Esto me coloca en un estado de verdadera santidad que en ti es únicamente potencial.
T1.1.48 [79] 18 "Nadie viene al Padre sino por mí" es uno de los pasajes de la Biblia más incomprendidos. 19 Eso no significa que yo esté en modo alguno separado de ti o que sea diferente a ti, excepto en el tiempo; y el tiempo realmente no existe. 20 De hecho, esa afirmación tiene más significado si se la considera desde el punto de vista de un eje vertical que de uno horizontal. 21 Mirándolo a lo largo de un eje vertical, tú estás debajo de mí y yo estoy debajo de Dios. 22 En el proceso de "ascender", yo estoy más arriba que tú. 23 Esto se debe a que sin mí, la distancia entre Dios y el hombre sería demasiado grande como para que tú la pudieses abarcar.
T1.1.48 [80] 24 Por un lado, yo salvo esa distancia por ser tu hermano mayor y, por el otro, por ser un Hijo de Dios. 25 Mi dedicación a mis hermanos es lo que me ha puesto a cargo de la Filiación, la Cual podré completar únicamente en la medida en que la pueda compartir con ellos. 26 Tal vez esto parezca contradecir la afirmación "Yo y Mi Padre somos Uno " pero, si todavía hay partes separadas en la afirmación, es en reconocimiento del Hecho9 de que el Padre es más grande. 27 La declaración original rezaba "son una misma cosa". 28 El Espíritu Santo10 es el que trae consigo las revelaciones. 29 Las revelaciones están indirectamente inspiradas por mí, debido a mi proximidad al Espíritu Santo y a que me mantengo alerta para cuando mis hermanos estén listos para recibir la revelación. 30 De esta manera, puedo obtener para ellos más de lo que ellos podrían conseguir para sí mismos.
T1.1.49 [81] 1 El Espíritu Santo es el medio de comunicación más elevado. 2 Los milagros no entrañan ese tipo de comunicación, debido a que son medios temporales de comunicación. 3 Cuando el hombre regrese a Su Forma original de Comunicación con Dios, los milagros dejarán de ser necesarios. 4 El Espíritu Santo es el mediador entre la Comunicación más superior y la comunicación más inferior, y mantiene abierto para la revelación el canal directo de Dios hacia el hombre. 5 La revelación no es recíproca; siempre proviene de Dios hacia el hombre. 6 En cambio, el milagro es recíproco porque implica la igualdad.
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9 Un hecho es literalmente un "hacer" o un comienzo, es lo que es real para ti de acuerdo con tus creencias. Si, cuando piensas con el Espíritu Santo, has decidido creer en lo que enseña el Curso, entonces, Hecho, con mayúscula, es Lo que es eterno: La Realidad, Lo que Dios ha creado, la Unicidad, el Cielo, etc.; y en minúscula, hecho es el reflejo aquí del Hecho eterno. Pero, cuando piensas con el ego, hecho es simplemente lo que sucede aquí según él lo perciba. Ver T8.10 [102]
10 El Espíritu Santo: 1) En la eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios Que nos creó como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 2) al producirse la separación, es el ente que comenzó a estar presente como una protección, inspirando al mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir; 3) es, en tu mente acertada, el pensar de Cristo que se manifiesta —entre otras experiencias desinteresadas e inclusivas— por impulsos compasivos, caritativos, altruistas, de compartir, que de vez en cuando emergen del subconsciente y que podemos concienciar en instantes santos y decidir qué hacer con ellos. Algunos de Sus sinónimos en el Curso son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281)
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Un Curso sobre Milagros – Preliminares
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COURSE IN MIRACLES SOCIETY
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