Pues ustedes tienen causa para ser libres ahora.
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T26.9 [76] 61 No se contenten con la idea de una felicidad futura. 62 Eso no tiene significado ni es la justa recompensa de ustedes. 63 Pues ustedes tienen causa para ser libres ahora, en este instante. 64 ¿De qué sirve la libertad si adopta la forma de un prisionero? 65 ¿Por qué la liberación habría de disfrazarse de muerte? 66 La demora no tiene sentido, y el "razonamiento" que mantiene que los efectos de una causa presente se tienen que posponer hasta un momento futuro, es simplemente una negación del hecho de que consecuencia y causa necesariamente tienen que darse de forma simultánea.
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UCSM TEXTO
CH 26 LA TRANSICIÓN
T26.9 LA INMINENCIA
DE LA SALVACIÓN1
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 2
¿Qué es EL ESPÍRITU
SANTO? pár 1-5
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LTe.7 (-L281).1 1 El Espíritu Santo1 es el que media entre las ilusiones y la Verdad2. 2 Puesto que el Espíritu Santo tiene que establecer un puente entre la Realidad3 y los sueños4, la percepción acertada5 conduce al conocimiento6 por medio de la gracia que Dios dio al Espíritu Santo, para que Ella sea el don7 que Dios le hace a todo aquel que acude al Espíritu Santo en busca de la Verdad. 3 Cruzando el puente8 que el Espíritu Santo provee, todos los sueños son llevados ante la Verdad para que la luz del conocimiento los disipe. 4 Allí, los sonidos y las imágenes se descartan para siempre, 5 y donde éstos se percibían antes, el perdonar9 ha hecho posible el tranquilo final de la percepción.
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1 El Espíritu Santo: 1) En la eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios Que nos creó como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 2) al producirse la separación, es el ente que comenzó a estar presente como una protección, inspirando al mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir; 3) es, en tu mente acertada, el pensar de Cristo que se manifiesta —entre otras experiencias desinteresadas e inclusivas— por impulsos compasivos, caritativos, altruistas, de compartir, que de vez en cuando emergen del subconsciente y que podemos concienciar en instantes santos y decidir qué hacer con ellos. Algunos de Sus sinónimos en el Curso son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281)
2 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse en nuestro fuero interno, en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haber unificado su Alma con La tuya en Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la percepción de que el tiempo y del espacio y todo lo que estos contienen son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen la única y verdadera realidad. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
3 La Realidad, con mayúscula, significa la infinita y eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula, realidad significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez que hicimos, realidad en la que habitualmente creemos, percibimos, pensamos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, estudiamos y aplicamos el Curso, podemos trascender esta realidad en nuestro fuero interno, ingresando al mundo real, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
4 … o realidad según el ego; la del tiempo y espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez,
5 … pensando con el Espíritu Santo
6 Conocimiento, con mayúscula, es lo que saben todas nuestras Almas perfectas y eternas, Unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Almas que, en perfectas paz y alegría, están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, en minúscula, conocimiento es lo que experimentamos en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y unir como Una, su Alma con La mía, es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver T3.5 [35] y [37], T25.4 [25]
7 Don con mayúscula, es el Don de amar o de crear —que es lo mismo— que Dios dio a Su Hijo al crearlo. En minúscula, don es el reflejo aquí del Don de Dios. Presente se refiere a los presentes aquí del Espíritu Santo o a los del Hijo separado que piensa con Él. Regalos son los que ofrece el Hijo separado que piensa con el ego. Ver T7.2, , L166
8 … hacia El mundo real —la meta de nuestro viaje con el Curso—.es el estado que se experimenta en un instante santo en nuestro fuero interno, con nuestro espíritu o mente acertada, al haber logrado perdonar completamente a otro y unirnos a su Alma en la experiencia de Cristo, y, por ende, a todas las demás Almas unificadas como Una en Cristo; es "saber", que el Juicio Final de Dios consiste en que Nuestro Padre nos dice a cada uno: "Tú, unido al Alma del otro y a las Almas de todos los demás, sigues siendo Mi Hijo único, por siempre inocente, por siempre cariñoso y por siempre querido, tan ilimitado como Tu Creador, absolutamente inmutable y por siempre inmaculado. Por lo tanto, despierta y regresa a Tu Casa, que realmente nunca abandonaste. Ver T2.6, T3.8, T26.4 [21], LTe.10 (-L311)
9 Perdonar forma parte del proceso de aceptar el Redimir para sí mismo. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que por estar pensando con el ego —hacedor de toda esta realidad en la que creo vivir— es su guionista. El segundo paso sucede cuando el Espíritu Santo me sugiere: "decide de nuevo", y hago algo respecto a ese otro al que he estado tratando de perdonar. El tercer paso se da cuando en mi fuero interno, me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonarle, ni a él ni a nadie, porque en la Realidad —que es Donde quiero creer que realmente están todas nuestras Almas, unificadas como Una en Cristo— sólo hay Amor. El último paso se da en un instante santo del mundo real, cuando habiendo logrado perdonar totalmente a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la unión de su Alma con la Mía, unión que se va a extender a todas las demás Almas, ya que realmente hay una sola. Esta experiencia es la que nos lleva a todos los que fueron, son y serán, a las puertas del Cielo. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
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P A R T E 2
¿Qué es EL ESPÍRITU SANTO?
pár 2-5
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LTe.7 (-L281).2 6 La meta de las enseñanzas del Espíritu Santo es precisamente este acabar con los sueños. 7 Pues los sonidos e imágenes tienen que transformarse de testigos del miedo en testigos del Amor. 8 Y cuando esto se haya logrado totalmente, el aprendizaje habrá alcanzado la única meta que en verdad tiene. 9 Pues —a medida que el Espíritu Santo guía el aprendizaje hacia el resultado que ha percibido para él— éste se convierte en el medio para ir más allá de lo que enseña, y así, ser reemplazado por la Verdad Eterna10.
LTe.7 (-L281).3 10 Si supieses cuánto anhela Tu Padre que reconozcas tu impecabilidad11, no dejarías que la Voz que habla por Él te lo pidiese en vano, ni darías la espalda a Lo que Él te ofrece para reemplazar a todas las imágenes y sueños atemorizantes de los cuales tú has sido el hacedor. 11 El Espíritu Santo entiende los medios de los que fuiste hacedor, por medio de los cuales querías alcanzar lo que siempre ha sido inalcanzable. 12 Pero si se los ofreces al Espíritu Santo, Él se valdrá de esos medios de los que fuiste hacedor para exiliarte, para restaurar tu mente al sitio donde verdaderamente se siente en casa.
LTe.7 (-L281).4 13 Desde el conocimiento Donde Dios lo ubicó, el Espíritu Santo te llama para que permitas que el perdón se pose sobre tus sueños y, de esa manera, recobres la cordura y la paz interior. 14 Si no perdonas, tus sueños te seguirán aterrorizando 15 y la memoria de todo el Amor12 Que Tu Padre te tiene no regresará a ti como signo que a los sueños les ha llegado su fin.
LTe.7 (-L281).5 16 Acepta el don que Tu Padre te hace. 17 Es un llamamiento que el Amor hace al Amor, para que tan sólo sea Lo que es. 18 El Espíritu Santo es el don de Dios mediante el cual se restituye la quietud del Cielo al bienamado Hijo de Dios. 19 ¿Te negarías a asumir la función13 de completar a Dios, cuando todo lo que Su Voluntad quiere es que tú te completes?
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10 … sencillamente que Dios es, y nosotros, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno con Él en Su eterna Unicidad.
11 La Impecabilidad, con mayúscula, es la condición de nuestras Almas en la eterna Unicidad de Dios, Que es donde Todas realmente están y son Una en Cristo, Su único Hijo. En minúscula, impecabilidad es el reflejo aquí de esa Condición eterna. El estado de impecabilidad es simplemente esto: todo deseo de atacar ha desaparecido, de modo que no hay razón para percibir al Hijo de Dios de ninguna otra forma que como realmente es. Ver T20.5 [32], T25.6 [37]
12 Amor, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195
13 Nuestra verdadera función es tratar de ser aquí un reflejo de lo que realmente somos todos en la eterna Unicidad: Almas, unificadas todas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios; reflejo que se logra en el instante santo del mundo real, después de haber aceptado el Redimir para sí mismo y luego, haber perdonado totalmente a otro y extendido los milagros sugeridos por el Espíritu Santo. A cada persona el Espíritu Santo le asigna una función especial en la salvación que sólo ella puede desempeñar, porque es una parte que le fue asignada únicamente a ella. Y el plan no se habrá llevado a término hasta que ella descubra cuál es su función especial, y desempeñe la parte que le fue asignada para completarse a sí misma en el otro y en los demás, en un mundo donde rige la incompletitud. Ver T18.6 [45], T20.5 [32], L62, L64, L65, L66, L99
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 282
Hoy no tendré
miedo al Amor1.
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L282.1 1 Sólo con que hoy pudiese comprender esto, el mundo entero2 se salvaría. 2 Pues es la decisión de abandonar la locura3 y de aceptarme Tal como Dios Mismo, Mi Padre y Mi Fuente, Me creó4. 3 Es estar resuelto a no seguir dormitando en sueños de muerte, mientras la Verdad sigue viviendo eternamente en la Alegría del Amor. 4 Y también es la decisión5 de reconocer al Yo que Dios creó como el Hijo que Él ama, el Cual sigue siendo Mi única Identidad6.
L282.2 5 Padre, Tu Nombre es Amor, y el mío también. 6 Ésa es la Verdad. 7 ¿Y puede cambiarse la Verdad sólo con ponerle otro nombre? 8 El miedo, como nombre, es sencillamente un error. 9 Hoy no tendré miedo de la Verdad.
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1 Amor, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195
2 … en mi mente
3 Demencia o locura, según el Curso, es el sistema de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución y escasez, que percibimos con nuestros sentidos y entendemos con nuestro razonamiento, lógica y sentido común. Ver T6.6.2 [76]
4 Me, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna que realmente eres, Que está unificada con todas las demás Almas —igualmente perfectas y eternas— como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de la Unicidad o Cielo o Reino de los Cielos, etc. En minúscula. me, cuando: decides pensar con el Espíritu Santo, has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y, cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
5 … de pensar con el Espíritu Santo y, así,
6 Identidad, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas unificadas como Una, somos realmente Uno con Dios. En minúscula, es la identidad del ego. Pero cuando decidimos pensar y percibir con el Espíritu Santo, nuestra identidad se convierte en el reflejo aquí de la Identidad de Cristo, el Hijo único de Dios Que realmente somos. Ver T7.10 [97], T20.9, LTE.14 (-L351)
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo 26
LA TRANSICIÓN
T26.9 LA INMINENCIA
DE LA SALVACIÓN1 pár 68-76
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T26.9 [68] 1 El único problema pendiente que tienen2 es que ven un intervalo entre el momento en que perdonan y el momento en que reciben los beneficios que se derivan de confiar. 2 Esto refleja tan sólo la pequeña distancia que aún quieren interponer entre ustedes, con el fin de mantenerse todavía un poco separados. 3 Pues el tiempo y el espacio son una misma ilusión, que adopta formas diferentes. 4 Si han proyectado ese intervalo más allá de sus mentes, piensan que es en el tiempo. 5 Cuanto más cerca lo traen de donde realmente se encuentra, tanto más lo están pensando en términos de espacio.
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1 La salvación 1) es el proceso de deshacer la separación que nunca fue, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez; 2) es querer creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya Unicidad estamos realmente todos, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios; 3) es ir dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, pensar con el Espíritu Santo; 4) es aceptar el Redimir para nosotros mismos; 5) es perdonar al otro y a los demás y extender los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo; 6) es entablar relaciones santas y multiplicar el perdonar y la extensión de milagros. Ver T9.6, T11, T22, T31, LTe.2 (-L231)
2 … en su relación especial que quiere ser santa: La relación especial, aquí: 1) Es en la que, pensando, percibiendo y actuando con nuestro ego, entablamos con una o más personas especiales que poseen atributos especiales, con las cuales esperamos llenar nuestras necesidades igualmente especiales. 2) Constituye la renuncia a la eterna y alegre concordia del perfecto Amor que nuestras Almas profesan unas con otras unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Que realmente somos. 3) Es el intento del ego de asegurar para sí el especialismo que Dios le negó, nacido del deseo oculto de que Dios amara a Su Hijo, ahora separado, con un amor especial. 4) Es el insincero interés, amor, amistad o aprecio por otra u otras personas que nuestro ego utiliza para constituir con ellas relaciones por medio de las cuales alcanzar algunos de sus objetivos personales. 5) A veces, estas relaciones especiales devienen en dependencia o codependencia, pero que, en todo caso, siempre constituyen ataques velados. Ver T15.6aT15.10, T16
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T26.9 LA INMINENCIA
DE LA SALVACIÓN1
pár 69-70
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T26.9 [69] 6 Hay una cierta distancia que quieren mantener entre uno y otro, y este espacio lo ven como tiempo porque aún creen que son externos uno del otro. 7 Eso hace que la confianza sea imposible. 8 Y, además, no pueden creer que la confianza resolvería cualquier problema ahora mismo. 9 Por consiguiente, creen que es más seguro seguir siendo un poco cautelosos y un poco vigilantes en cuanto a los intereses que perciben como separados. 10 A partir de esta percepción, no pueden concebir lo que el perdón les ofrece ahora mismo3. 11 El intervalo que piensan que existe entre dar y recibir el regalo parece ser uno en el que se sacrifican y sufren pérdidas. 12 Ven a la salvación como algo eventual4, y no como algo que arroja resultados inmediatos.
T26.9 [70] 13 No obstante, la salvación es realmente inmediata5. 14 A no ser que la perciban así, le tendrán miedo, al creer que el riesgo de pérdida va a ser inmenso entre el momento en que aceptan el propósito de la salvación como suyos y el momento en que les lleguen sus efectos6. 15 De esta manera, el error que es la fuente del miedo va a seguir oculto. 16 La salvación eliminaría la brecha que todavía perciben entre ustedes y les permitiría instantáneamente convertirse en uno7. 17 Y lo que temen es que la pérdida esté en esto. 18 No proyecten este miedo en el tiempo, pues el tiempo no es el enemigo que perciben. 19 El tiempo es tan neutral como el cuerpo, salvo en lo que respecta al propósito que le asignan. 20 Mientras todavía quieran conservar un pequeño espacio entre ustedes, querrán disponer de un poco de tiempo durante el cual nieguen el perdón un poco más. 21 Y esto hace que el intervalo entre el momento en que se niega y se da el perdón parezca peligroso y el terror, justificado.
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3 La relación santa, que aquí, 1) es el reflejo de la Relación de Amor de Dios en paz y alegría con todas las Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas todas como Una en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les va a permitir alejarse gradualmente del especialismo de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus o mentes acertadas; 3) es un proceso que se inicia cuando dos o más personas que, habiendo perdonado totalmente a otra(s), unen sus mentes en una meta común a favor de otro(s). Este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere; 4) finalmente, cuando en instantes santos en sus fueros internos, sus mentes acertadas experimentan el mundo real, se produce en ellas, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora, mediante la visión de Cristo, vean con Amor en paz y alegría a todos y a todo. Ver T17.6, T22
4 Nadie se ha "evaporado" de este mundo, ni siquiera Jesús de Nazareth. Por consiguiente, mientras nuestro cuerpo tenga vida, estará sujeto a las leyes de la evolución y escasez. La diferencia se encuentra en lo que "quiero creer" que es mi verdadero pensar: el pensar "yo", "yo", "yo", sobrevividor a como dé lugar de la evolución; o el a veces pensar compasivo, caritativo, de compartir, ese pensar "nos" que me hace identificar con las necesidades de otro u otros como si fueran las mías propias… Es la diferencia entre lo que quiere mi cuerpo y lo que anhela el reflejo aquí de mi Alma perfecta y eterna…
5 … en la mente, ya que la separación realmente no ocurrió y, al aceptar el Redimir para uno mismo, dejar de juzgar, perdonar y extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo, en un instante santo del mundo real, uno despierta del sueño, uno se salva… de seguir creyendo que uno es un cuerpo sometido a las leyes de la evolución y escasez…
6 … algo de paz y alegría que no son de este mundo, porque serán reflejos de la Paz y la Alegría que cunde en el eterno Presente de la Unicidad de Dios: Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
7 … en la experiencia de Cristo que, aquí, en mi fuero interno, es la divina experiencia de mi mente acertada o espíritu en un instante santo del mundo real, de la unión de mi Alma con el Alma del otro(a) por haberlo(a) perdonado completamente, experiencia de Amor que se extiende a las Almas de todos los que fueron, son y serán, como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios. Ver T1.1.19 [19], [45] y [48], T2.2 [20], T30.6 [63], T31.1 [9]
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T26.9 LA INMINENCIA
DE LA SALVACIÓN1
pár 71-72
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T26.9 [71] 22 No obstante, el espacio que hay entre ustedes es evidente sólo ahora, en este instante, y no puede percibirse en el futuro. 23 Tampoco puede pasarse por alto, excepto en el presente. 24 Lo que puedan perder en el futuro no es lo que temen. 25 Lo que les aterroriza es unirse en el presente. 26 ¿Quién puede sentir desolación si no es ahora, en este instante? 27 Una causa futura aún no tiene efectos. 28 Por consiguiente, si sienten miedo es porque hay una causa que tiene necesariamente que estar en el presente8. 29 Y es esto lo que necesita corrección, no un estado futuro.
T26.9 [72] 30 Los planes que ustedes hacen para su seguridad están centrados en el futuro, donde ustedes no pueden planear. 31 Todavía no se le ha asignado ningún propósito al futuro, y lo que va a ocurrir todavía no tiene causa. 32 ¿Quién puede predecir efectos sin causa? 33 ¿Y quién podría tener miedo de los efectos a no ser que pensase que éstos ya han sido causados y los juzgase como desastrosos ahora? 34 La creencia en el pecado9 da lugar al miedo10, y, al igual que su causa, mira hacia adelante y hacia atrás, pero pasa por alto lo que se encuentra aquí y ahora11. 35 No obstante, su causa sólo puede estar aquí y ahora si sus efectos ya se han juzgado como temibles. 36 Y al pasar esto por alto, se protege al pecado y se le mantiene alejado de la curación. 37 Pues el milagro es algo que sucede ahora en este instante. 38 Ya se encuentra aquí, en la gracia del presente, dentro del único intervalo de tiempo que el pecado y el miedo han pasado por alto, pero que, no obstante, es el único tiempo que realmente hay12. 39 Realizar la corrección en su totalidad no requiere tiempo en absoluto.
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8 … el miedo a querer creer y finalmente creer que REALMENTE no somos cuerpos ni somos egos…
9 El pecado de todos los pecados fue la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Su Padre y crear por su cuenta, idea que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver T27.9 [82]
10 El miedo es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado y extendido los milagros que te ha sugerido el Espíritu Santo y, con la visión de Cristo, aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseñará que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
11 … los impulsos naturales que son reflejos aquí del Amor de Dios en el eterno Presente de Su Unicidad con nosotros: Los impulsos naturales (del Alma) o amorosos emergen de nuestro subconsciente y, entre otros, son los impulsos compasivos, caritativos, de compartir, de amistad desinteresada, de verdadera empatía…Impulsos que constituyen la única realidad de este mundo. Ver T1.1.28 [36 a 38], T4.7 [88]
12 El instante santo, aquí, en tu fuero interno, es la experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios, en la que tu Alma quiere unirse al Alma de otra persona a la que estás tratando de perdonar. El proceso se inicia cuando por medio de una pequeña disposición de buena voluntad, paras el continuo diálogo interno de tu "yo", "yo", "yo" e invitas al Espíritu Santo a pensar contigo. Durante ese lapso de silencio —al estar transitoriamente liberado de la memoria de la culpa en tu pasado y de los pensamientos de miedo que trae la inseguridad del futuro de tu cuerpo según las leyes de la evolución y escasez— puedes concentrarte en querer perdonar a esa otra persona, hasta llegar a su Alma, y darte cuenta de que no tienes nada que perdonarle porque nada pudo haber hecho a La tuya. Luego, vas a entrar en el mundo real en la experiencia de Cristo, en la que tu Alma es Una con el Alma de la persona que lograste perdonar, y también Una con todas las demás Almas, ya que son igualmente perfectas y eternas. Es la experiencia de la única Alma que realmente existe: La del Hijo único de Dios, Quien realmente somos cada uno y, a la vez, todos nosotros. Por eso, el instante santo no puede ser para ti solo. Eso va a permitir a los impulsos naturales o amorosos o milagrosos del Espíritu Santo emerger a tu consciente, los cuales, en forma de milagros, vas a querer extender a la(s) persona(s) que has perdonado. Ver T15.5 a T15.9, L106, L109, L125, L157, L182, L189
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T26.9 LA INMINENCIA
DE LA SALVACIÓN1
pár 73-74
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T26.9 [73] 40 Pero aceptar que la corrección se puede realizar13 parece prolongarse una eternidad. 41 El cambio de propósito que el Espíritu Santo trajo a la relación de ustedes encierra en sí todos los efectos que verán14. 42 Pero éstos ya se pueden ver ahora, en este instante. 43 ¿Por qué esperar a que se manifiesten en el transcurso del tiempo, y temer que tal vez no se den, si ya están aquí? 44 Se les ha dicho que todo lo que proviene de Dios es para el bien. 45 No obstante, parece como si no fuera así. 46 No es fácil dar crédito de antemano al bien que se presenta en forma de desastre15, 47 ni es ésta una idea que realmente tenga sentido.
T26.9 [74] 48 ¿Por qué habría de aparecer el bien en forma de mal? 49 ¿No sería un engaño si lo hiciese? 50 Su causa está aquí, si es que aparece de algún modo. 51 Entonces, ¿por qué sus efectos no son evidentes? 52 ¿Por qué razón se ven en el futuro? 53 Y ustedes procuran contentarse con suspirar, y "razonan" que no entienden esto ahora, pero que algún día lo comprenderán, 54 y que, entonces, su significado les resultará claro. 55 Esto no es la Razón16, pues es injusto y sugiere claramente la existencia de un castigo hasta que el momento de la liberación sea inminente. 56 Pero puesto que el propósito de la relación ha cambiado ahora para el bien, no hay motivo para pensar que habrá un intervalo en que azote el desastre, que algún día se percibirá como algo "bueno", aunque ahora se perciba como doloroso. 57 Esto es un sacrificio del ahora, que no puede ser el precio que el Espíritu Santo exige por lo que ha dado sin ningún costo.
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13 … en el fuero interno del espíritu, que es la parte de la mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo
14 El propósito del Espíritu Santo: 1) es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más con Él y cada vez menos con el ego, de manera de liberar el Amor de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos y hagamos; 2) es —por medio del perdonar y de extender milagros a otro— experimentar en nuestro fuero interno el Alma del otro;, 3) es, en la relación santa, reconocer a nuestro verdadero Yo, Cristo, en Quien todas las Almas perfectas y eternas —que realmente somos— están unificadas como Una; 4) es liberarnos del pensar del ego para poder regresar aquí, al reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; 5) es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en el Cielo, extendiendo así la Creación; 6) es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver T7.4 [23], T8.4 [22], T11.8 [65], T17.7, T17.9 [74], T25.2 [9], T26.10 [84]
15 … que realmente no somos un cuerpo que vive por un cortísimo tiempo en esta pizca de polvo cósmico que llamamos Tierra, en el tiempo y el espacio… sino que somos —también realmente— la única Alma del único Hijo de Dios…
16 Razón, con mayúscula, en la eterna Unicidad, es: 1) el Pensamiento de Amor de Dios o Espíritu Santo Que Dios comparte con nosotros como Almas Una en Cristo, Su único Hijo; y 2) a veces, es sinónimo del Espíritu Santo.
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T26.9 LA INMINENCIA
DE LA SALVACIÓN1
pár 75-76
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T26.9 [75] 58 No obstante, esta ilusión tiene una causa que, aunque falsa, ya tiene que estar en la mente de ustedes. 59 Y esta ilusión es tan sólo un efecto que la mente engendra y una forma de percibir su resultado. 60 Este intervalo de tiempo, cuando la represalia se percibe como la forma en la que se presenta el "bien", es sólo un aspecto de la diminuta brecha que hay entre ustedes, que todavía no han perdonado.
T26.9 [76] 61 No se contenten con la idea de una felicidad futura. 62 Eso no tiene significado ni es la justa recompensa de ustedes. 63 Pues ustedes tienen causa para ser libres ahora, en este instante. 64 ¿De qué sirve la libertad si adopta la forma de un prisionero? 65 ¿Por qué la liberación habría de disfrazarse de muerte? 66 La demora no tiene sentido, y el "razonamiento" que mantiene que los efectos de una causa presente se tienen que posponer hasta un momento futuro, es simplemente una negación del hecho de que consecuencia y causa necesariamente tienen que darse de forma simultánea. 67 No es del tiempo de lo que se tienen que liberar, sino de la diminuta brecha que todavía existe entre ustedes. 68 Y no dejen que ésta se disfrace de tiempo, y que de este modo se perpetúe, porque, al haber cambiado de forma, no se puede reconocer como lo que realmente es. 69 El propósito del Espíritu Santo es ahora el de ustedes. 70 ¿No debería Su felicidad también ser la de ustedes?
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