"Verlo brillar en el espacio de luz donde Dios habita en la oscuridad."
gráfico por ©Deposit Photos
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T29.4 [22] 19 No te puedes despertar a ti mismo. 20 No obstante, puedes dejar que se te despierte. 21 Puedes pasar por alto los sueños de tu hermano. 22 Puedes perdonarle sus ilusiones tan perfectamente que él se convierta en el salvador de tus sueños. 23 Y, al verlo brillar en el espacio de luz donde Dios mora dentro de la oscuridad, verás que Dios Mismo está donde está el cuerpo de él. 24 Ante esta luz7, el cuerpo desaparece, de la misma manera en que las densas sombras tienen que apartarse para dar paso a la luz. 25 La oscuridad no puede decidir que el cuerpo siga presente 26 porque la llegada de la luz8 quiere decir que ha desaparecido. 27 Entonces verás a9 tu hermano lleno de gloria y comprenderás qué es lo que realmente llena la brecha que, por tanto tiempo, percibiste que los mantenía separados.
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UCSM TEXTO
CH 29 EL DESPERTAR
T29.4 LOS TESTIGOS DE DIOS
T29.5 LOS PAPELES DEL SUEÑO
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 2
¿Qué es LA SEGUNDA
VENIDA? pár 1-5
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LTe.9 (-L301).1 1 La Segunda Venida de Cristo —Que es tan segura como que Dios existe— es sencillamente la corrección de todos los errores y el restablecimiento de la cordura1. 2 Es parte de la condición que reinstaura Lo que nunca se perdió y restablece Lo que es eternamente verdad de toda Eternidad y por toda Eternidad2. 3 Es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios3 para que ocupe el lugar de las ilusiones4, la señal de que estás dispuesto a dejar que tu perdonar5 descanse sobre todas las cosas6 sin hacer excepciones y sin reservas.
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1 Cordura, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su sistema de pensamiento en nuestro espíritu, que parte de la creencia en la Verdad y, que nuestra función aquí es tratar de ser reflejos de nuestra verdadera Realidad, aceptando el Redimir para nosotros mismos, perdonando, extendiendo milagros y entablando relaciones santas para multiplicar el perdón y la extensión de milagros hasta abarcar a todos. Y, cuando pensamos con nuestro ego, la cordura es el estado mental al que llega nuestro ego por medio del razonamiento, lógica y sentido común. Ver T6.6.2 [76], T17.7 [61]
2 Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
3 … al Espíritu Santo
4 … en la mente, en el espíritu en vez del ego: en la separación, la mente del Hijo separado parece tener tres partes: 1) El espíritu, que es la parte que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, Quien se nos manifiesta por medio de impulsos amorosos y revelaciones; 2) el ego, que recibe del ego primario en la fuente de la separación, los impulsos de vida y de sobrevivencia, los cuales, al ser procesados por nuestro cerebro — subconsciente o conscientemente— dan vida a nuestro cuerpo y nutren a nuestra razón, lógica y sentido común de lo necesario para defendernos y sobrevivir; y 3) el decididor, que es lo que en nosotros decide todo el tiempo si pensar con el ego —que es lo que hacemos "usualmente"— o con el espíritu. Ver T7.3, T19.2, T25.5, L45, L165.
5 Perdonar forma parte del proceso de aceptar el Redimir para sí mismo. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que por estar pensando con el ego —hacedor de toda esta realidad en la que creo vivir— es su guionista. El segundo paso sucede cuando el Espíritu Santo me sugiere: "decide de nuevo", y hago algo respecto a ese otro al que he estado tratando de perdonar. El tercer paso se da cuando en mi fuero interno, me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonarle, ni a él ni a nadie, porque en la Realidad —que es Donde quiero creer que realmente están todas nuestras Almas, unificadas como Una en Cristo— sólo hay Amor. El último paso se da en un instante santo del mundo real, cuando habiendo logrado perdonar totalmente a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la unión de su Alma con la Mía, unión que se va a extender a todas las demás Almas, ya que realmente hay una sola. Esta experiencia es la que nos lleva a todos los que fueron, son y serán, a las puertas del Cielo. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
6 En minúscula, las cosas, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son el reflejo aquí de las Cosas celestiales y, cuando pensamos con el ego, son aquí, las que perciben nuestros sentidos y que nos explicamos por medio de nuestro razonamiento, lógica y sentido común. Ver T8.3 [14], T12.6 [50], T12.7 [68]
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P A R T E 2
¿Qué es LA SEGUNDA
VENIDA?
pár 2
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LTe.9 (-L301).2 4 Es la naturaleza totalmente inclusiva de la Segunda Venida de Cristo lo que Le permite abrazar al mundo y mantenerte a salvo dentro de Su tranquilo advenir, el cual abarca a todas las cosas vivientes conjuntamente contigo. 5 No hay fin para la liberación que trae la Segunda Venida, pues la Creación de Dios7 tiene que ser necesariamente ilimitada. 6 El perdonar ilumina el camino de la Segunda Venida, porque brilla sobre todos al unísono.
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7 La Creación, con mayúscula, en el Cielo, es la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros, como Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en el eterno Presente de Su Unicidad o Realidad. Dios no creó más nada. Por eso, Allá, la realidad del ego que percibimos aquí con nuestros sentidos, realmente, no existe. Aquí, las creaciones, en minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son las que producimos —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios, en el Cielo. Y, cuando pensamos con el ego —según el Curso— no "creamos" sino que "hacemos," de acuerdo con las leyes de este mundo. Ver T2.1 [5], T14.4 [36], T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
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P A R T E 2
¿Qué es LA SEGUNDA
VENIDA?
pár 3
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LTe.9 (-L301).3 7 La Segunda Venida8 marca el fin de las enseñanzas del Espíritu Santo, allanando así el camino para el Juicio Final9, en el que el aprendizaje termina con un último resumen, el cual se extenderá más allá de sí mismo hasta llegar a Dios. 8 La Segunda Venida es el tiempo en el que todas las mentes se ponen en manos de Cristo10 para que sean regresadas al Espíritu11 en el nombre de la verdadera Creación y de la Voluntad de Dios12.
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8 … en tu mente
9 El Juicio Final es, en mi espíritu —después de haber experimentado a Cristo en el otro al que he perdonado completamente— el proceso de evaluar acertadamente lo que tiene valor y lo que no lo tiene. Es comprender a la Voz que habla por Dios proclamar que lo falso es falso, y que lo que es Verdad nunca ha cambiado. Es el don de la corrección que Dios depositó sobre todos mis errores; corrección que me libera de ellos y de todos los efectos que parecían tener. Es saber que Nuestro Padre —Quien yo, al igual que Jesús antes de morir— creía que me había abandonado a la injusticia de este mundo, por el contrario, nos dice a todos y a cada uno: "Tú sigues siendo Mi santo Hijo, por siempre inocente, por siempre cariñoso y por siempre querido, tan ilimitado como Tu Creador, absolutamente inmutable y por siempre inmaculado. Por lo tanto, despierta, y regresa a Mí. Soy Tu Padre y Tú eres Mi Hijo." Ver T2.6, T3.8, T26.4 [21], LTe.10 (-L311)
10 Cristo, 1) es la idea que resuelve el aparente dilema en el Curso, que por un lado, reza: "Dios creó a un solo Hijo, y no creó más nada" y, por el otro, "la Filiación es la suma de todas las Almas creadas por Dios.", dilema que resuelve el proceso de extender el milagro: "Un milagro hace que las Almas sean una en Cristo."; 2) en mi fuero interno, es la divina experiencia de mi mente acertada o espíritu en un instante santo del mundo real, de la unión con el Alma del otro(a) por haberlo(a) perdonado completamente, experiencia de Amor que se extiende a las Almas de todos los que fueron, son y serán, como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas unificadas que realmente somos— somos Uno. Ver T1.1.19 [19], [45] y [48], T2.2 [20], T30.6 [63], T31.1 [9]
11 El Espíritu (o Alma) —siempre con mayúscula— es nuestra inmaterial Naturaleza divina que Dios creó semejante a Sí Mismo, entendiéndose que, al ser de Dios, el Espíritu (o Alma) es eterno y nunca nació. El Espíritu sabe, ama y crea. Cuando los Espíritus (o Almas) perfectos y eternos —que realmente somos todos— se unifican como Uno en Cristo, somos el Hijo único de Dios, Uno con Su Padre en el eterno Presente de la Unicidad. Ver T5.3 [12], T5.5 [33], T31.6, L97
12 La Voluntad de Dios —en el eterno Presente de Su Unicidad en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas están unificadas como Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver T12.7 [64] y [65], T13.5 [41], L193
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P A R T E 2
¿Qué es LA SEGUNDA
VENIDA?
pár 4-5
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LTe.9 (-L301).4 9 La Segunda Venida es el único acontecimiento en el tiempo al que el mismo tiempo no puede afectar. 10 Pues a cada uno que alguna vez vino a morir, o que aún ha de venir, o que se encuentra ahora aquí, es igualmente liberado de lo que fue hacedor13. 11 En esta igualdad, Cristo es reinstaurado como una única Identidad14, en la Cual todos los Hijos de Dios se dan cuenta de que todos son realmente Uno. 12 Y Dios el Padre sonríe a Su Hijo, Su única Creación y Su única Alegría.
LTe.9 (-L301).5 13 Ora15 para que esta Segunda Venida llegue pronto, pero no te limites a eso, 14 pues Ella necesita tus ojos, tus oídos, tus manos y tus pies. 15 También necesita tu voz. 16 Pero, sobre todo, necesita tu disposición. 17 Alegrémonos de poder hacer la Voluntad de Dios y unirnos conjuntamente en Su santa luz. 18 ¡Presten atención!, el Hijo de Dios es realmente Uno con Nosotros, y por eso podemos alcanzar el Amor de Nuestro Padre por medio de él.
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13 … la separación y todas sus secuelas…
14 Identidad, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas unificadas como Una, somos realmente Uno con Dios. En minúscula, es la identidad del ego. Pero cuando decidimos pensar y percibir con el Espíritu Santo, nuestra identidad se convierte en el reflejo aquí de la Identidad de Cristo, el Hijo único de Dios Que realmente somos. Ver T7.10 [97], T20.9, LTE.14 (-L351)
15 La oración es, en el eterno Presente de la Unicidad, el mayor Don con el Cual Dios bendijo a Su Hijo al crearlo. la única Voz que eternamente nos profesamos Dios y todos nosotros como las Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su único Hijo, en medio de la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo. Y en Ello, la Creación se extiende: Dios dando gracias a Su Extensión, Que es Su Hijo; y Éste, en el cantar de Su Crear en Nombre de Su Padre, dándole gracias a Él, por haberlo creado. Cuando termine el tiempo, el Amor Que Ellos comparten es Lo que toda oración será por toda la Eternidad, porque así era antes de que el tiempo pareciera existir. La oración que pide cosas de este mundo dará lugar a experiencias de este mundo. Si eso es lo que la oración del corazón pide, es lo que se le dará, porque es lo que recibirá. Al Hijo dormido de Dios sólo le queda este poder. Pero es suficiente. Sus palabras no tienen importancia. Sólo la Palabra de Dios tiene algún significado que sólo el Espíritu Santo comprende. Y eso, también, es suficiente. Ver T3.7 [56] y [60], T6.3 [32], L183.11, L254, M21.3, C1.in.
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 307
Deseos conflictivos no puede
ser realmente mi voluntad.
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L307.1 1 Padre, Tu Voluntad1 es la mía, y nada más lo es. 2 No hay otra voluntad que yo quiera para mí. 3 No trataré de hacerme otra, pues sería absurdo y sólo me haría sufrir. 4 Únicamente Tu Voluntad puede hacerme feliz, y sólo Ella existe. 5 Si quiero tener sólo lo que Tú puedes dar, debo aceptar lo que Tu Voluntad dispone para mí y alcanzar una paz en la que el conflicto sea imposible. 6 Tu Hijo es uno Contigo en existencia y voluntad2, y nada contradice la santa Verdad de que sigo siendo realmente Tal como Me creaste.
L307.2 7 Y, con esta oración3, entramos silenciosamente en un estado al cual el conflicto no puede acceder, porque unimos nuestra santa voluntad a La de Dios en reconocimiento de que realmente son Una.
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1 Voluntad, con mayúscula, es la Voluntad de Dios y también la de Su Hijo, ya que son Uno; en minúscula, voluntad es nuestra voluntad aquí según con quien pensamos: con el ego (voluntad equivocada) o con el Espíritu Santo (voluntad acertada).
2 Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
3 La oración es, en el eterno Presente de la Unicidad, el mayor Don con el Cual Dios bendijo a Su Hijo al crearlo. la única Voz que eternamente nos profesamos Dios y todos nosotros como las Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su único Hijo, en medio de la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo. Y en Ello, la Creación se extiende: Dios dando gracias a Su Extensión, Que es Su Hijo; y Éste, en el cantar de Su Crear en Nombre de Su Padre, dándole gracias a Él, por haberlo creado. Cuando termine el tiempo, el Amor Que Ellos comparten es Lo que toda oración será por toda la Eternidad, porque así era antes de que el tiempo pareciera existir. La oración que pide cosas de este mundo dará lugar a experiencias de este mundo. Si eso es lo que la oración del corazón pide, es lo que se le dará, porque es lo que recibirá. Al Hijo dormido de Dios sólo le queda este poder. Pero es suficiente. Sus palabras no tienen importancia. Sólo la Palabra de Dios tiene algún significado que sólo el Espíritu Santo comprende. Y eso, también, es suficiente. Ver T3.7 [56] y [60], T6.3 [32], L183.11, L254, M21.3, C1.in.
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo 29
EL DESPERTAR
T29.4 LOS TESTIGOS
DE DIOS pár 20-24
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T29.4 [20] 1 No condenes a tu salvador, porque crea ser un cuerpo. 2 Pues, más allá de sus sueños, se encuentra Su Realidad1. 3 Pero primero tiene que aprender que es un salvador, antes de poder recordar lo que él realmente es. 4 Y tiene que salvar al que quiera ser salvado. 5 Su felicidad depende de que logre salvarte2. 6 Pues, ¿quién puede ser un salvador sino el que salva? 7 Así aprende que la salvación debe ser primero de él antes de poder darla. 8 Pues, a menos que la dé, no sabrá que la tiene, ya que dar es la prueba de que se tiene. 9 Sólo los que piensan que Dios quedaría menoscabado por la fuerza de ellos, podrían no comprender que eso es así. 10 Pues, ¿quién podría dar a menos de tener, y quién podría perder al dar lo que, al ser dado, tiene necesariamente que aumentar3?
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1 La Realidad, con mayúscula, significa la infinita y eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula, realidad significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez que hicimos, realidad en la que habitualmente creemos, percibimos, pensamos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, estudiamos y aplicamos el Curso, podemos trascender esta realidad en nuestro fuero interno, ingresando al mundo real, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
2 … lo que implica que tú lo salves primero perdonándolo: Perdonar forma parte del proceso de aceptar el Redimir para sí mismo. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que por estar pensando con el ego — hacedor de toda esta realidad en la que creo vivir— es su guionista. El segundo paso sucede cuando el Espíritu Santo me sugiere: "decide de nuevo", y hago algo respecto a ese otro al que he estado tratando de perdonar. El tercer paso se da cuando en mi fuero interno, me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonarle, ni a él ni a nadie, porque en la Realidad —que es Donde quiero creer que realmente están todas nuestras Almas, unificadas como Una en Cristo— sólo hay Amor. El último paso se da en un instante santo del mundo real, cuando habiendo logrado perdonar totalmente a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la unión de su Alma con la Mía, unión que se va a extender a todas las demás Almas, ya que realmente hay una sola. Esta experiencia es la que nos lleva a todos los que fueron, son y serán, a las puertas del Cielo. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
3 … la identificación con el Alma del otro(a) y el compartir Amor
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T29.4 LOS TESTIGOS
DE DIOS
pár 21-22
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T29.4 [21] 11 ¿Piensas acaso que el Padre perdió algo de Él cuando Te creó? 12 ¿Que Se debilitó por haber compartido Su Amor? 13 ¿Que Se volvió incompleto debido a tu perfección? 14 ¿O eres tú la prueba de que Él es realmente completo y perfecto? 15 No Le niegues Su testigo4 en el sueño que Su Hijo prefiere a Su Realidad. 16 Él tiene que ser el salvador del sueño que hizo, para así liberarse de él. 17 Tiene que ver a otro no como un cuerpo, sino como uno con él, sin el muro que el mundo ha construido para mantener separadas todas las cosas vivientes5, que no saben que viven. 18 En el sueño de los cuerpos y de la muerte, todavía hay un tema de Verdad6; tal vez no sea más que una mínima chispa, un espacio de luz creado en medio de la oscuridad, donde Dios brilla todavía.
T29.4 [22] 19 No te puedes despertar a ti mismo. 20 No obstante, puedes dejar que se te despierte. 21 Puedes pasar por alto los sueños de tu hermano. 22 Puedes perdonarle sus ilusiones tan perfectamente que él se convierta en el salvador de tus sueños. 23 Y, al verlo brillar en el espacio de luz donde Dios mora dentro de la oscuridad, verás que Dios Mismo está donde está el cuerpo de él. 24 Ante esta luz7, el cuerpo desaparece, de la misma manera en que las densas sombras tienen que apartarse para dar paso a la luz. 25 La oscuridad no puede decidir que el cuerpo siga presente 26 porque la llegada de la luz8 quiere decir que ha desaparecido. 27 Entonces verás a9 tu hermano lleno de gloria y comprenderás qué es lo que realmente llena la brecha que, por tanto tiempo, percibiste que los mantenía separados.
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4 … la o el que vas a perdonar…
5 Las cosas vivientes son las que vemos por medio de la visión de Cristo, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro en el mundo real, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios en Su eterna Unicidad, nuestra única y verdadera Realidad. Ver T24.6 [46]
6 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse, en un instante santo del mundo real en nuestro fuero interno, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haberlo visto con la visión de Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. Sus condiciones son querer creer que: 1) Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) Dios no creó más nada. 3) Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. 4) En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29
7 Luz, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, luz, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu o mente acertada en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver T5.8 [80], T12.2 [5], T22.7 [65], L48, L61, L63, L69, L93
8 … en tu mente
9 … al Alma perfecta y eterna de
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T29.4 LOS TESTIGOS
DE DIOS
pár 23-24
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T29.4 [23] 28 Ahí, en lugar de esa brecha, el testigo de Dios10 ha presentado el afable camino de la bondad para que el Hijo de Dios lo recorra. 29 A todo el que perdonas, se le concede el poder de perdonarte tus ilusiones11. 30 Mediante tu presente de libertad12 para el otro, tú te liberas. 31 Hazte a un lado y deja entrar al Amor, que no creaste pero que puedes extender. 32 En la tierra eso quiere decir perdonar a tu hermano, para que la oscuridad desaparezca de tu mente. 33 Cuando la luz ha llegado hasta él por medio de tu perdón, él no olvidará a su salvador, ni lo abandonará sin haberlo salvado. 34 Pues fue en tu rostro donde vio la luz que quiere mantener a su lado, a medida que camina a través de la oscuridad hacia la Luz eterna.
T29.4 [24] 35 ¡Qué santo debes de ser para que el Hijo de Dios pueda ser tu salvador en medio de sueños de desolación y desastres! 36 Observa lo deseoso que llega, dejando de lado las densas sombras que lo mantenían oculto, y cómo brilla sobre ti lleno de gratitud y Amor. 37 Él es él mismo, pero no solo. 38 Y así como su Padre no perdió parte de Él al crearte a Ti, así la luz en él es aún más brillante, al haberle dado tú la tuya para salvarlo de la oscuridad. 39 Y ahora la luz en ti tiene que ser tan brillante como la que brilla en él. 40 La chispa que brilla en el sueño es ésta: que lo puedes ayudar a despertar y estar seguro de que sus ojos abiertos se posarán sobre ti. 41 Y con su feliz salvación, te salvas tú13.
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10 … tu hermana o hermano al que perdonaste y extendiste los milagros que te sugirió el Espíritu Santo…
11 Ilusión o fantasía es todo lo "hecho" por nuestro ego primario, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver T8.5 [41], T16
12 Libertad con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula, libertad, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver T2.6 [109], T13.7 [62], T17.6 [52], L199, LR6 (-206)
13 … por eso: La llave del Curso y de la salvación es el otro, los demás, a quienes vas a perdonar, extender los milagros que te sugiera el Espíritu Santo, y con quienes vas a entablar relaciones santas. Ver 13.7 [62]
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo 29
EL DESPERTAR
T29.5 LOS PAPELES
DEL SUEÑO pár 25-30
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T29.5 [25] 1 ¿Crees acaso que la Verdad puede ser tan sólo un puñado de ilusiones? 2 Las ilusiones son sueños precisamente porque no son verdad. 3 El hecho de que la Verdad esté ausente de todas ellas por igual es la base del milagro, lo cual quiere decir que has entendido que los sueños sueños son, y que escapar de ellos no depende del sueño en sí, sino de que despiertes. 4 ¿Sería posible conservar algunos sueños y despertar de otros? 5 La decisión a tomar no es sobre cuáles sueños quieres seguir soñando, sino sólo si quieres vivir en sueños o despertar de ellos. 6 Por eso, el milagro no escoge algunos sueños para excluirlos de su benéfica influencia. 7 No puedes soñar unos sueños y despertar de otros, pues estás o bien dormido o bien despierto. 8 Y soñar tiene que ver únicamente con una de estas dos posibilidades.
T29.5 [26] 9 Los sueños que piensas que te agradan te retrasarán tanto como aquellos en los que el miedo es evidente. 10 Pues cada sueño no es sino un sueño de miedo1, no importa la forma en la que parezca manifestarse. 11 El miedo se ve dentro o fuera, o en ambos sitios. 12 O también puede estar oculto tras una forma agradable. 13 Pero nunca está ausente del sueño, pues el miedo es la materia de los sueños de la que todos están hechos. 14 Puede que su forma cambie, pero no se les puede hacer de ninguna otra cosa. 15 El milagro sería ciertamente traicionero si te permitiera seguir teniendo miedo por no haber reconocido el miedo. 16 Pues entonces no estarías dispuesto a despertar, que es para lo que el milagro allana el camino.
T29.5 [27] 17 En la forma más sencilla que se pueda decir, el ataque es una respuesta a una función que no se ha realizado tal como tú percibes que debía haberse hecho. 18 Puede que ello tenga que ver contigo o con otro; no obstante, allí donde se perciba, allí se atacará. 19 La depresión o el ataque tiene necesariamente que ser el tema de cada sueño, pues éstos están hechos de miedo. 20 El fino disfraz de placer y alegría en el que pueden estar envueltos apenas disimula la abultada protuberancia de miedo que constituye su meollo. 21 Y esto es lo que el milagro2 percibe, y no las envolturas en las que está envuelto.
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1 El miedo es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado y extendido los milagros que te ha sugerido el Espíritu Santo y, con la visión de Cristo, aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseñará que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
2 Extender un milagro a otro, es la máxima expresión de Amor que puedes experimentar en tu fuero interno, cuando, después de haber aceptado el Redimir para ti mismo y logrado perdonar totalmente a un hermano, se corre el velo que te impedía verlo con la visión de Cristo, y unes tu Alma a La de él en una unión de Amor, que se extiende a todas las Almas, ya que, realmente, hay Una sola, La del Hijo único de Dios. El milagro trasciende las leyes de este mundo, remplazándolas por una verdadera empatía o altruismo, como reflejo aquí del Amor que nuestras Almas comparten en el Cielo, reflejo que cura la mente de tu hermano de su creencia en la realidad del ego y, al mismo tiempo, consolida tu propia curación. El milagro es el medio para alcanzar conjuntamente la meta del Curso, no se pide, sino que sucede y, al suceder, se acepta que su origen es divino, mediante un acto de fe. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y en: LTe.13 (-L341)
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T29.5 LOS PAPELES
DEL SUEÑO
pár 28-29
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T29.5 [28] 22 Cuando estás molesto, ¿acaso no es porque alguien dejó de cumplir la función que le habías asignado? 23 ¿Y no se convierte esto en la "razón" que justifica tu ataque? 24 Los sueños que crees que te gustan son aquellos donde se cumplieron las funciones que les asignaste, y donde las necesidades que te atribuyes son respondidas. 25 No importa si fueron satisfechas o simplemente deseadas. 26 Es de la idea de que existen de donde surge el miedo. 27 Los sueños no se desean en mayor o menor medida. 28 Simplemente, se desean o no se desean. 29 Y cada uno representa alguna función que le has asignado: alguna meta que un acontecimiento, un cuerpo, o una cosa, debería representar, y que debería lograr para ti. 30 Si se logra, creerás que el sueño te gusta. 31 Si fracasa, creerás que el sueño es triste. 32 Pero que se logre o fracase no constituye su meollo, sino simplemente su endeble envoltura.
T29.5 [29] 33 ¡Cuán felices serían tus sueños si no fueses tú el que adjudica a cada una de las figuras que aparece en ellos el "adecuado" papel que debe representar! 34 Nadie puede dejar de responder a la idea que te has hecho de él, y no hay otra traición que ésta. 35 En cambio, el meollo de los sueños que ofrece el Espíritu Santo3 nunca es de miedo. 36 Puede que los envoltorios no parezcan haber cambiado, pero su significado sí ha cambiado, porque envuelven otra cosa. 37 Las percepciones se determinan por su propósito, en tanto que parecen ser aquello para lo que sirven. 38 Una figura de las sombras del pasado que ataca se convierte en un hermano que te ofrece la ocasión de ayudar, si ésta se convierte en la función del sueño. 39 Y así, sueños de tristeza se transforman en sueños de alegría.
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3 El Espíritu Santo: 1) En la eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios Que nos creó como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 2) al producirse la separación, es el ente que comenzó a estar presente como una protección, inspirando al mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir; 3) es, en tu mente acertada, el pensar de Cristo que se manifiesta —entre otras experiencias desinteresadas e inclusivas— por impulsos compasivos, caritativos, altruistas, de compartir, que de vez en cuando emergen del subconsciente y que podemos concienciar en instantes santos y decidir qué hacer con ellos. Algunos de Sus sinónimos en el Curso son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281)
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T29.5 LOS PAPELES
DEL SUEÑO
pár 30
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T29.5 [30] 40 ¿Para qué te sirve tu hermano? 41 No lo sabes porque tu función aún te resulta oscura. 42 No le asignes un papel que tú crees que te haría feliz. 43 Y no trates de herirle cuando incumpla la parte que le asignaste, en lo que has soñado que debería ser tu vida. 44 Él realmente pide ayuda en cada uno de sus sueños, y tú tienes la Ayuda4, para darle si ves la función del sueño tal como la percibe el Espíritu Santo, Que puede utilizar todos los sueños como medios para ejecutar la Función que Le fue encomendada. 45 Porque ama al que sueña, y no al sueño, cada sueño se convierte en una ofrenda de Amor. 46 Pues en el meollo de cada sueño se halla Su Amor por ti, que ilumina cualquier forma que adopte el sueño.
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4 … pensar y actuar con el Espíritu Santo, es decir, no juzgar, perdonar y extender milagros… : Juzgar, cuando pensamos con el ego, es el complemento de su percepción para sobrevivir en la realidad de este mundo: Nuestros sentidos nos informan de lo que perciben, información que interpretamos y juzgamos, para luego decidir qué es lo que nos conviene hacer o no al respecto. Pero, según el Curso, juzgar no es nuestra función, sino que pertenece al Espíritu Santo, cuya percepción acertada en nuestro espíritu, nos lleva al conocimiento. En efecto, después de haber aceptado el Redimir para nosotros mismos, perdonado al otro y extendido los milagros sugeridos por el mismo Espíritu Santo, sabremos qué hacer en toda circunstancia para tratar de ser aquí —lo más posible— un reflejo de nuestra verdadera Identidad. Ver T3.8, T4.5 [64], T29.10 [62]-[63], M10, M15
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