gráfico por
©Deposit Photos
|
T19.4 [32] 56
Mientras creas que
tu
realidad
o la de tu hermano
se limita a un cuerpo, seguirás creyendo en el pecado.
57
Mientras creas que los
cuerpos
se pueden unir, seguirás encontrando atractiva la culpa y creerás que el pecado tiene un valor inestimable.
58
Pues la creencia de que los cuerpos
limitan
a la mente
18
conduce a una percepción del mundo en la que la
prueba
de la separación parece abundar por todas partes.
59
Así, Dios y Su Creación parecen estar escindidos y haber sido derrocados
19
.
60
Pues quedaría
probado
que Lo que Dios creó santo no podía prevalecer contra el pecado ni ante su poderío, no podía seguir siendo
Él Mismo
20
.
61
Al pecado se le percibe como algo
más poderoso
que Dios
21
, ante el cual Dios
Mismo
tiene que postrarse y ofrecer Su creación a su conquistador.
62
¿Es esto, humildad o demencia?
UCSM TEXTO CH 19, IV
T19.4
LA IRREALIDAD DEL PECADO
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 216
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó
1
.
|
L216 (L196) 1
No es sino a mí mismo a quien crucifico.
2
Todo lo que hago, me lo hago a mí mismo.
3
Si ataco, sufro.
4
Pero, si perdono, la salvación me será dada.
|
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó
1
.
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
19
MÁS ALLÁ DEL CUERPO
T19.4
LA IRREALIDAD DEL PECADO
25-39
[EN PAUSA PARA EL FIN DE SEMANA]
|
T19.4 [25] 1
La atracción de la culpa
1
reside en el pecado
2
,
no
en el error.
2
El pecado volverá a repetirse
justamente debido
a esta atracción.
3
El miedo
3
puede hacerse tan agudo que impida expresarse al pecado.
4
Pero mientras la culpa
continúe
siendo atractiva, la mente sufrirá y no abandonará la
idea
del pecado.
5
Pues la culpa todavía la reclama, y la mente la oye y la desea ardientemente, y se deja cautivar voluntariamente por su enfermiza atracción.
6
El pecado es una idea del mal que
no puede ser
corregida y, por consiguiente, que será siempre
deseable
.
7
Al ser parte
esencial
de lo que el ego cree que
eres
4
,
siempre
la desearás.
8
Y sólo un
vengador
5
, con una mente
diferente
a la tuya, podría acabar con ella valiéndose del
miedo
.
T19.4 [26] 9
El ego no cree posible que sea el Amor y
no
el miedo, lo que el pecado realmente llama,
y que el Amor siempre responde
6
.
10
Pues el ego lleva el pecado ante el
miedo
, exigiendo castigo.
11
Pero el castigo no es sino otra forma de proteger la culpa, pues lo que
merece
castigo tuvo que haber sido
cometido realmente
7
.
12
El castigo es siempre el gran protector del pecado, al que trata con respeto y honra por su enormidad.
13
Lo que clama por castigo,
tiene que ser verdad
.
14
Y lo que es verdad
tiene que
ser eterno, y se
seguirá
repitiendo sin cesar
8
.
15
Pues
tú quieres
lo que crees que es real, y
no
lo vas a abandonar.
16
En cambio, un error
no
es algo atractivo.
17
Lo que ves claramente
como una equivocación
quieres que se corrija.
|
|
1
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
2
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1 1
Pecar
es estar demente.
2
Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad.
3
Y, al estar loca, la mente ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está.
4
El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado?
5
¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto?
6
¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar?
7
¿Qué van a querer percibir por los sentidos?
8
Percibir por los sentidos es no conocer.
9
Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más.
3
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
4
… un cuerpo…
5
… cualquiera de los héroes o heroínas que hemos inventado para que nos salven a nosotros y al mundo del mal: Superman, la Mujer Maravilla, el Hombre Araña, etc…
6
… por ejemplo, a la declaración que es un llamamiento: " No soy un cuerpo. Estoy libre, pues sigo siendo (realmente) Tal como Dios Me creó." (Ver Lecciones 221 a 220)
7
… en el eterno Presente de la Unicidad, que es Donde todos, sin excepción, estamos realmente.
8
… cada Hueco Negro cósmico que explota, crea cientos de miles o tal vez millones de nuevas estrellas y galaxias, dando la impresión de que el Cosmos en expansión continua va a ser eterno… cuando no deja de ser una pobre copia del eterno Presente de la Unicidad. ¡Cuán impactante debe haber sido la separación que nuestro ego primario haya sentido la necesidad de poner en marcha una evolución que parece no tener fin…
|
|
T19.4
LA IRREALIDAD DEL PECADO
pár 27-31
|
|
T19.4 [27] 18
A veces un pecado se comete una y otra vez, con resultados
obviamente
angustiosos, pero
sin
perder su atractivo.
19
Y de pronto
9
, cambias su estatus de pecado a equivocación.
20
A partir de ahora, ya
no
lo seguirás cometiendo; simplemente te detendrás y lo dejarás ir,
a menos que todavía te sigas sintiendo culpable
10
.
21
Pues en ese caso no harás sino cambiar la
forma
del pecado, reconociendo que era un error, pero
manteniendo su condición de incorregible
.
22
Esto no constituye realmente un cambio en tu percepción
11
, pues es el pecado el que exige castigo y no el error.
23
El Espíritu Santo
no puede
castigar el pecado.
24
Reconoce las equivocaciones y quiere corregirlas todas tal como Dios Le encargó que hiciera.
25
Pero no conoce el
pecado
, ni tampoco puede
reconocer
las equivocaciones que no se pueden corregir
12
.
26
Pues una equivocación que no se puede corregir
no significa nada
para Él.
T19.4 [28] 27
Las equivocaciones están ahí
para
ser corregidas, y
eso es todo
.
28
Lo que pide castigo tiene que estar pidiendo realmente
nada
.
29
Toda equivocación
tiene
necesariamente que ser un pedido de Amor.
30
Siendo esto así, entonces, ¿qué es el pecado?
31
¿Qué otra cosa
podría
ser, sino una equivocación que quieres mantener oculta, un pedido de ayuda que
no quieres oír
y, por tanto,
no contestar
?
32
En el tiempo, el Espíritu Santo ve
claramente
que el Hijo de Dios puede cometer equivocaciones.
33
En esto,
compartes
Su visión.
34
Pero
no
compartes lo que Él reconoce con respecto a la diferencia que existe entre tiempo y Eternidad.
35
Y cuando la corrección
13
se ha completado, el tiempo
se convierte
en Eternidad.
T19.4 [29] 36
El tiempo es como una espiral desarrollada hacia abajo, que parece bajar desde una línea larga e ininterrumpida que se encuentra en otro plano, pero que en su bajada no
quiebra
esta línea de ninguna manera ni interfiere con su continuidad uniforme.
37
Cuando se
mira
la línea desde la espiral, la línea
parece
haber sido cortada.
38
Pero cuando la vista se ubica
al nivel de la línea
, se ve claramente que su integridad está intacta.
39
Todo lo que se mira desde la espiral es percibido de forma equivocada, pero a medida que acercas tu mirada al plano de la línea, te das cuenta de que
la línea
no quedó afectada en absoluto por la bajada de la espiral a otro plano.
40
Pero cuando la miras
desde
este otro plano, la
línea
parece ser discontinua.
41
Y esto no es sino un error de percepción, que puede corregirse fácilmente
en la mente
14
, aunque los ojos del cuerpo no noten ningún cambio.
42
Así, a pesar de que los ojos ven muchas cosas, la mente los corrige y, cuando respondes,
no lo
haces en relación a las ilusiones
15
que muestran los ojos,
sino a las correcciones que hace la mente
.
T19.4 [30] 43
Ves
16
la línea como si estuviese cortada y, a medida que te mueves hacia diferentes aspectos de la espiral, la línea se ve diferente.
44
No obstante, en tu mente se encuentra
Uno Que sabe
que la línea no ha sido cortada y que sigue siendo eternamente inmutable.
45
Él te puede enseñar a mirar el tiempo de otra manera y a ver
más allá de
él, pero
no podrá hacerlo
mientras sigas creyendo en el pecado.
46
Pero sí podrá si crees en el error, pues éste
puede
ser corregido por la mente.
47
En cambio, el pecado es la creencia de
que tu
percepción
no cambia
y de que la
mente
tiene que
aceptar como verdadero
lo que se le dice
por medio
de la percepción.
48
Si la mente no obedece, se la juzga como desquiciada.
49
El
único
poder que podría
cambiar
la percepción se mantiene así impotente, al aferrarse la mente al cuerpo por
miedo
al cambio de percepción que su Maestro, Que realmente es Uno con ella, le aportaría.
T19.4 [31] 50
Cuando te sientas tentado de pensar que el pecado es real, recuerda esto: si el pecado es real, ni
tú
17
ni Dios
lo son.
51
Si la Creación es
Extensión
, el Creador
tiene
que haberse extendido a
Sí Mismo
, y es imposible que Lo que
forma parte
de Él sea completamente diferente del resto.
52
Si el pecado es real, Dios
tiene
que estar en guerra
Consigo Mismo
.
53
Tiene
que estar escindido y debatiéndose entre el bien y el mal; ser en parte cuerdo y en parte demente.
54
Pues tiene que haber creado aquello que quiere destruirlo, y que
tiene el poder de hacerlo
.
55
¿No sería
más fácil
creer que
tú
has estado equivocado que creer eso?
|
|
9
… al aceptar el Redimir para ti mismo,
10
… a menos que sigas sintiendo que eres un cuerpo…
11
Percepción
: En el eterno Presente de la Unicidad de Dios —Que es donde realmente estamos todos como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo, y Uno con Dios— la percepción no existe, porque el Conocimiento nos hace saber y experimentar que Todo es Uno y, por consiguiente, no hay nada que percibir. Pero en la separación, cuando pensamos con el ego, La
percepción
es el proceso fundamental para sobrevivir por el cual interpretamos o juzgamos la información recibida por nuestros sentidos de algo separado de nuestra mente, algo que ella ha proyectado de acuerdo con su creencia en la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Y cuando habiendo decidido pensar con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir para nosotros mismos, nuestra percepción gradualmente se vuelve "
acertada
", es decir, trata de librarse de cualquier pensamiento en el que se ataca, iniciando el proceso de llevarnos a la "
percepción verdadera
" en el mundo real donde perdonaremos a nuestro (s) hermano (s), perdonándonos así a nosotros mismos también. Ver
T13, T14.4 [24] 7, T14.6 [46]
12
… según las leyes de la evolución y escasez en este mundo hecho por el ego.
13
… en tu mente y, por consiguiente, en tu fuero interior,
14
… cuando decide pensar y percibir con el Espíritu Santo,
15
Ilusión
es todo lo "hecho" por nuestro ego primordial, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T8.5 [41], T8.7 [68] 113, T16, T21.3 [28] 96 T27.9 [82] 37 y 38
16
… con los ojos del cuerpo
17
… como Cristo, el único Hijo de Dios,
|
|
T19.4
LA IRREALIDAD DEL PECADO
pár 32-36
|
|
T19.4 [32] 56
Mientras creas que
tu
realidad
o la de tu hermano
se limita a un cuerpo, seguirás creyendo en el pecado.
57
Mientras creas que los
cuerpos
se pueden unir, seguirás encontrando atractiva la culpa y creerás que el pecado tiene un valor inestimable.
58
Pues la creencia de que los cuerpos
limitan
a la mente
18
conduce a una percepción del mundo en la que la
prueba
de la separación parece abundar por todas partes.
59
Así, Dios y Su Creación parecen estar escindidos y haber sido derrocados
19
.
60
Pues quedaría
probado
que Lo que Dios creó santo no podía prevalecer contra el pecado ni ante su poderío, no podía seguir siendo
Él Mismo
20
.
61
Al pecado se le percibe como algo
más poderoso
que Dios
21
, ante el cual Dios
Mismo
tiene que postrarse y ofrecer Su creación a su conquistador.
62
¿Es esto, humildad o demencia?
T19.4 [33] 63
Si el pecado fuese real, tendría que estar permanentemente excluido de cualquier esperanza de curación.
64
Pues, en ese caso, habría un poder que
trascendería
al de Dios, un poder capaz de hacer otra voluntad que podría atacar Su Voluntad y
derrotarla
, así como conferir a Su Hijo una voluntad
separada
de la Suya y,
más fuerte
.
65
Y cada parte fragmentada de la Creación de Dios tendría una voluntad
diferente opuesta
a la Suya, y en eterna oposición a Él
y unas con otras
.
66
La relación santa de ustedes
22
tiene ahora como propósito la meta de demostrar que
eso
es imposible.
67
El Cielo le ha sonreído y, en Su sonrisa llena de Amor, la creencia en el pecado ha sido extirpada.
68
No obstante, ustedes siguen
viendo
el pecado porque no se han dado cuenta que su
fundación
ha desaparecido.
69
Su
fuente
ha sido eliminada y, por consiguiente, lo podrán seguir apreciando sólo por poco tiempo antes de que desaparezca del todo.
70
Ahora, lo único que queda es el hábito de
buscarlo
.
T19.4 [34] 71
Pero si ustedes buscan el pecado con la sonrisa del Cielo
en sus
labios y con la bendición del Cielo en sus miradas,
72
no
lo seguirán viendo por mucho tiempo más,
73
pues en la
nueva
percepción, la mente lo
corrige
cuando
parece
presentarse y, al hacerlo, se vuelve invisible.
74
Y los
errores
se reconocen rápidamente y rápidamente se llevan ante la corrección, para curarlos,
no
ocultarlos.
75
Ustedes
serán curados del pecado y de todos sus estragos en el
instante
en que dejen de conferirle poder sobre
uno y otro
.
76
Y se
ayudarán
mutuamente a superar
las equivocaciones
cuando con alegría, se
liberen
alegremente uno al otro de la creencia en el pecado.
T19.4 [35] 77
En el instante
23
santo, verán brillar la sonrisa del Cielo sobre
los dos
.
78
Y resplandecerán el uno sobre el otro, en alegre reconocimiento de la gracia que les ha sido
dada
.
79
Pues el pecado
no
prevalecerá contra una unión a la que el Cielo ha sonreído.
80
La percepción de ustedes se
curó
en el instante santo que el Cielo les dio.
81
Olviden lo que
han
visto, y eleven sus ojos con fe hacia lo que
ahora pueden
ver
24
.
82
Las barreras que impiden el paso al Cielo desaparecerán ante la santa mirada de ustedes, pues, a ustedes que eran ciegos, les ha sido
dada
la visión y ahora
pueden
ver.
83
No busquen lo que ha sido
eliminado
, sino la gloria que les ha sido
restituida
para que la vean.
T19.4 [36] 84
Miren a su Redentor y fíjense en lo que Él quiere mostrarles en uno y en otro, y no permitan que el pecado vuelva a cegar sus ojos.
85
Pues el pecado quiere mantenerlos separados, pero su Redentor quiere que se miren uno al otro como cada uno se ve a sí mismo.
86
La relación de ustedes
25
es ahora un templo de curación: un lugar donde todos los que están fatigados pueden venir y encontrar descanso.
87
Aquí se encuentra el descanso que, después del viaje, espera a todos.
88
Y se
acerca más
a todos, gracias a la relación de ustedes.
|
|
18
… la mente es rápida, pero la carne es débil…
19
… del Reino de los Cielos
20
… Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios.
21
… puesto que Dios, ni aparece ni se le oye en este mundo…
22
La
relación santa
es el reflejo en este mundo de la eterna Relación de Amor de Dios con todas las Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas todas en Cristo, el único Hijo de Dios, Que Él creó y con Quien es Uno en Su Unicidad, Que es donde realmente estamos y, por lo tanto, es nuestra verdadera Realidad. La relación santa es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les permite alejarse gradualmente de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus, que son la parte de la mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo. Es un proceso, generalmente largo, que se inicia cuando dos o más personas que han logrado, en un instante santo, perdonarse totalmente una a la otra, se unen en una meta común a favor de otro u otros, a los que también van a querer perdonar. Este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere por medio de sus espíritus; finalmente, cuando en instantes santos privilegiados sus mentes experimentan el mundo real, se produce en ellas, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora piensen, perciban y actúen principalmente con sus espíritus, extendiendo el Amor del Espíritu Santo a todos y a todo, curando así en sus mentes al mundo de los efectos de la separación. Ver
T17.6, T22
23
El instante santo es aquí, la experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios y de todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— Uno en Su Hijo; por consiguiente,
el instante santo no puede ser para ti solo
; puede durar desde una fracción de segundo hasta minutos y horas, y se inicia cuando dejas de lado tu identificación con el ego y su realidad, e invitas al Espíritu Santo a pensar "nos" contigo en tu espíritu, la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios. En ese presente, en el que temporalmente no hay pasado ni futuro y, por tanto, estamos momentáneamente libres de culpa, preparas tu mente con todos los medios que te ofrece el
Curso
, para que por medio del perdón y de la extensión de milagros, llegues a ver a Cristo en el otro y, por consiguiente, en ti mismo; y lo harás tantas veces como sea necesario hasta que experimentes y conciencies que al ser su Alma y La tuya realmente Uno en la Eternidad,
Allá, al no haber individualidades
, no hay nada que perdonar, aunque aquí, aparentemente sí, y de acuerdo a las propias normas del mundo y sus individualidades separadas y en permanente conflicto unas contra otras. El instante santo se expresa plenamente en la relación santa, y cuando ésta comienza, la meta de la relación pasa a ser exactamente lo opuesto de la relación especial que era antes, por eso es imposible que el instante santo llegue a cualquiera de los dos sin el otro y, además, les va a llegar a ambos con que lo pida uno de los dos. Nuestra meta es tratar de convertir cada situación en un instante santo, de manera que nuestras vidas se vuelvan un instante santo permanente en el que, además, ponemos nuestro futuro en las Manos de Dios. Ver
T15.5 a T15.9
24
… a través de la
visión de Cristo
, que es la parte de un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a experimentar la
visión de Cristo
, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T11.7, T12.5 [42]
25
… que ahora se ha vuelto santa,
25
… que ahora se ha vuelto santa,
|
|
T19.4
LA IRREALIDAD DEL PECADO
pár 37-39
|
|
T19.5.4 [37] 89
A medida que esta paz
26
se expanda desde lo más profundo de ustedes para abrazar a
toda
la Filiación y ofrecerle descanso, se topará con muchos obstáculos.
90
Algunos tratarán de imponerlos
ustedes
.
91
Otros parecerán provenir de otras partes: de sus hermanos y de diversos aspectos del mundo
externo
.
92
No obstante, la paz los cubrirá afablemente, extendiéndose más allá de ellos
completamente
libre.
93
La extensión del propósito del Espíritu Santo
27
desde la relación de ustedes a otros, para
incluirlos
amablemente
en
ella, ya ha comenzado.
94
Esta es la manera en que Él armonizará medios y fin.
95
La paz que Él depositó profundamente en
los dos
, se extenderá tranquilamente a
cada
aspecto de sus vidas, rodeándolos de radiante felicidad y con la pausada concienciación de estar
completamente
protegidos.
96
Y llevarán su mensaje de Amor, seguridad y libertad a todo aquel que se acerque al templo de ustedes, donde la curación
28
lo está esperando.
T19.4 [38] 97
No
tendrán que esperar para dárselo, pues lo
llamarán
y él les responderá,
reconociendo
en la llamada de ustedes el Llamamiento de Dios
29
.
98
Y lo albergarán y le darán descanso tal como les fue dado a
ustedes
.
99
Todo eso harán.
100
No obstante, primero deberán expandir la paz que ya mora en lo más profundo de sus fueros internos
30
,
transponiendo
los obstáculos que
habían
colocado ante ella.
101
Esto harán
, pues nada que se emprenda
con
el Espíritu Santo queda inconcluso.
102
Ciertamente no pueden estar seguros de
nada
de lo que ven
fuera
de ustedes, pero de lo que sí pueden estar seguros es de lo siguiente: el Espíritu Santo les pide que Le ofrezcan un lugar de reposo donde
ustedes
puedan descansar en Él
31
.
103
Él les respondió y, al hacerlo, entró a formar parte de su relación
32
.
104
¿No querrían
corresponder
ahora a Su gracia
33
entablando una relación con Él?
105
Pues fue
Él
Quien ofreció a la relación de
ustedes
el presente de la santidad, sin la cual les habría resultado eternamente imposible apreciarse uno al otro
34
.
T19.4 [39] 106
Él sólo
les
pide que acepten
por
Él la gratitud que Le deben.
107
Y cuando se miran uno al otro con amable deferencia, es a Él a Quien
están
mirando.
108
Pues están mirando allí donde Él está
35
, y no separado de ustedes.
109
No
pueden ver al Espíritu Santo, pero
sí
a sus hermanos como son de verdad
36
.
110
Y la luz
37
en ellos les mostrará todo lo que
necesiten
ver.
111
Cuando la paz que mora en ustedes se haya extendido hasta abarcar a
todos y cada uno
, la función del Espíritu Santo aquí se habrá cumplido.
112
¿Qué
necesidad
habrá de
ver
entonces?
113
Cuando Dios Mismo haya dado el paso final, el Espíritu Santo reunirá
todos
los agradecimientos y gratitud que ustedes Le han ofrecido, y los depositará tranquilamente ante Su Creador en el Nombre de Su santísimo Hijo.
114
Y el Padre los
aceptará
en
Su
Nombre.
115
¿Qué necesidad habrá de ver, en presencia de
Su
gratitud?
|
|
26
Paz
, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en la Eternidad por ser amados y amar, es saber que como Almas somos Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo,
paz
es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver
T6.3 [38], T6.6.2, L200
27
El
propósito del Espíritu Santo
es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con Él y cada vez menos con el ego; de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
28
Curación
es el estado mental que se logra al final del proceso de curar en el que nuestra mente —ahora pensando y percibiendo con el Espíritu Santo— es llevada al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo; y en el instante santo de esa experiencia, ella se cura de la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, del pensar del ego, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Ver
T2.3, T5, T8.9, T13.2, T17
29
El
Llamamiento
de Dios es la voz del Espíritu Santo en el nivel superior de tu subconsciente, que quiere avivar tu voluntad para que cures la separación que hay entre tú y tus hermanos y entre todos ustedes y Dios, renunciando a ella por medio del Redimir, hasta que tu mente nuevamente completa se reincorpore a crear, devolviendo a Dios Lo que es Suyo; es el llamamiento a regresar al pensar acertado, para que la Filiación se encamine a ser lo que nunca ha dejado de ser: todos, como las Almas eternas y perfectas que realmente somos, Una en Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Él en Su eterna Unicidad. Ver
T27.3 [18] 53-54
30
El
residuo bendito
es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
31
… en nuestro espíritu, que es la parte de nuestra mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo.
32
… cambiando su relación de especial a santa, aceptando el Redimir para sí mismos, perdonando y extendiendo milagros. La
relación santa
es el reflejo en este mundo de la eterna Relación de Amor de Dios con todas las Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas todas en Cristo, el único Hijo de Dios, Que Él creó y con Quien es Uno en Su Unicidad, Que es donde realmente estamos y, por lo tanto, es nuestra verdadera Realidad. La relación santa es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les permite alejarse gradualmente de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus, que son la parte de la mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo. Es un proceso, generalmente largo, que se inicia cuando dos o más personas que han logrado, en un instante santo, perdonarse totalmente una a la otra, se unen en una meta común a favor de otro u otros, a los que también van a querer perdonar. Este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere por medio de sus espíritus; finalmente, cuando en instantes santos privilegiados sus mentes experimentan el mundo real, se produce en ellas, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora piensen, perciban y actúen principalmente con sus espíritus, extendiendo el Amor del Espíritu Santo a todos y a todo, curando así en sus mentes al mundo de los efectos de la separación. Ver
T17.6, T22
33
El
Estado de Gracia (o Gracia)
, con mayúscula, es nuestro eterno Estado Natural en el que Todos, como Almas, perfectas y eternas, somos Una en Cristo, el Hijo, y el Hijo es Uno con el Padre. Todo es Amor compartido por Todos en perfectas Paz y Alegría. En minúscula, estado de gracia (o gracia) es el reflejo aquí de ese eterno Estado Natural y se experimenta cuando, pensando y percibiendo con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente y extendemos milagros a otro y, por medio de él, a todos los demás. Ver
T3.3 [24] 84, T7.12 [108], L168
34
.. como Cristo que somos…
35
… en su relación santa, ahora que los dos son uno en Cristo,
36
… por medio de la
visión de Cristo
, que es la parte de un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a experimentar la
visión de Cristo
, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T11.7, T12.5 [42]
37
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
|
|
Nota para el lector: Los últimos 3 párrafos T19.4 [37], [38] y [39] aparecen en el libro impreso como T19.5.in. Por eso, los volverán a encontrar mañana en T19.5.in
|
|
Un Curso sobre Milagros – Preliminares
COMPRAR:
or COMPRAR aquí en la tienda CIMS:
|
|
COURSE IN MIRACLES SOCIETY
(Sin ánimo de lucro
)
Donar
|
En la actualidad, todos los proyectos CIMS están respaldados por donaciones de tiempo libre, talento y dinero. Si desea apoyar alguna de las actividades de la Sociedad de alguna manera, no dude en ponerse en contacto.
Debido al carácter internacional de CIMS, Internet es nuestro principal medio de comunicación y colaboración.
Para hacer una donación deducible de impuestos en apoyo de las lecciones diarias, haga clic aquí.
Además, por medio de su testamento u otro plan de sucesión, puede nombrar "Curso en la Sociedad de Milagros" como el beneficiario de una parte de su sucesión, o de activos particulares en su sucesión. De esta manera, está honrando a sus seres queridos y al mismo tiempo brinda un apoyo crítico a la extensión de LOVE.
|
|
SHARE THE BLESSING of UCSM!
|
|
|
|
|
|
|