|
JULIO 2025 CARTA
Es importante la unidad en el cuerpo de Cristo (la iglesia). Si decimos que estamos en comunión con el Padre, podemos caminar en unidad unos con otros.
Cuando llegó el día de Pentecostés, la escritura nos dice en Hechos 2:1, estaban todos unánimes juntos; nada cambia para nosotras hoy. Aquí podemos ver la importancia de estar en el mismo sentir en todo lo que el Señor hace a través de su cuerpo. ¡Claro que sí se puede caminar en unidad! Tenemos la evidencia aquí a través de las escrituras. El Señor requiere la unidad para hacer su perfecta voluntad a través de nosotros. En la unidad El derrama sus mayores bendiciones.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hebreos 13:8
Entendemos que como cuerpo, todos tenemos una función que hacer, pero eso no significa que no podamos estar en unidad. La unidad nos lleva a tener comunión unos con otros.
Si vemos aquí en Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Estos creyentes aquí en hechos, ellos dedicándose constantemente a las instrucciones y a la comunión de los apóstoles. La doctrina apostólica es una sola doctrina, no es una doctrina dividida!
Este grupo de creyentes estaban reunidos teniendo comunión unos con otros, porque estaban en el mismo sentir, igualmente así es necesario para nosotros como creyentes.
En algunas congregaciones los creyentes están divididos en grupos y es obvio que hay división. Porque estando en un mismo lugar debemos tener comunión uno con otros. Una iglesia debe estar unida, no dividida, no en grupitos! Eso es del mundo, y no del cuerpo de Cristo.
Pablo exhorta a los creyentes a tener el mismo sentir en 1 Corintios 1:10-13 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en un misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
La comunión entre hermanos debe ser genuina, honesta, transparente, con la misma mentalidad. Nada oculto, no hay hipocresía en el Reino de Dios. ¡Como creyentes, debemos ser reales! Cuando no hay nada oscuro oculto, podemos compartir como hermanos porque somos del mismo sentir en todo lo que concierne al Reino de Dios.
Tenemos que entender que somos el pueblo de Cristo, somos hermanos, ejerciendo nuestra parte como cuerpo. No envidiándose unos a otros, nadie es más que el otro. Somos un cuerpo, llevando a cabo la obra del reino de Dios.
Cuando nos miramos como hermanos, y no como yo soy mas que tu, podemos lograr más cosas para el reino. Igualmente hay respeto mutuo uno hacia el otro.
En el Reino de Dios no hay lugar para la división. La división la ha causado el hombre. El hombre ha dividido a la iglesia. El hombre ha dividido a los hermanos. El hombre ha desviado a la iglesia con su propia agenda, con sus enseñanzas, llevando al cuerpo al error, desviando a la iglesia a buscar cosas vanas, terrenales y mundanas. Puedes disfrutar de las cosas terrenales por un momento, pero no cumples la voluntad de Dios. Nuestro interés debe ser las cosas de arriba y no las terrenales. ¡Hacer la voluntad de nuestro Padre celestial debe ser nuestra prioridad, recibir Su palabra y vivir para Él!
El Señor es muy claro a través de su palabra, es tiempo que como el cuerpo de Cristo nos alineemos con su verdad, cuando entendemos la unidad que el Padre requiere de nosotros, allí el Padre puede hacer su voluntad a través de nosotros.
Los líderes de la iglesia son responsables de mantener la unidad y la sana doctrina en sus lugares de autoridad, ministerios y congregaciones.
Recordemos esto, en la unidad el Señor derrama sus mejores bendiciones!
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!
2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna. Salmos 133:1-3
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Filipenses 2:1-4
| 
